CAPITULO 47: RECUERDOS DE UN PASADO TORMENTOSO

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Su corazón palpitaba a mil por hora, sus sentidos se habían desaparecido, nunca se había imaginado sentir los labios de Sesshomaru sobre los suyos. Se atrevió a rodearlo con sus brazos, encadenándose los dos a ese abrazo que tanto habían deseado inconscientemente, el había profundizado el beso, como si lo hubiera esperado con ansias

-Sr Sesshomaru lo están...-Una voz los sacó de su trance, miraron a la pobre chica que se veía agitada, notaron que iba corriendo a buscarlo. Al verlos su cara se enrojeció al igual que la de Aome – esperando

-Voy en un segundo – Su voz frio hizo estremecer a las mujeres que se encontraban ahí. La chica solo asintió y salió del lugar lo más rápido posible. Se habían separado cuando ella había llegado, Aome no se atrevía a mirarlo a los ojos – Aome...

-Sr. Sesshomaru lo están esperando – Empezó a caminar, tratando de escapar de él ¿Qué es lo que había pasado?

-Espera – Él la tomo del brazo delicadamente – Tenemos que hablar

-Lo están esperando y es mejor que tengamos esa plática en un lugar más tranquilo – Le sonrió de manera tranquilizadora. Sesshomaru lo reflexiono por unos segundos y se dio cuenta de que la chica tenía razón. Regresaron al lugar en silencio, ambos no se atrevían a mirarse ¿Qué es lo que habían hecho? Cada uno aturdido con sus pensamiento, cado uno en su mundo cada uno sonrió por la cercanía del otro.

Como se había dicho, Sesshomaru tenía que dar un discurso de agradecimiento en agradecimiento a los asistentes del evento de caridad. Aome no entendía que es lo que había ¿Por qué Sesshomaru la había besado? No lo entendía ¿le había dicho que la quería? Si, sus oídos no habían mentido. Todo era muy precipitado, no lograba procesar todo lo que estaba sucediendo, su mente estaba hecha un mar de confusiones, él le decía que la quería, eso estaba más que claro pero ¿Qué sentía ella por él? Le encantaba que él estuviera cerca de ella, le encantaba como le hablaba a sus hijos ¿eso era simple cariño o gratitud? No podía estar con él, no, él era el tío de sus hijos ¿Qué aria cuando se enterara? Suspiro pesadamente, su cabeza le dolió muchísimo y su vientre estaba duro y le dolió un poco

-¿Se siente mal? – El hombre que había conocido en la fiesta se acercó a ella

-¿Es tan evidente? – Pregunto con ironía

-Estas pálida – En su mirada se reflejaba la preocupación – Ven, te llevare a casa

-Vine con Sesshomaru – Recordó que aquel hombre de cabello platinado no quería que estuviera cerca de el

-él no se iré dentro de un largo rato – Con la mirada le indico donde estaba el susodicho y efectivamente, varios inversionistas hablaban con él además de que tenía que dar una entrevista al respecto del baile y todo lo que conllevaba. Aome se debatía si en aceptar el ofrecimiento de Naraku o esperar a Sesshomaru, aunque la verdad se sentía realmente mal y temía por la salud de sus bebes

-Está bien, solo porque de verdad me siento mal – Tomo su bolso y le dedico una mirada rápida al joven de los ojos color ámbar, quien seguía absorto en la plática que tenía. Miro a una de las asistentes que había por el lugar, así que la llamó – Me arias un grandísimo favor – la chica asintió – Cuando el Sr. Sesshomaru se desocupe, podrías decirle que tuve que retirarme a la casa, me siento un poco mal y el Sr. Naraku se ofreció a llevarme – La joven asintió y siguió con sus deberes

Naraku le ofreció su brazo y ella lo acepto, empezaron a caminar rumbo al automóvil de Naraku, quien no podía evitar sonreír al llevar a una hermosa mujer del brazo...

Después de la TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora