Todo está en silencio. Estamos presenciando la escena tantas personas, y a la vez todo está en un silencio sepulcral. Como si todas supieramos lo que está pasando. Y tengamos miedo de lo que viene. Dura unos segundos, por lo que parece que no se han separado aún, y eso me sorprende.
-Esto...- se oye la voz de Al rasposa y puedo sentir su estrés- no... yo... ¿Qué haces? A mí no...- tartamudea-.
-Creo que sí- le dice la voz de Siro, muy segura- yo creo que sí- y sé lo que le está afirmando.
-N-no, Siro.. a mi me gustan las chicas.
-¿Ah sí? ¿Y por qué no te has alejado de mí todavía?- mi corazón da un brinco, y el de Al tendrá que haber dado mil más-.
Se oye una pausa y Al suspira, luego traga saliva.
-Yo sé lo que soy, y tú no...- pero Siro lo interrumpe-.
-Yo creo, que no tienes relaciones amorosas porque no te ha gustado ninguna chica. Porque no te gustan las chicas.
-No, yo soy así, ya te lo he dicho. No me interesan las relaciones ahora mismo. Punto.
-¿Entonces por qué no te has apartado aún, Al?- dice Siro, con una seguridad aplastante y una voz algo seductora-.
Se vuelve a oír silencio. Supongo que Al tendrá una guerra en su cabeza, para procesar qué está pasando.
-Pensaba que éramos amigos- le dice-.
-Y lo somos- le contesta Siro- pero yo quiero algo más. Y ¿Sabes? No creo que no te guste, la verdad...
-No me gustas, ningún tío me gusta. Tienes que tener eso claro.
-Lo que tú tienes que tener claro es que te debes dejar llevar- le espeta Siro con firmeza- como ahora, cuando te he besado.
-No me he dejado, me has cogido por sorpresa. Siro, no sigas intentando algo que no se va a poder.
-Cállate ya, deja de ponerte barreras tú mismo cuando sabes la verdad.
-¡¿Qué verdad?!
-¡Qué te gustan los tíos y te gusto yo!
-Y-ya te he dicho que no. Mira, me voy a ir- dice Al y oigo cómo se levanta de la cama-.
-Son las tantas de la noche, ¿A donde vas a ir?- protesta Siro-.
-¡No lo sé! Pero aquí no estoy cómodo.
-Sí lo estás, ese es el problema. Que aquí estás más cómodo que en ningún sitio y no quieres estarlo- dice Siro y oigo que se levanta también-.
-No es verdad, te has cargado nuestra amistad porque quieres tener algo que no te puedo dar- protesta Al-.
-Yo tomo lo que quiero, estoy acostumbrado a eso.
-¡Pues ésta vez no puedes! ¡No puedes, Siro, acéptalo!
-Sí que puedo y ambos lo sabemos- dice la voz de Siro con furia y oigo sus pasos-.
-¿Qué haces?- dice la voz de Al entre nerviosa y furiosa-.
-Cállate ya, y déjate llevar- oigo como se besan, la respiración pesada de los dos. Jadeos. Trago saliva. No se oye más, se oyen pasos torpes y rápidos que se acercan, a la cama. Oigo el roce de la ropa mientras se la quitan y los jadeos se vuelven mas fuertes-.
Susurro
-Es mejor que los dejemos ya, chicas- todas comienzan a colgar y escucho las últimas palabras-.
-Ven, deja que me siente encima- es la voz de Siro, y entonces sí, cuelgo-.
Al día siguiente llegamos a clase todas con cara de poker, no sabemos qué decir de lo de anoche.
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Algún día: Corazon de Melón
Fiksi PenggemarGabby es una adolescente de 15 años que nunca se ha interesado por un chico. Excepto por Castiel, un personaje de Corazón de Melón, el juego que a ella tanto le gusta. Un día llega a clase un alumno nuevo con las mismas características que Castiel...