CAPITULO 18

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Llego a casa muy alterada, no dejo que mis padres se den cuenta de nada pero rápidamente me meto en la ducha para relajarme y ayudar a eliminar todo rastro de llanto en mis ojos. Me desnudo y abro el agua calentita. Me coloco bajo el chorro y al instante siento cómo mis músculos se relajan, el placer del calor. La nada, la nada aparece en mi cabeza y mi mente queda en blanco, que alivio. No quiero pensar en nada, sólo quiero concentrarme en el calor y el sonido del agua chapotear contra el plato de ducha. Por una vez en mucho tiempo no noto mi latido, no siento escalofríos, nada. Aunque no sé qué es mejor, para mí, ahora mismo esto es una maravilla. Pero el estado zen dura poco, las imágenes comienzan a acumularse en mi cabeza y yo intento echarlas, pero su voz resuena, sus palabras, las que me hicieron llorar y apartarlo de un empujón. Vuelven los sentimientos, malditos, ya tardaban. La rabia y el dolor bullen en mi interior, cuánto más tiempo pasa, más me indigno. Pero ese dolor cubre todo, me duele lo que ha hecho. Me ha tratado mal, me ha cogido como si tuviera el derecho, como si fuera algo fácil, irrelevante. Lo peor para mí ante todo eso es que casi me besa, me hubiera besado como si nada. Como si fuera algo insignificante, sin importancia para él. Si cree que yo lo dejaré hacer lo que quiera, si cree que yo voy a estar siempre ahí haga lo que haga, está muy equivocado. Supongo que fue capaz por su falta de sentimientos hacia mí.

Salgo de la ducha y comienzo a tiritar, está llegando el invierno y hace un aire frío. Me enrollo con la toalla y al llegar a mi cuarto me pongo el pijama directamente. Son alrededor de las tres pero ya tengo planeado quedarme el resto del día sola en mi cuarto. Estoy harta de quedar y estoy harta de los chicos. Dos chicos me han intentado besar en tres días, pero ¿qué les pasa? Esto es de locos. Encima me molesto con uno al intentar besarme porque le intereso y no me interesa, y me molesto con el que me interesa porque me intenta besar de forma desinteresada. Muy bien esto es genial, la vida es genial. Es hasta cómico. Estúpido Casleb. Se va a comenzar a dar cuenta de que no me va a tener a su lado sin importarme lo que haga. Además, me toca mucho, yo dejo que me toque mucho. No es que sea descarado o irrespetuoso porque esas cosas no deben permitirse pero sigue siendo contacto corporal. Algo leve, como roces, empujones o pequeñas caricias puntuales. Algo que ahora que estoy realmente enfadada no voy a permitir. Ahora sabrá que me puede perder por sus actos. Aunque sería perder a una simple amiga.

Se lo cuento todo a las chicas, que ya habían tenido malas noticias por parte de Alya. Ahora me ha tocado a mí.

"Estoy flipando" declara Luna

"Y yo, tía, en colores" coincide Vicky

Se ve que no se les ocurre qué decir, se han quedado sin palabras.

"En realidad" empieza Ster, la única que se decide a hablar "deberías estar feliz, osea, le ha dado un ataque de celos brutal"

Ninguna escribe por segundos, parece que todas nos lo estamos pensando.

"Yo lo sospechaba pero la verdad que lo tienes bien pillado" continúa Ster

"¡¿CÓMOOOO?!" exclamamos todas, nunca se me hubiese ocurrido pensar eso de lo que acaba de ocurrir

"Claro, ya he pillado su juego" No me acordaba de lo observadora que Ster puede llegar a ser, ella es la que más en silencio está, escuchando música y participando puntualmente en las conversaciones pero se da cuenta de todo.

"No lo había visto así, pero tienes toda la razón, ahora que lo pienso quitando lo del intento de beso eso fue claramente un ataque de celos" coincide Luna

"Es verdad" dice Alya "estamos en el mismo saco, Gabby" bromea

"La verdad es que Ster tiene razón" se une Vicky, y yo veo asombrada que puede que tengan razón, puede que Casleb se haya puesto celoso pero eso no quita lo que de verdad me cabreó. El hecho de que intentara besarme como si fuera algo insignificante, irrelevante. Sin importancia.

Algún día: Corazon de MelónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora