Han pasado varios días desde que conocí a los padres de Casleb, a su madre por segunda vez. Su padre no se veía mala persona pero yo sé todo lo que ha hecho, esos ataques de ira, esa falta de respeto a lo que ama su hijo. Al menos aprueba una cosa de las que ama, a mí. Me río al pensarlo, aunque él no lo sabe. Sospecha. Creo que estoy preparada para presentarle mi novio a mis padres uno de estos días. Tengo que pensar cuándo y cómo. Por otro lado, Siro sigue andando con Ced bastante, cuando no está Al. En cuanto los ambos están en la misma escena, se evitan. Puede que Ced lo haya notado, pero piense que hayan discutido el día que se quedaron juntos. Ni se imaginará la verdad. Aunque, Siro me dice que han hablado en algún momento fuera del insti. Al no quiere que los vean juntos, se ha emparanoiado, tiene un miedo atroz a salir del armario. Porque a estas alturas, su heterosexualidad es tan real como el azul de los ojos de Siro. Además, Al no sabe que nosotras sabemos lo que pasó, y es aún más incómodo. Somos amigos desde el colegio, y pensar que haya estado reprimiéndose así... sin que nosotros nos dieramos cuenta. Es impactante. Pero donde Siro pone el ojo, pone la bala. Y esto era una excepción.
-¿Por qué ya Siro y tú no andáis juntos?- le pregunto, aunque ya sepa la respuesta-.
-Porque hemos discutido, pero no pasa nada, lo estamos arreglando- sonríe- son cosas de tíos, nada importante- sí, se ve creíble. Pongo los ojos en blanco-.
-Siro parece afectado, espero que lo arregléis pronto- noto el remordimiento en su mirada al oír sobre el malestar de Siro, ¿Podría ser que le importe? ¿Que en realidad Siro sea correspondido?-.
Cuando salgo del instituto me despido de las chicas y camino sola hacia casa. Cuando giro la esquina escucho unas voces, miro. Siro y Al están hablando apartados, bastante tapados por el muro.
-Sabes que te importo- le dice Siro-.
-No es verdad- lo rechaza Al de forma brusca-.
-Ah, entonces ¿No te importo?- Siro y sus preguntas trampa-.
-N-no es eso, osea... joder. Deja de liarme- exclama Al-.
-Cuando quedamos por las tardes a veces te dejas besar y a veces no. Si tienes sentimientos por mí no deberías reprimirlos.
-Yo no tengo sentimientos por ti, Siro.
-¿Y esos besos qué son? ¿Por compasión?- otra pregunta trampa-.
-No hay ningún beso- se niega Al-.
-¿Cómo? Ahora de repente no hay, ya lo estás negando otra vez.
-Intentas forzarme a hacer cosas que no quiero.
-Yo no te fuerzo a nada, Alexander.
-No me llames así, sabes que no me gusta- se queja Al nervioso-.
-¿No te gustan mis besos? ¿Los quieres olvidar por eso?- otra pregunta trampa-.
-No es que no me gusten, esto... Dios...- Al parece frustrado-.
-Entonces, si te gustan, ¿Por qué los quieres olvidar?
-Está mal...- se derrumba Al y oigo que su voz se quiebra-.
-No, es amor. El amor no está mal, nunca lo estará- le susurra Siro para consolarlo y veo que le empieza a besar la mandíbula y el cuello. Al se deja, no puede resistirse a Siro. Creo que sí, creo que lo quiere-.
La respiración de Al se vuelve agitada, tendrá una lucha interna.
-¿Es por tus padres?- le pregunta Siro en voz baja mientras continúa dándole besos-.
-Yo... es que tengo miedo de decepcionarles- dice con la voz quebrada, y sé que está llorando-.
-Eres su hijo, te quieren. Nunca nada que hagas les va a decepcionar- le dice Siro-.
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Algún día: Corazon de Melón
FanficGabby es una adolescente de 15 años que nunca se ha interesado por un chico. Excepto por Castiel, un personaje de Corazón de Melón, el juego que a ella tanto le gusta. Un día llega a clase un alumno nuevo con las mismas características que Castiel...