CAPITULO 15

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Hoy iremos en autobús hasta la pista de patinaje, tengo un poco de miedo pero estoy emocionada. Voy a clase y me pongo a hablar con Luna sobre esta tarde hasta que empiezan las clases.

-El pelirrojo se fija mucho en ti- me susurra Luna a mitad de clase, yo me viro y en efecto, Casleb tiene la cabeza apoyada sobre una mano de forma pasota mientras me mira tranquilamente. Al conectar miradas ni se inmuta, sino que me saca la lengua aún con semblante serio-.

-Cosas de él- le digo-.

Pasan las clases como siempre y cuando suena el timbre Casleb me agarra de la muñeca antes de que me vaya.

-Esta noche hablamos, te mando un mensaje para ver qué peli vemos y a qué hora quedamos.

-Vale- le sonrío-.

Se aleja

-Puede que le moleste verte con Laya y prefiera irse a verlo- me susurra Alya-.

-No digas tonterías- le sonrío despreocupada-.

Voy a mi casa y quedamos en la parada. Me pongo unos vaqueros ceñidos y una blusa roja y negra, me abrigo con una chaqueta peludita por el frío que hará.

Al llegar veo a las chicas igual de abrigadas y sonrientes, creo que a todas nos hace mucha ilusión.

-Qué guapa, Gabby- me dicen-.

-Vosotras también- sonrío-.

Unos minutos después llegan Laya y sus amigos bromeando entre ellos. Laya se ríe pero cuando llegan junto a nosotras para y me sonríe. Le devuelvo la sonrisa, mientras Mark y Vicky empiezan a hablar entre ellos dos. Subimos al autobús.

Luna se sienta conmigo y Laya se sienta delante con otro amigo. Mark y Vicky se sientan juntos por lo que Alya se pone detrás de nosotras, con uno de ellos.

Al llegar nos ponemos los patines y comenzamos a caminar hacia la pista. Mark ayuda a Vicky a avanzar, pues ellos ya han venido y saben patinar mejor. Laya me llama y yo avanzo hacia él.

-Ven que te ayudo- me tiende una mano y se la agarro para no caerme-.

Comienzo a deslizarme con una mano agarrada a la pared y con otra cogida por Laya. Finalmente él tira de mí hacia el centro de la pista y yo suelto un pequeño grito de impotencia. Él ríe y me guía hasta que finalmente le pillo el tranquillo y comienzo a patinar por mí misma, pero la verdad que hay muchas parejas, podríamos pasar por una de ellas. La idea me hace reír y Laya me sonríe.

-Estás sonrosada por el frío, es adorable- eso me hace reír y me da un poco de vergüenza-.

-Calla, no digas esas cosas.

-Ven, gira- levanta mi mano y me da una vuelta como si estuviéramos bailando-.

-Siento como si estuviera aprendiendo de nuevo a caminar.

-Pues seré yo quien te enseñe- sonríe-.

-¡Cuidado!- grita una voz- ¡Allá vamos!

Mark y Vicky nos empujan adrede y siguen su camino a gran velocidad, nosotros trastabillamos y yo estoy a punto de caerme cuando Laya me agarra justo a tiempo. Nos quedamos unos segundos recuperando el aliento en esa posición, yo boca arriba sujetada por la parte baja de mi espalda por Laya, que me mira fijamente mientras se recupera. ¡Qué susto!

-Seguramente nos hubiéramos puesto malos si caíamos al suelo, iríamos por ahí con la ropa mojada-.

-De verdad que son...

Algún día: Corazon de MelónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora