CAPITULO 60

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Mi cumpleaños está en medio del Otoño, por lo que el fresco comienza a acercarse. He celebrado mis dieciséis años en una fiesta de pijamas con las chicas y esta noche toca celebrarlo con Casleb. Estos meses me estoy encontrando mejor, la verdad, mejor de vedad. Por fín estoy en armonía. Ahora las cosas están bien, todo está bien, finalmente. Ya era hora. Cuando me encuentro con Laya me siento rara, porque esta persona me sigue importando a pesar de todo. Será por eso que acepté ser amigos... Estuve ignorándolo y evitándolo durante bastante, pero cuando lo miraba sabía que en algún momento tendríamos que hablar. Cuándo hablé con él se echó a llorar por lo que había pasado, estaba desesperado por no perderme. Pero unos cuernos, una infidelidad es lo más bajo que me faltaba por recibir. Acordamos ser amigos, y he de decir que me siento un poco rara a veces, pero me voy acostumbrando. En cuanto a Casleb, voy a seguirlo hasta el fin del mundo por el fin de los tiempos, y él a mí. Por fín, felicidad.

Salgo de la ducha y me visto con un mono negro, ropa interior negra también. Me dejo el pelo suelto y cojo un autobús para el restaurante, ya esta oscureciendo. Al llegar veo las tenues luces del restaurante, es muy romántico. 

-Niña- me llama la voz de Casleb, me giro- qué guapa estás- dice y se inclina a besarme, le correspondo y me separo con cautela, le sonrío. Le he dicho que he decidido ir poco a poco, ir adaptándome para coger confianza de nuevo. Que ahora esté bien no significa que una no tenga sus cicatrices, de errores se aprende. Y yo quiero ir despacio. Él lo respeta, aunque sé que le gustaría tener más contacto-. 

-¿Qué tal?- le digo, mientras comienzo a entrar en el local. Nos dan mesa en la parte trasera del restaurante, en una terraza con vistas a la lejana costa-.

Casleb se pasa la mano por el pelo y fija su mirada en mí, me sonríe. A estas horas el ambiente siempre es más íntimo.

-Pues hemos llegado aquí- dice, y sé a lo que se refiere- ha sido un largo tramo ¿Eh?- me río-.

-Y que lo digas, mis recuerdos de mi cumple pasado son tan lejanos. Parece que fue hace una eternidad...

-Eso quiere decir que en poco hacemos un año- me sonríe y asiento-.

-Han pasado tantas cosas- me río y miro cómo juego con mis manos sobre la mesa-.

-Y lo hemos superado, lo has superado. Gabby, eres una luchadora- se ríe, y sé que en parte lo dice de verdad-.

-Al final los frágiles también podemos ser fuertes.

-Tenéis otra fuerza, mucho más impresionante- le sonrío, me siento bastante coqueta esta noche. Supongo que es por el ambiente tan romántico y sentimental-.

En la cena pido espaguetis a la marinera, aunque dejo todos los mariscos. A veces puedo ser molesta con la comida. Casleb prefiere carne antes que pasta, así que es lo que pide. 

-Tienes dieciséis años, ¿No quieres empezar experimentando... probando alguna bebida alcohólica?- me guiña el ojo-.

-No, gracias. No es lo que más ilusión me hace en el mundo, la verdad- pongo los ojos en blanco-.

-Sigues siendo una bebé entonces- me pincha y coloca su mano sobre la mía, siento las cosquillas en el estómago y veo como juega delicadamente con mis dedos. Luego la aparta. Sonrío, está respetando mi decisión. A veces me da pena, pero es lo que hay-.

-Eres el mejor- le digo, y no hace falta decir nada más, porque él sabe todo lo que conllevan esas pocas palabras- ¿Sabes qué?- exclamo, y él me mira. Por primera vez pienso en confesarle mi "gran secreto" a Casleb, pienso en dejar que sepa qué pasó cuando apareció en mi vida, qué pensé. Hablarle de Castiel. Siento una presión fría en el pecho por los nervios, pero en este momento tengo la suficiente confianza para admitirlo, contarlo-.

Algún día: Corazon de MelónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora