CAPÍTULO 1

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Siempre me he preguntado por qué nunca me han gustado los chicos de mi clase. No me interesa ninguno a pesar de ser la persona más enamoradiza que conozco. En clase ando continuamente con mis amigas y en mi tiempo libre estoy pegada al ordenador o a un libro. Sinceramente, creo que he nacido en el mundo equivocado. Las únicas personas de las que me he enamorado son personajes ficticios y me gusta pasar tiempo con ellos. Obviamente para pasar tiempo con ellos necesito dos vías, el ordenador o el libro. Mi gran amor es un personaje de un juego otome. Desde la primera vez que lo vi, fue un flechazo. Han pasado años y aún sigo enamorada pero afortunadamente es correspondido.

Oigo un ruido. Cada vez se hace mas fuerte y es muy molesto, pero ¿Qué demonios?. Abro los ojos y me encuentro el techo de mi habitación. Rápidamente estiro el brazo y cojo el teléfono.

-¿Hola...?

-Hey, tú, ¡¿Por qué demonios no me cogías el teléfono?!- No me puedo creer que Luna me haya despertado-.

- Ni si quiera te oí llamarme hasta ahora Luna, y porque cuando quieres puedes ser muy plasta- La verdad es que Luna es la persona más insistente que conozco ¿Cómo es capaz de llamarme a las nueve de la mañana y hablarme como si no hubiera hecho nada fuera de lo normal?

-Hay que graciosa- Ironiza divertida – Bueno, quería decirte que...- Continuamos hablando durante una hora larga hasta que yo me despido por fin-.

-Voy a ponerme con el portátil, adiós.

-¡Espera! ¿Vas a jugar a corazón de melón?- En su voz noto un tiñe de perversión- A ver si ese novio tuyo te quita ya las bragas!

-Pero ¿qué se supone que...?- Demasiado tarde, ha colgado. Esta chica es demasiado-.

Corazón de Melón es el juego otome al que juego siempre. Hace poco que por fin nos hemos declarado a nuestro chico. Aún me emociono al recordar la imagen del beso...

Abro el portátil emocionada y entro en mi cuenta.¿ Mi chico? Castiel, y me vuelve loca. Nunca he sentido nada así, pero fue un flechazo. Creo que es mi otra mitad, el chico destinado para mí. Desafortunadamente está metido dentro de un ordenador pero yo sueño con que un día llegue mi Castiel a la realidad. Mientras tanto me conformaré con jugar.

"Fin del episodio, nos vemos en el próximo episodio." Felizmente guardo el portátil y caigo en qué día es hoy. ¡El último día de vacaciones! Hay no, con lo bonito que es el verano.

Algún día: Corazon de MelónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora