Introducción:
En esta oportunidad conocerán mi historia, la de Ashton Scott, también a mi pequeña hija, Sophie. Todo comenzó unos cuantos años atrás, el día en que un pequeño regalo llegó a mi vida cuando menos lo esperaba: "Aquella noche regresaba de una fiesta, ese día estaba excesivamente aburrido y no sentía demasiadas ganas de estar en aquél el lugar —Cosa extraña, ya que yo amaba estar de fiesta toda la noche, y de madrugada, de llega a darse la oportunidad— De esos momentos en lo que dudas sobre lo que quieres en tu vida, no me apetecía seguir con mis compañeros, pero tampoco ir a encerrarme en el apartamento aún, así que me decidí por caminar un poco, para bajar el alcohol que había consumido. —Me tomé, unos cuantos tragos — Estaba con el ochenta por ciento de mis cinco sentidos bien puestos, de no ser así, claramente no recordaría nada. Haciendo memoria, puedo decir que había sido una noche de lo más odiosa, no encontré nada bueno. La verdad, entre más caminaba, menos ganas de estar en las calles solitarias tenía, yo sólo quería llegar al apartamento y tirarme a la cama para dormir. Me encontraba tan cerca de lograr mi tan ansiado deseo, sólo debía cruzar la pequeña plaza que conectaba directo a la calle de mi edificio. Una zona bastante segura, pese a ser solitaria a ciertas horas de la noche, en este caso, ya por llegar en la madrugada. Tomé el camino que lleva directo a la zona de departamentos, fue entonces que escuché un ruido en la parte más oscura que llamó mi atención, pensé que se trataba de algún niño de los que visitan el parque, sólo había un pequeño detalle: A las dos de la mañana, solamente queda el vigilante que se pasea por todos lados, sin tener un punto específico. Con mis tragos encima, le eché la culpa al alcohol, a veces suelo imaginar o pensar que veo algo pero no hay nada, sacudí un poco la cabeza y continué mi camino. Sólo unos cuantos pasos alcancé a dar cuando volví a escuchar lo mismo, fue entonces que me detuve. No, lo que escuchaba no era parte de mi imaginación, era real. Presté mucha atención en busca del lugar de donde provenía el llanto. Revisé entre los arbustos y descubrí que era un bebé, lo tomé en mis brazos y articulé unas cuantas palabras medio cruzadas".
—Hola pequeña, ¿Te has perdido? —Sí idiota, ha venido caminando hasta aquí. Habló mi subconsciente. Reí ante mi estupidez. — ¿Cómo has llegado hasta aquí, niña?
Lancé una mirada rápida por todo el lugar, pero no vi a nadie. Entonces, busqué en el piso y justo en el suelo donde la encontré, había una nota que citaba:
"A quien la encuentre. Yo no soy una mala madre, simplemente mis condiciones no son las óptimas para ella, no puedo darle lo que necesita y no quiero condenarla. ¿A qué? A ser como yo, mi niña merece más, mucho más. Yo no puedo con la responsabilidad, no puedo condenarla a vivir en la calle, cuídenla mucho. Te quiero, Sophie".
Era una niña, cuyo nombre era Sophie, y había sido abandonada en el lugar. De la sorpresa el alcohol se evaporó de mí o como se diga, la habían abandonado, pobre pequeña. En ese momento tenía una enorme incógnita rondando mi cabeza: ¿A dónde iría con ella? Y lo más importante, ¿Qué iba a hacer con ella? Soy un jodido tipo regresando de una fiesta —Uno muy desobligado he de admitir— pero era una bebé, no podía quedarse allí. Tomando en cuenta que eran las dos de la mañana, y me sentía tan confundido, que estuve unos diez minutos a lo mucho en el mismo lugar, tratando de encontrar una solución. Sus manitos se encontraban heladas. Solo a alguien demasiado estúpido se le ocurre dejar a un ser tan delicado e indefenso en medio de la noche y con este frío, tirada como si fuese una caja. Tomé una decisión, y fue quitarme la chaqueta para abrigarla un poco más, podría haber sido un jodido rebelde sin causa, un poco problemático sin medidas, pero jamás un desalmado sin sentimientos. Al final, supe que de ninguna manera podía dejarla a su merced. Esa noche, se iría conmigo.
—Ya mañana veremos qué pasa, señorita —dije en un susurro, hacía un frío infernal. Mientras caminaba analizaba algunas cosas, y es que en mi apartamento no había nada para el cuidado de bebés, seguí caminando con ella en brazos.
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Prometo Quererte Siempre
General FictionCinthya Sarria: Prometo Quererte Siempre Sinopsis: Es la historia de Ashton Scott, un padre soltero que se ha superado para darle lo mejor a su pequeña hija. Se dice por ahí, que no hay amor más perfecto que el de un padre a sus hijos. PQS, nos mos...