Algún día: Corazon de Melón

CAPITULO 49

CAPITULO 49

-¿Qué? Dime ya qué pasa, Vicky- exijo nerviosa-.

-Ha vuelto...- dice entre sollozos- Mark ha vuelto a hacerlo.

-¡¿Qué?! ¿Qué ha hecho?

-Me he despertado hace dos o tres horas y me ha dejado una foto. Una foto mía.

-¿No pudo habérsela dejado tu madre olvidada?

-No, es una foto mía de anoche, durmiendo. Volvió a entrar y esta vez ni me enteré.

-¿Estaría vigilando que la policía se fuera?

-Claro, seguro ha estado pendiente todos estos días- solloza-.

-Pero no podemos llegar y decir que es él, nos van a pedir pruebas.

-Yo lo que sé es que como esto siga así ya no voy a poder dormir- dice entre llantos-.

-¿Lo saben tus padres?

-No, obviamente no. No voy a dejar que se enteren de esto...

-Ahora vamos todas- digo y cuelgo, tenemos que detener esto-.

-¿Qué ha pasado?- pregunta Laya asustado-.

-Mark sigue acosándola- digo y veo culpabilidad en su mirada, era un amigo suyo de toda la vida. De cierta forma me siento culpable porque se ha peleado con él por mí... pero es un maltratador así que mejor así-.

Me traigo a Laya conmigo y las chicas al hospital. Al entrar veo que Vicky se sobresalta, tiene los ojos hinchados de llorar.

-Primero necesitamos saber seguro que es él, alguna prueba- dice Luna-.

-Debemos mirar las cámaras de seguridad- dice Ster muy seria, y el mundo se me ilumina-.

-¡Es verdad!- gritamos Alya y yo al unísono-.

-¿Cómo accedemos a ellas?- pregunta Laya-.

-Yo veo lagunas en esa idea...- comenta Vicky-.

-No hace falta que las veamos nosotras directamente, podemos preguntar- zanja Ster-.

Ster y yo bajamos a la planta de recepción para preguntar. Veo que se guarda los auriculares, eso significa que se va a poner seria. Sonrío disimuladamente. Llegamos al mostrador y comienza la acción.

-Hola, perdone- comienza Ster con su seriedad y serenidad de siempre- en nuestra habitación han desaparecido cosas y no estamos seguros de cómo ha podido pasar.

-Hemos mirado por todos lados pero creemos que alguien pudo entrar anoche en la habitación para llevárselo- continuó-.

-¿Qué ha desaparecido?- pregunta la mujer sorprendida-.

-Una maleta, tenía la cartera y el móvil dentro, y los libros de clase- la mujer suspira-.

-¿Cree que puede mirar en la cámara de seguridad de ese pasillo si alguien entró?- pregunta Ster-.

-Vosotras no las podéis ver, necesitaríais una orden legal. Pero puedo ir a mirar yo- Bingo. La mujer se levanta y se aleja, entra en una habitación detras de su mostrador, que abre con una llave. A los cinco minutos sale de nuevo un poco consternada.

-¿Y bien?

-Anoche entró alguien en la habitación- Genial, lo tenemos- pero no salió con ninguna maleta.

-¿Cree que la pudo sacar de alguna otra forma?- disimulamos con el paripé de la maleta-.

-No creo, pero es extraño que haya entrado a escondidas y salido como si nada...