47

1.3K 63 0
                                    

Continuamos la mayor parte de la noche haciendo el amor, yo montándola, moviéndome encima de ella, ella me miraba, me tocaba, me sonreía, me besaba, me mordía. me reclamaba. Fue así casi toda la noche hasta que no pudimos más y nos quedamos dormidas desnudas, Después de que las dos concluíamos que no queríamos despertar si este era un sueño.

_____________________________________

A la mañana siguiente desperté y no noté a Camila a mi lado en la cama, lo que me hizo sentarme rápidamente buscándola con la mirada y la ví ahí parada sin reaccionar con su ropa en la mano y completamente desnuda.

Me levanté y me acerqué a ella haciendo que me mirara, y lo hizo pero no reaccionaba.

 — Camila, Camila, por favor me estás preocupando-

  — Me tengo que ir Sheyla—  Camila sale de su limbo mental para sentarse en mi cama y comenzar a ponerse sus zapatos, a pesar de que estaba desnuda.

— Cariño, por favor dime que te pasa. Hablame— La obligué a que me mirara mientras mis lagrimas se deslizaban por mis mejillas.

— Te amo Sheyla, Te amo demasiado y te he amado por tanto tiempo. Te amo y me duele el pensar que tal vez yo no me ame a mi lo suficiente por ignorar que estás casada y que estás compartiendo tu vida con alguien que no amas, ¿De que tienes miedo?.

— Yo lo...- Su grito me hizo separarme de ella dando un paso hacia atrás

— ¡no, maldita sea! No mientas y digas que lo amas porque no lo haces, no tienes derecho— Me apuntaba con su dedo indice, y sus lagrimas ahora salían con más fuerza, en sintonia con el tono de su voz — y sobre todo no te mientas a ti, porque me amas, me amas y no lo aceptas. Me lo dicen tus miradas y celos que ignoré también... Si me amas ámame, ámame con fuerza, ámame sin miedo, ámame como te amo. Elígeme, Sheyla. Eligeme porque mi alma hace tiempo que te eligió a ti. Y no te estoy mendigando, te estoy pidiendo la oportunidad de que nos dejes ser felices a las dos. Eligeme o déjame ir.

No lo hice, no pude. Simplemente me encerré en mi misma y le pedí que se fuera, y ella lo hizo, mirándome de nuevo con decepción, tratando de tal vez hacerme cambiar de opinión. Pero no podía y ahora me dolía de una manera desgarrante porque había probado el cielo y no había luchado por ganarme un lugar en él. Debía haberle dicho que si, que la elegía, que me abrazara y se quedara conmigo, que la amaba que me ayudara a luchar, que me enseñara.

Necesitaba tiempo para pensar por lo que me tomé unos días fuera de la ciudad, José insistió en ir conmigo pero rechacé rotundamente su petición. Discutimos por horas, y yo me sentía mal por no sentirme culpable por lo que hicimos yo y Camila en la habitación en la que discutía con él.

Pero aún así me fui, lo deje ahí a pesar de saber que cuando volviera solo iba a encontrar un vacío enorme entre los dos, con el que tendría que lidiar por un tiempo. me fui con la esperanza de aunque sea tener un descanso estando lejos de aquí.

___________




Eligeme A MiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora