tres

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I know you don't want me anymore
By the look on your face
They say when it rains it pours
You can tell by my face.
Amo esa canción,  es maravillosa,  y triste. Luego de llevar a Sheyla me dirigi a la casa de mi amigo Eduardo,  al cuál conocí también en el mismo trabajo donde conocí  a Sheyla de hecho ahora que lo pienso a todos mis amigos los conocí ahí, a Eduardo,  Vanesa,  Esthela y Erendira. Eduardo es alto,  fornido, sus ojos son cafés y siempre trae una barba corta,  el cuál también es novio de Erendira. Los dos trabajamos en la agencia federal de investigación en México,  es decir somos agentes y es genial.
Camino a su casa llegue a una pequeña tienda para comprar un refresco y frituras grandes,  le pague a la cajera y me fui a mi carro, le dí marcha y ahora si me fui  a su casa. Llegué y cuando apenas iba a tocar abrió la puerta y me quitó las Frituras.

-Takis!  Te amo.- me dijo con una sonrisa de oreja a oreja mientras yo cerraba la puerta detrás de mi.

Su casa era demasiado amplia, antes de entrar había un pequeño jardín y a un lado la cochera,  ya a la entrada habían unos pocos escalones,  en el recibidor había una pequeña fuente y después estaban la sala y la antesala,  todo pintado de color blanco, igual las sillas y los sofas eran blancos,  su casa tenía dos baños y dos recámaras; su casa es herencia de su tía.
Nos dirigimos a la sala de estar donde el estaba jugando Calle of Duty y mientras me sentaba el me dio un control,  después el se dirigió a la cocina por unos vasos y un bowl para poner las frituras y comer mientras desayunamos.

-¿Por qué traes piyama a las doce de la tarde?.- me pregunta mientras pone los vasos, el refresco y el bowl ya con las takis dentro encima de la mesita central.

-Porque me quede con Sheyla y no eh ido a mi casa a cambiarme de ropa y ahora que lo pienso tampoco me eh bañado.- le respondo mientras escojo mi jugador.

-¿Te quedaste?¿y que hicieron?.- me pregunta con su cara de estúpido pervertido mientras seguimos jugando.

-Nada idiota!  ¿Que vamos a hacer?, bueno de hecho no me quede,  de quedarme,  Me llamó porque se sentía un poco mal y como era tarde me quede a dormir y después la lleve a su trabajo y me vine para acá.- le explique para después agarrar mi vaso y darle un trago al refresco.

-¿Y piensas hacer algo en algún momento de tu vida?

-¿algo como qué?- le pregunto aún sabiendo la respuesta.

-Algo como decirle lo que sientes,  besarla, no se, algo, ¡lo que sea!- me responde un poco exaltado.  Y se que es porque le desespera la situación ya que el estuvo en la misma situación hace unos cinco años con Erendira.

-Es mi amiga Eduardo,  y sabes como es.

Una vez tuve una pequeña discusión con Sheyla acerca de la homosexualidad y dijo que no le gustaban las mujeres y bla, bla,  bla ;Lo que tiene de hermosa lo tiene de idiota. En fin después mi amiga Esthela salió del closet por así decirlo y le dijo que no estaba de acuerdo pero la apoyaba y otra vez bla, bla, bla.

-¿No has visto como te mira?- ¿alguna vez se va a rendir este hombre? Me pregunto

-No Eduardo,  no me eh fijado- Le respondo un poco agotada,  y es que ciertamente era cansado,  tenerla enfrente y querer besarla y acariciarla hasta que no haya o exista nada más,  que simplemente se olvidara de todo lo que existe y no haya más que solo yo  xy ella. Precisamente por eso trataba de no pensar en lo que podría ser;  porque me dolia y me mataba al mismo tiempo. Maldita sea! Dolía como el infierno!  Y ciertamente lo era. Pero cuantos no nos conformamos con tener un poco,  lo que sea,  a no tener nada.

-La semana que viene entramos- me dice cambiando de tema, tal vez noto mi dolor o lo que sea,  o comprendió que no quería pensar en eso.

-Lo se, faltan tres dias ¿te das cuenta- puras tristezas.

-vamos tres a tres ¿hacemos equipos?.-me pregunta refiriéndose al juego.

-claro,  pues si ya sabes- le respondo con una sonrisa.

Se dieron las cuatro treinta y cinco de la tarde y me despido de Edi. En lo que llego a mi casa se dan las cinco,  me desvisto rapidamente en lo que me dirijo a darme una ducha. Termino de bañarme y vestirme a las cinco y media, decidí ponerme un top negro y un blade y pantalón de vestir con unos botines, todo del mismo color; el blazer esta semi abierto, así que se me ve un poco de abdomen, lo cuál es fabuloso. Tengo media hora para ir a recoger a Sheyla así que me dirijo a mi coche,  un Jetta negro 2013.
Cuando llego a su trabajo faltan cinco minutos para las seis así que la espero; obviamente.

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