Capítulo 5:
Soy un jodido desastre total, debería saber manejar este tipo de sucesos, pero me es imposible, todo se me sale de las manos. Sigo a medio vestir porque no encuentro los zapatos adecuados para la vestimenta que estoy usando, como si no fuese más fácil elegir otra, esto sucede por no terminar de desempacar todo en su debido tiempo. Más el día que nos cargamos ayer, tratando de dejar arreglado todo lo de Sophie con respecto a su educación, en fin, conseguimos la escuela adecuada para mi hija, me decidí por la que mamá dijo, queda a pocas calles de su casa y ella la cuidará por las tardes de vez en cuando, es decir, me tocará ir por ella a donde mis padres, sólo debe hacer un examen de admisión en una semana y en un mes comienzan las clases, justo el día de su cumpleaños. Bueno, el día que yo elegí, es el mismo en el cual la encontré, ya veré que se me ocurre para celebrar.
— ¡Eureka! —Encuentro los zapatos, me los pongo y los amarro, van bien. Debo terminar de ordenar esta habitación, o esta misma escena se repetirá siempre. El móvil suena y es un mensaje. No puede ser, Stella ya va a empezar, ¡Tan temprano! Lo abro para ver que dice.
Querido jefe, le informo que hay reunión a las 10 ¡En punto!
Stella y su intensidad. Ella es perfecta en su trabajo, y se desempeña como pocas, pero, en ocasiones suele tomárselo demasiado en serio. Acepto que hay momentos en los que me niego a prestarle atención, después pago las consecuencias de ignorarle. Termino de leer y le respondo:
Se agradece que me lo recuerdes, solo debo esperar a Sophie.
Al parecer tiene el móvil en la mano, porque en seguida recibo su respuesta.
Vale, pero no demores demasiado.
—Sí, mamá Stella —me mofo.
Me guardo el móvil en el bolsillo, tomo mi maletín, me cercioro de que no esté dejando nada. Cierro la puerta de la habitación, no quiero que Rowena se cargue la mano ordenando el desastre que he dejado dentro. De prisa, voy al cuarto de la pequeña, toco suavemente la puerta con mis nudillos.
—Sophie, te necesito abajo, no tardes. —Le digo desde afuera al ver que no me responde.
—Ya voy papi, sólo me faltan los zapatos. —Dice desde adentro, aún sin abrirme. Yo respeto su privacidad, por lo que confío en ella y no entro.
— ¿Y el cabello ya está listo? —Cambio el maletín de una mano a la otra.
—Rowe me ha peinado, papi. Ya casi estoy lista, lo prometo.
—Bien, por favor no tardes en bajar. —Ya voy lo suficiente tarde.
—Entra, para que mires que no miento. —Abro la puerta para cerciorarme de que sea verdad, ella no miente. Está terminando de cerrar la hebilla del zapato derecho. —Te espero abajo, no tardes.
—Sí, señor. —Responde sonriente. La adoro.
Continúo mi camino hacia la sala, agradeciendo haber desayunado antes de bañarnos, sino sería un atraso enorme. Rowena ya ha empezado con la limpieza de la casa, no sé cómo consigue hacer que los barandales de las escaleras luzcan brillantes, ella es buenísima en su trabajo. Pasan los minutos que siento como si fuese una eternidad y esta niña no baja. Ella en su ser natural.
—Sophie Ross, ¿Qué...? —Me quedo en silencio cuando la veo aparecer, ya no hay razón para gritar.
—Aquí estoy, son estos zapatos que no me los podía poner —viene bajando las escaleras en pequeños saltitos. Me doy cuenta de lo enorme que está, que dolor, crece demasiado rápido. — ¿Cómo he quedado?
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Prometo Quererte Siempre
General FictionCinthya Sarria: Prometo Quererte Siempre Sinopsis: Es la historia de Ashton Scott, un padre soltero que se ha superado para darle lo mejor a su pequeña hija. Se dice por ahí, que no hay amor más perfecto que el de un padre a sus hijos. PQS, nos mos...