veinticinco

1.4K 80 2
                                    

Habían pasado 5 meses desde que me vine a Guanajuato ya que me ofrecieron quedarme por más tiempo de lo establecido por lo que acepté.
En estos meses no había tenido ningún contacto con Sheyla y no contesté el mensaje que me envió cuando vine para acá, lo único que sabía por lo que me había dicho Eduardo era que ella y Erendida estaban con los preparativos de la boda y en otras cosas que Elohim y Karla habían renunciado para tener una vida más tranquila o algo así.

Por fin iba a volver a Chihuahua después de tanto tiempo y mi mamá y mi hermano decidieron volver conmigo, mi papá se quedaría un poco más por cuestiones de trabajo, pero después nos alcanzaría; a lo que decidieron comprar una casa cerca de la mia.

Por lo tanto yo iba a regresar a la comandancia por lo que esperaba que todo siguiera igual. Este tiempo me había servido para pensar y darme cuenta de que las cosas eran cómo eran y yo no podía hacer nada al respecto, Sheyla se va a casar, está enamorada y punto, no hay más.

Después de varias horas de vuelo al fin llegamos a casa, llamé a Eduardo para vernos en la Cantina de Don Arturo y aceptó.

Llegamos los dos al mismo tiempo, yo iba en mi coche ya que Eduardo lo dejó en el aeropuerto por que no iba a tener oportunidad de ir a recogernos.

-¿Cómo estás, idiota?- le dije y corrí a abrazarlo.

Lo extrañaba cómo no tenía una idea, Eduardo es de las personas más importantes en mi vida y no se que haría sin el.

-Te extrañé demasiado cómo no tienes una idea, que sea la última vez que te vas- me dijo mientras me abrazaba igual de fuerte.

-¿me dejas respirar?.

-Pues te extrañé mucho, te vas y ya.

-tenía que irme, era por mi bien.

Después de saludarnos entramos a la cantina y nos sentamos en una banca junto a la rockola. La música estaba demasiado alta y teníamos que gritarnos para escucharnos, pero al menos era buena música así que valía toda la pena.

-Hay nuevas personas en la comandancia, hay una nueva teniente y nuevos agentes y... Hay una sorpresa - me dice y después se calla, eso es lo que me desespera de él, hace mucho de emoción y después no es nada importante.

-¿Que pasa Edi?

-Valeria y Gerardo están saliendo.

¡Wow! ¡Al fin! Esos dos ya habían tardado, son perfectos juntos y era hora de que se dieran cuenta que están hechos el uno para el otro y no tenían que perder más tiempo. Era hora de que dieran ese paso.

-¡no tienes idea de lo mucho que me alegro!.

- también tengo otra noticia, la sabía desde hace tiempo pero te la quería decir en persona por que me hace mucha ilusión y es demasiado importante y me hace muy feliz y... Estoy divagando mucho... Erendida está embarazada.

Tardé unos segundos en reaccionar ante la noticia, era demasiado muchísimo muy bueno y podía estar segura de que Eduardo estaba más feliz que la mierda. Era algo que siempre había querido él y... Wow.

-¡Eduardo! No tienes idea de lo feliz que estoy por ti, se cuanto querías esto y estoy segura de que seras un excelente padre... Por que eres una hermosa persona y...- no pude continuar por que las lágrimas empezaron a salir sola y los sollozos.
¡Pero es que estaba tan feliz! Todo estaba saliendo bien, mis amigos están felices y una felicidad que se merecían.

- Erendida y yo estuvimos hablando y queremos que seas la madrina; ¿Qué dices?.

- ¡Claro! Es la mejor noticia en el mundo.

Después de un rato más hablando nos despedimos ya que era algo tarde y mañana tenía que llegar más temprano de lo normal para ponerme al corriente con los casos, nuevos agentes, nuevo funcionamiento interno, etc.

A la mañana siguiente hice mi rutina matutina y me fui a la comandancia. Eduardo llegaría en dos horas, mientras, yo me ponía al tanto con el comandante para que después me presentara a la nueva teniente (llamada Cristina o algo así), ya que ella sería algo así cómo mi jefa directa y recibiría ordenes además de que tendría que informar a ella de cada operación que hiciera.

Se dio la hora de entrada y se hizo una junta general, no por mi regreso si no por nuevos planeamientos, nuevo funcionamiento, nueva organización de equipo, dirección general, etc.

Ahora las operaciones se harían por cuatro personas en vez de en parejas. La buena noticia es que en el mio seguía Eduardo, además de un nuevo agente llamado Fabián y otro llamado Alfonso.

Estuvimos poniéndonos al corriente con Fabián y Alfonso.
Fabián de primera impresión se me hizo una persona sumamente sencilla, sin complicaciones y demasiado agradable y Alfonso muy inteligente. De inmediato nos entendimos y nos dimos cuenta que teníamos una manera de trabajar demasiado parecida, por lo que no iba a ser tan difícil trabajar juntos.

Pasamos toda la tarde investigando un caso que nos asignaron y el día de mañana saldríamos a tomar fotos del lugar y vigilarlo.

Todo iba bien ahora, y esperaba que así continuara.

------------------
🗽

Eligeme A MiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora