uno

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Aquí estoy otra vez escuchando sus quejas, no la entiendo, por que no se da cuenta?.
No entiendo por que no termina con el si la hace llorar tanto. Cosa que yo no haría, no la lastimaria, al menos no de adrede.

-escuchame y tranquilizate por favor porque no te entiendo. son las tres de la mañana por el amor de dios- le digo adormilada mientras agarro las llaves del coche y mi chamarra- Sheyla, tranquilizate ¿si?, voy para allá-dije cortando la llamada.

Y ahí voy a las tres de la mañana conduciendo para consolar a la princesa, me puede, enserio me puede. Me detuve en un 7-eleven de camino a su casa para comprar dos cafes, obviamente uno para ella y uno para mi.
Detuve el coche estacionando fuera de su casa, me baje del coche me dirijo hacia su puerta.
Cuando estoy a punto de tocar sale y me abraza.

-por qué tardaste tanto?- me pregunta aún con lagrimas en los ojos mientras me abraza.
-Shey, hay que entrar hace frio- le digo apartandome de ella para que entremos ya que hace demasiado frio afuera. -toma antes de que se enfríe- le digo entregandole su café.
-Gracias- me dice sollozando.
-¿que paso Sheyla? - le pregunto mientras nos sentamos en su cama, ya que por alguna razón ella se dirigió hacia su habitación sentandose en ella con las piernas cruzadas y recargada en la pared
-José me dijo que no quería que tomara el caso de la reportera, que no me convenía meterme en esos asuntos, y yo le dije que no se meta en mi carrera, que era mi decisión, pero el lo tomo como si no me importara lo que el me dijera.

Creo que no les eh contado como es Sheyla, es hermosa, lo digo enserio; sus pestañas son hermosas, sus ojos son hermosos, sus labios son hermosos, su cabello es hermoso... Su trasero es hermoso, enserio disfruto mucho viendolo. Pero volviendo al tema sus ojos son cafes, dirán ¿que tienen de especial unos ojos cafes? Y eso es simplemente porque no han visto como brillan, lo bien que contrastan con su piel; su cabello es largo, casi hasta su cintura.

-Sheyla, talvez tiene razón, has visto como están las cosas, podria pasarte algo.

-NO PUEDO CREER QUE TE PONGAS DE SU PARTE!- dijo gritando y levantandose de la cama.

-No me estoy poniendo de su parte Shey, solo que sabes como están las cosas.

- Claro, no se para que me molesto, eres igual que el.

Suspire, esta mujer realmente me iba a volver loca. Realmente estaba agradecida de estar de vacaciones, odiaba no dormir, a menos que me quede despierta de una forma divertida, si saben a lo que me refiero.

-Sheyla si por preocuparme por ti soy igual que el, pues si, no puedo discutir eso. Ahora puedes venir, tranquilizarte e intentar dormir por favor? Mañana tienes que ir a trabajar- le dije mientras levantaba la cobija de su lado.

-no te vas a ir?- me dice mientras se acuesta en el lugar que le dije.

-si no quieres no, mañana te llevo al bufet, son las cinco así que te quedan seis horas para que duermas.

Me acoste a su lado y ella se acerco a mi mientras para acostarse en mi pecho para después quedarse dormía. Siempre me sorprendió su facilidad para quedarse dormida tan rapido...

Eligeme A MiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora