catorce

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Ya habían pasado dos semanas desde la ultima vez que «hable» con Sheyla. Ya no sabia como hablar con ella y realmente me estaba hartando toda esta situación.
Justo ahora estaba trabajando en un caso y me había tocado estar en un caso con Karla y no con Eduardo como de costumbre. Decidí que en cuanto terminara de tomar la declaración del caso iba a ir al trabajo de Sheyla, iba a aprovechar que salia a comer a la una para hablar con ella.
Apenas eran las diez de la mañana, Karla y yo íbamos de camino a la agencia para llevar los archivos del caso en el que estábamos trabajando para que pasara a manos de la procuraduría de Justicia.

Llegamos y ni siquiera había puesto un paso dentro de la agencia cuando Eduardo me estaba jalando a la calle.

- Vamos, ven conmigo.

- ¿A donde?... Hoy tuve que estar con Karla y tengo...

- Ya se... Pero el coman nos mandó a un caso, subete- hice lo que me dijo y en cuanto cerré la puerta aceleró la camioneta a tope, avanzamos una calle y prendió las sirenas. Avanzamos dos calles más y cuando menos pensé ya se nos habían unido otras tres camionetas.

- ¿Traes bien puesto el chaleco?.

- Si.

- ¿Traes el cargador lleno y uno de repuesto?.

- Si... ¿Que pasó?.

- Llegó un reporte de secuestro, tienen una pareja, una vecina escucho los gritos de una mujer y después que se calló de golpe. Hay una unidad de policía que llego al lugar pero reportaron que llegaron y cuando iban a salir de la unidad un tipo les disparó y levantaron el reporte.

Al fin llegamos al lugar y estacionamos rápidamente en frente de la casa. Era una casa sin baranda de rejas, el porche estaba al descubierto y al entrar estaba una ventana, escuchamos la voz de un hombre que nos gritó que los dejáramos escapar y no le iban a hacer nada a las pareja de rehenes. Elohim bajó de una de las camionetas junto con Alejandro, quien era su compañero.
Ya todos habían bajado de las camionetas y ahora estábamos buscando la manera de entrar,ya que en cuanto alguien intentaba acercarse, ellos disparaban.

- Tenemos un plan- dice Alejandro acercándose a Elohim, Miguel y yo- ¿Ven esa luz de allí?- nos pregunta apuntando hacia adentro de la casa, a lo que asentimos. -Vimos por la mira del arma y es una puerta abierta, la vecina dice que da al patio y hay un pasillo antes de la salida; Estaba pensando en esto... nos brincamos con mucho cuidado de no hacer ruido y podemos entrar y agarrarlos desprevenidos, los policías que llegaron dicen que solo son dos así que no sería tan difícil detenerlos, la vecina nos da permiso de brincarnos por su techo para entrar al patio; vamos tres y...

-yo voy- les digo acomodando mi arma.

- Si tu vas, yo voy- dice Eduardo... Por eso lo amo al idiota.

- Yo también- nos dice Elohím.

- Muy bien... Entonces siganme.

Llegamos al patio de la señora y subimos rápido al techo de ella para pasar al otro ya que estaban casi juntos, solo teníamos que dar un pequeño salto.

Eduardo brinco primero al suelo del patio, seguido de Elohim y después yo. Había una pequeña ventana que era del baño, ya que había una botella de shampoo al otro lado.
Estaba la puerta de la casa y había un pequeño pasillo que daba a lo que parecía ser el comedor. Íbamos en fila para entrar; primero iba Elohim, luego yo y al ultimo Eduardo. Antes de entrar nos hizo una seña Elohim para que nos detuviéramos. Al parecer había una puerta abierta a un metro y teníamos que tener cuidado, se alcanzaba a ver a uno de los tipos asomándose por la puerta de la calle con un arma pero no veíamos al otro. Los tres íbamos apuntando hacia al frente y nos detuvimos a un lado de la puerta de la habitación. Elohim dio un vistazo rápido y vio que había un tipo de espaldas apuntando a un lugar y el segundo vistazo que dio, entro rápidamente y se acerco al tipo apuntándole a la cabeza, le susurro que bajara el arma lentamente y no hiciera ningún ruido; Cuando bajó el arma rápidamente llevo las manos del sujeto hacia atrás y lo esposó. Una vez que Eduardo y yo vimos que lo tenia bajo control continuamos y ahora yo iba adelante, cuando llegamos al final del pasillo le hice una seña a Eduardo para que se detuviera y sin dejar de apuntarle en ningún momento me acerque a el.

- ¡No te muevas!... Deja el arma en el suelo sin ningún movimiento brusco y pon las manos atrás.- cuando lo hizo, Eduardo se apresuro y lo esposó.
Elohim entró a la sala con el otro detenido y mientras Alejandro y otro agente se los llevaban Eduardo y yo íbamos a ver a los rehenes. Cuando los soltamos la chica nos abrazo y cuando terminó se fue a abrazar a su esposo mientras lloraba y temblaba.
Después de informarle de los hechos para que abrieran una investigación a los encargados del peritaje, teníamos que ir a la comandancia, pero realmente tenía que hablar con Sheyla y ya eran las doce y media de la tarde, faltaba media hora para que saliera a su hora de comida, así que le pedí a Eduardo que me llevará al bufet donde trabajaba ella y el aceptó. Llegamos siete minutos antes y Eduardo decidió que iba a ir a comprar un té y algo para comer al oxxo en lo que yo trataba de hablar con Sheyla.

Decidi esperarla en la puerta así que allí estaba yo, sentada en el ultimo escalón que había para llegar al edificio. Ni siquiera me había dado cuenta que traía puesto el chaleco antibalas y traía la placa colgando del cuello. En eso estaba que cuando voltee hacia enfrente Sheyla ya iba en el último escalón.

- ¡Sheyla!... ¡Sheyla espera!- le grite mientras bajaba corriendo los escalones pero ella siguió caminando.- Sheyla, escuchame... ¡hay que hablar!-  le digo llegando a ella y le tomo el brazo para que voltee.

- ¿Que quieres?.

- ¡Quiero disculparme! Tenemos dos semanas sin hablar Sheyla... Por favor.

- Después hablamos, tengo apuro- realmente me estaba cansando de toda esta situación.

- ¿Cuando Sheyla? ¿Cuando vamos a hablar? ¿ En dos semanas? ¿un mes? ¡Cuando, maldita sea!.- sentía las lágrimas agolparse en mis ojos y en cualquier momento iban a salir.

- ... Después.

Otra vez se volteo y siguió caminando, así que caminé rápidamente hacia ella, La tome de la cintura y la gire hacia mi.
Quedamos frente a frente, casi rosandonos y podía sentir su respiración.
Así que hice lo único que quería hacer en ese momento, la pegué más a mi y la bese... No podía pensar en nada más, un beso suave. No quería separarme nunca.
Hasta que ella se aparto bruscamente... Se me quedo mirando con lagrimas en las mejillas... ¡Y bum!, Un guantazo.

- no te quiero volver a ver.- me dice para después alejarse llorando. Creo que ahora si lo termine de arruinar.

XXXXXXXXXX

Lo siento, todo este tiempo pensé que ya lo habia subido
pfff 

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