Prometo Quererte Siempre

"Charlotte" (Parte 1)

He decidido realizar un extra de Charlotte —La mamá de Sophie— Trataré de resumir lo mejor posible su situación. Si debo ocupar más de un extra, lo haré.

Acá la primera parte...
Es una pequeña pausa para luego continuar con la historia, espero que les guste.

«CHARLOTTE»

La mañana está maravillosamente soleada, me encanta cuando los días son así. Pareciese como si nada pudiera arruinarlo. A pesar de que llevo días sintiéndome mal, todo por culpa de Sam, mi novio. Insistió tanto en comer comida china —Yo le odio— Que al final acabamos en unos de los restaurantes de la ciudad.  Desde el preciso instante en el que vomité en su auto, supe que nada estaría bien. Comenzando porque nos peleamos, y aún seguimos distanciados por ello. Es tan estúpido, se preocupó por su auto y me dejó tirada, tuve que tomar un taxi para volver a casa. Es por eso que no le contesto llamadas o mensajes, no le recibo en mi casa y lo esquivo en la universidad. Intento levantarme de la sombra del árbol en que me encuentro sentada, en clase me sentía demasiado mal para continuar, me sostengo del tronco cuando siento que voy a caerme. Estoy terriblemente mareada, tantos días comiendo mal me están pasando factura.

—Char, ¿Te sientes bien?

—Si... No, no me siento para nada bien. Estoy por morir aquí mismo.

—Estoy cansada de decírtelo, pero lo voy a volver a hacer. Visita a un médico, es demasiado para ser un simple problema estomacal. No lo vas a solucionar tomando un digestivo para que se te pase. Char, no es por molestar, pero tú y.... —tartamudea un poco.  —Tú, y él... Ya sabes... ¿Se cuidaron?

—Dulcie, claro que sí... Pero... —cierro los ojos, mi periodo debió venir hace unos cuantos días, siempre he sido regular. —No, no, no... Amiga, yo no puedo estar...  —se me forma un nudo en la garganta, esto no me puede pasar a mí.

—Saldremos de la duda, iré con el profesor Hoffman para decirle que te sientes mal y que yo te acompañaré al médico. Tú ve al estacionamiento, yo voy a alcanzarte.

Ella se aleja poco a poco y yo tomo rumbo hacia donde me dijo. ¡No puede ser!

¿Y si estoy embarazada? Mis padres van a matarme. ¿Qué haría yo con un bebé? Mi vida estaría automáticamente arruinada. Tienen que ser mis nervios por los exámenes finales, si, eso debe ser. Estoy terminando mi primer año de la carrera, no podría con pañales, mierda, llantos y responsabilidades. ¿Qué diría Samuel de una noticia así? Se volvería loco, pero no de alegría... Un niño en estas instancias de la vida solo vendría para arruinarnos por completo.

— ¡Charlotte! —El para nada educado grito de mi amiga me regresa a la realidad. Ni siquiera sé en qué dirección iba. Ella me tira del brazo para caminar a mi lado. —Te venía hablando y estabas como perdida.

— ¿Y si estoy embarazada, Dul?

—No nos adelantemos a los hechos amiga. —Acaricia mi brazo. —Aunque de confirmarse... Tú y Samuel deben enfrentarlo, juntos.

— ¿Lo dices en serio, Dul? Samuel es un idiota, no puede ni siquiera con su vida. Es tan desobligado que jamás en la jodida vida va a aceptar algo así.