Tardo unos segundos en reaccionar, de lo que digan esos papeles depende mi felicidad ahora mismo, los nervios me atacan, mi corazón se acelera al igual que mi respiración, si no fuese algo que el cuerpo realiza como reflejo, creo que no lo haría.Respira, Ashton, respira.
Todo va a salir de maravilla. La doctora ha venido por nosotros y estamos justo frente a ella, con los resultados en mano. Ya nos ha explicado las complicaciones, el proceso, que luego deberá seguir un tratamiento, con la esperanza de que el trasplante de médula de resultado.
—Lamento darles una mala noticia. —Oh no, no puede ser. Cierro los ojos y siento asco, como si de una amarga hiel se tratase, trago mi saliva. —Ninguno de ustedes tres son compatibles con la niña. Tampoco lo es su amiga.
¿Qué?
Mi mundo se viene abajo, no puede ser, en mi, vivía la esperanza de serlo, no existiría cosa más hermosa que poder salvar su vida. Aparto las lágrimas, no importa, voy a buscar un donador hasta por debajo de las piedras de ser necesario, la lucha no se acaba mientras me resten fuerzas. Aunque mi ánimo vaya en un declive total.
—No. —Murmuro por lo bajo. Hay que seguir la búsqueda. No somos nosotros, pero debe existir alguien que pueda ayudar.
—No todo es malo. —Se pausa. —Tenemos a un donador voluntario, y sus pruebas arrojan que es compatible con Sophie.
Como cuando luego de una horrible tormenta por la noche, con truenos y relámpagos, al día siguiente ves aparecer la aurora en todo su esplendor, justo así se fue mi nube negra, esa que me persigue desde que recibí esta espantosa noticia. Mi luz de esperanza ha aparecido.
—Ella ya se encuentra bajo observación, es un proceso que se realiza antes de poder intervenirle.
— ¡Oh, Dios! —Gracias al cielo. — ¿Quién es? ¿Cómo se enteró? —Es como si aire puro entrase a mis pulmones. Pero que preguntas más idiotas las que hago.
—Las políticas del hospital mantiene que los donadores que vienen en anonimato deben permanecer así.
—Comprendo. Por favor, dígale que estoy totalmente agradecido, la oportunidad que le está dando a mi hija, de verdad, abrácele o no sé, que sepa que esto es... Maravilloso, que reciba miles de bendiciones y que goce de buena salud por siempre.
—Yo le diré, no tenga cuidado. Ella se enterará de sus palabras.
Ella.
— ¿Es chica? —fue una pregunta murmurada.
—Sí, y afortunadamente cumple con todos los requisitos, pero lo más importante es que está dispuesta a donar, hoy en día muchos tienen miedo por los tabúes existentes.
—Juro que besaría a esa mujer, ¡Santo Dios! —abrazo a mis padres. —Dios bendiga a ese corazón bueno.
—Yo te dije que tus ruegos iban a ser escuchados, cariño —susurra mamá, cuanta razón.
—Tendremos que dejar pasar unos días para que el donante y receptor sean preparados, le mantendremos el tratamiento a Sophie mientras programamos el día de su intervención.
Yo tenía que verla, besarla y abrazarla. Oh, mi Dios, apareció un buen corazón que está por salvar la vida de Sophie.
— ¿Puedo verla ahora? —pregunto esperanzado.
—A Sophie, sí — ¿Por quién cree que le he preguntado? —Cuando la dejé estaba desayunando, así que pueden pasar, ya saben las medidas a tomar antes de que entren al cuarto.
ESTÁS LEYENDO
Prometo Quererte Siempre
General FictionCinthya Sarria: Prometo Quererte Siempre Sinopsis: Es la historia de Ashton Scott, un padre soltero que se ha superado para darle lo mejor a su pequeña hija. Se dice por ahí, que no hay amor más perfecto que el de un padre a sus hijos. PQS, nos mos...