Como era costumbre, un día salí a comprar mi desayuno a un local de café & donuts cerca de mi lugar de trabajo, después de que me entregaran mi orden que consistía en un frappé para camila y un café descafeinado para mi me disponía a regresar. Justo cuando iba a salir, una vieja compañera de universidad iba a entrar; me quedé un rato hablando con ella y tomé mi café ahí, lo bueno del frappé era que ya era helado y no tenía que apurarme.
Después de ponernos al tanto de los últimos años me contó que ella trabajaba en el bufete jurídico de los padres de un amigo de ella llamado Gerardo o algo así y me ofreció trabajar con ellos, yo le comenté que debía pensarlo.
Ahora habían pasado tres meses de que había aceptado, se presentó un caso de una reportera a la cual le estaban acusando de acoso y ese tipo de cosas, eran las tres de la mañana y después de discutir con José no sabía que decisión tomar; lo único que se me ocurrió llamar a Camila llorando a las tres de la mañana... que patética.
Cuando contestó me dieron más ganas de llorar, traté de decir algo pero no salía nada coherente.
-Escúchame y tranquilizate por favor porque no te entiendo. son las tres de la mañana por el amor de dios Sheyla, tranquilizate ¿si?, voy para allá- Camila cuelga y después de unos minutos escucho su auto estacionarse fuera de mi casa. Me levanto de mi cama y corro a la puerta de mi casa, cuando la abro Camila estaba a punto de tocarla pero no alcanzó ya que en cuanto la abrí me lance a abrazarla.
- ¿Por qué tardaste tanto?- pregunto sin soltarla.
- Shey, hay que entrar hace frío. toma antes de que se enfríe- me dice extendiendo el café para que lo tome.
- Gracias- le respondo.
nos dirigimos a mi habitación y nos sentamos en la cama.
-José me dijo que no quería que tomara el caso de la reportera, que no me convenía meterme en esos asuntos, y yo le dije que no se meta en mi carrera, que era mi decisión, pero él lo tomo como si no me importara lo que dijera.
Ultimamente José buscaba cualquier motivo para discutir, se estaba volviendo molesto e incomodo.
-Sheyla, tal vez tiene razón, has visto como están las cosas, podría pasarte algo- Camila me miraba con preocupación en su cara, pero aún así fue muy molesto para mi.
- ¡No puedo creer que te pongas de su parte!- no pude evitar gritarle, aunque no se lo mereciera.
-No me estoy poniendo de su parte Shey, solo que sabes como están las cosas.
- Claro, no se para que me molesto, eres igual que él- suelta un suspiro casi imperceptible, casi de fastidio.
-Sheyla si por preocuparme por ti soy igual que el, pues si, no puedo discutir eso. Ahora puedes venir, tranquilizarte e intentar dormir por favor? Mañana tienes que ir a trabajar- se levanta y abre la cobija de mi lado de la cama, voy hacía donde ella y me recuesto, me moría de sueño sinceramente.
- ¿No te vas a ir?- pregunto rogando mentalmente que se quedara a mi lado, no rea nada romántico estaba segura.
-si no quieres no, mañana te llevo al bufet, son las cinco así que te quedan seis horas para que duermas- se acostó a mi lado y yo me acerqué a ella recostandome en su pecho. No sentí en el momento que me quedé dormida.
Esa fue la primer pelea con ella, si podría llamar así. Aún así Recuerdo que esa noche tuvo un sueño que irónicamente me quitaría el sueño otros días.
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Eligeme A Mi
Romance¿Qué tan valiente se necesita ser para luchar por lo que amas o por quien amas? ¿Qué tanto depende tu felicidad de ti misma?. Imaginas un futuro con la persona que amas pero ella no hace más que apartarte. -TERMINADA-