veintidós

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Cuando llegue a casa de Valeria, tal como había dicho ya estaba lista. En cuanto llegue ella subió al coche ya que ella estaba afuera de su casa.

- Te ves hermosa Vale.

- Lo se, pero gracias... Tu también Cami.

- ¿Como has estado?.

- Bien... Igual que siempre, lo mismo.

Seguimos platicando de camino a donde se iba a oficiar la boda. Cuando llegamos ya había dado comienzo, se nos hizo tarde por que se me antojó un hot-dog así que compramos uno de pasada.

Tomamos asiento junto a Eduardo y Erendida; Sheyla, Jose y Gera estaban sentados delante de nosotros. Cuando ya nos habíamos sentado Sheyla volteó a verme y me sonrió.

La boda fue muy emotiva, los votos fueron hermosos, los vestidos eran hermosos, Vane y Estela se veían muy lindas; pero ahora venia lo más importante, el banquete. En cuanto se terminó la boda todos nos dirigimos al salón en el que se iba a dar el banquete.

Llegamos al Salón y se veía completamente hermoso... Estaba todo blanco, los manteles, las sillas, las paredes, luces blancas, en medio del salón había un enorme candelabro que daba luz a gran parte del salón, y en la salida que daba al jardín habían unas enormes cortinas blancas también, el jardín estaba lleno de pasto y había una pequeña laguna artificial.

En una mesa nos sentamos alrededor Valeria, yo, Eduardo, Erendida, Jose, Sheyla, Elohim, Karla y Gerardo; Gerardo justo enseguida de Vale.
En otras mesas estaban los familiares y demás invitados de las novias.

- ¿Quieres que te cambie de lugar? - le dije a Valeria al oído.

- No... Se supone que estamos bien, como amigos, pero bien.- me responde también al oído.

- Ya sabemos que andan o lo que sea pero dejen de hablarse al oído que tanta dulzura me deprime- dice la metiche de Karla abrazando el brazo de Elohim.

- Le estaba diciendo que si me acompañaba por más vino.- le respondí a la metida de mi amiga.

- Claro, así se le dice ahora- comenta Jose ganándose un codazo de parte de Sheyla.
¡por dios, Sheyla!.

- Te ves hermosa Shey- le digo mirándola fijamente a los ojos hasta que siento un golpecito en la pierna- maldito Eduardo- lo que me hizo apartar la vista.

- Es perfecta verdad, soy tan afortunado de tenerla a mi lado.- dice José pasando un brazo alrededor de los hombros de Sheyla, algo posesivo realmente.

- Bueno, voy por otra cosa diferente para tomar.- me levante de la mesa y fui a la barra sin preguntar si alguien quería algo.- ponme vodka en las rocas-
el bartender me lo dio y me lo tome de un solo trago, pedí otro y me lo tome igual, le pedí otro pero esta vez más grande y con jugo de arándano para llevarmelo a mesa.

Llegue a la mesa y me senté, ya les habían dado más vino.

- ¿Traías sed verdad? Te vimos desde aquí entrandole al vodka - ¿Que le pasaba ahora a este idiota? José estaba haciendo comentarios con sorna hacia mi desde hacía un rato, lo cual me extrañaba, ya el no era de esa manera conmigo.

- La verdad si, pero queda mucha todavía por si quieres, ¿te traigo un vaso?- le respondo igual con sorna.

- Yo quiero, ¿me acompañas por favor?- me pide Eduardo.

- Pues traigan una botella- nos pide Karla.

- Y piden una botella de jugo de arandano.- nos dice Sheyla.

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