treinta y tres

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Tenía a Sheyla a horcajadas en mi centro, moviéndose lentamente, mientras mis manos estaban en sus senos. Cada vez se movía más rápido y yo podía sentir como cada vez nos acercábamos más al orgasmo; y así fue, llegamos a él casi al mismo tiempo, nunca me había mirado de la manera en que lo hacia en eso momento, era indescifrable.

Se recostó en mí y me daba pequeños besos mientras yo sonreía, estaba completamente idiotizada dentro de una burbuja de la que no quería salir

- ¿Cómo te sientes, cielo?- después de meditar su respuesta un segundo me responde.

- Me siento tan bien, no quiero dejar de estar así. - le doy un beso en sus labios y otro en la frente y la recuesto en la cama quedando yo ahora encima de ella.

- No quiero volver a la realidad, Camila. No quiero despertar.

- No pensemos en eso, mañana veremos, ¿podría ser?.

Me dio un beso el cual respondí y baje de ella para acostarme a su lado.
Nos quedamos en silencio solamente mirándonos, hasta que Sheyla sube otra vez en mi cuerpo y la beso de nuevo, acaricio su espalda hasta llegar a su trasero, apretándolo, masajeándolo. Doy vuelta con ella en la cama quedando ahora yo arriba, bajo por su cuerpo desde sus labios repartiendo besos y mordidas por donde pasan mis labios; en su cuello, sus pechos, su abdomen, todo esto sin dejar de acariciar su centro con mis dedos, trazando círculos en él, que ya estaba bastante húmedo.
Sigo besando su cuerpo, hasta llegar a sus piernas donde le dejé una marca roja, que se notaba por lo blanquecina de su piel. Regreso mi camino hasta su pelvis y puedo sentir su respiración más agitada, jadeante, casi necesitada. Ella pone sus manos en mi cabello apretando y al mismo tiempo empujando hacía abajo, guiandome hacía donde me necesitaba con más urgencia.

- ¡Por favor, Camila haz algo!. - y eso fue lo que hice, comencé a chupar su clítoris mientras tenía dos dedos dentro de ella, entrando y saliendo. Continué así y ella apretaba mi cabello mientras yo lo hacía - más rápido, por favor. - hice lo que me pidió, Lamí más rápido, mordí suavemente ese manojo de nervios, notando cómo su cuerpo reaccionaba, preparándose para terminar.
Cuando lo hice recogí todos sus jugos en mi boca, saboreando su sabor con mi lengua; su exquisitez.

Me acosté a su lado de nuevo y pude notar su pecho subiendo y bajando aceleradamente. La miré a los ojos y le Sonreí, atraje su cuerpo al mío en un abrazo que ella me correspondió.

- No quiero que termine, Cam. No quiero volver a la realidad.

- Yo menos mi cielo, yo menos.

Me encontraba en el cielo y no quería irme, estaba volando y no quería caer... Sabía que si caía iba a doler como la mierda
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Al día siguiente desperté desnuda y con el cuerpo adolorido. Sheyla estaba envuelta en las sábanas y yo no tenía ni un poco, por lo que agradecía que su habitación sea calurosa.

Giré hacia mi costado para mirarla y en ese momento, viendo su hermosa cara, su hermoso cuerpo me di cuenta de dos cosas: moriría por despertar aunque sea un solo día más a su lado y la segunda, mataría por pasar el resto de mi vida con ella.

Cuidando no despertarla me levanté, recogí mi ropa que estaba tirada por toda su habitación, hasta que caí en cuenta de algo; era la habitación de los dos, la cama donde acabábamos de hacer el amor era donde ella dormía con su esposo. ¡Maldita sea! probablemente, obviamente los dos hacían el amor ahí. Él la tocaba en esa cama, Él la hacía suya en esa cama, Él la amaba en esa cama.

Hace unas horas estaba en el cielo, podía volar. Ahora estoy ardiendo en las llamas del infierno y me acabo de dar de bruces contra el concreto. No podía moverme ni reaccionar.

- Camila, Camila, por favor me estás preocupando.- Sheyla me sacó de mi trance aunque seguía procesando todo.

- Me tengo que ir Sheyla- me apresuré a ponerme mis zapatos, aunque ella me detuvo mientras lo hacía.

Me tomó de las mejillas y me obligó a que la mirara a los ojos.

- Cariño, por favor dime que te pasa. Hablame- hasta que comenzó a llorar ella pude darme cuenta de mis propias lágrimas deslizándose en mis mejillas.

- Te amo Sheyla, Te amo demasiado y te he amado por tanto tiempo. Te amo y me duele el pensar que tal vez yo no me ame a mi lo suficiente por ignorar que estás casada y que estás compartiendo tu vida con alguien que no amas, ¿De que tienes miedo?.

- Yo lo...

- ¡no, maldita sea! No mientas y digas que lo amas porque no lo haces, no tienes derecho- en ese momento no sabía si mis lágrimas eran de coraje, de frustración o de tristeza- y sobre todo no te mientas a ti, porque me amas, me amas y no lo aceptas. Me lo dicen tus miradas y celos que ignoré también... Si me amas amame, ámame con fuerza, ámame sin miedo, ámame como te amo. Eligeme, Sheyla. Eligeme porque mi alma hace tiempo que te eligió a ti. Y no te estoy mendigando, te estoy pidiendo la oportunidad de que nos dejes ser felices a las dos. Eligeme o dejame ir.

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Mis Camren feels.

#FUCKTYRENFUCKMATHMILAFUCKPRS

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