Capitulo 10

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Desperté con un intenso dolor de cabeza, mis párpados fueron abriéndose luego de unos instantes. Mi mirada se poso en cada extremo de la habitación, las paredes eran de un color oscuro, con algunos toques en sus extremos de color rojo.

Elevé mi vista, dejándome ver un techo realmente grande, con pequeñas figuras grabadas en plata, todo era realmente gótico. La habitación tenía detalles increíblemente hermosos, dándole un toque aterrador, y a la vez dejándola ver una apariencia antigua.

Al salir de la cama pude comprobar que me encontraba vestida con un vestido negro, que para mi sorpresa cada vez que lo tocaba o caminaba, una sensación extraña recorría mi cuerpo haciéndolo temblar levemente.

La cama era muy grande y al los lados de esta se encontraban dos pequeñas mesas de noche, sobre estas se encontraban prendidas dos velas blancas. Todo tenía un aspecto de otra época, era impresionante la belleza que se encontraba en esos colores tan oscuros.

Me sorprendí con lo que estaba viendo, cada cosa, cada detalle, era malditamente hermoso y a la vez aterrador.

Lo que más me asombró, fue encontrarme nuevamente con la mujer, apoyada en el marco de la puerta, algo dentro de mi presentía en que debía de confiar en ella, pero por otro lado me advertía que no lo hiciera.

No es muy normal encontrarte con un desconocido y que de un momento a otro despiertes en una habitación que no es la tuya e incluso que en ella te encuentres devuelta con la misma persona.

Al encontrarla mirándome fijamente, no pude evitar sobresaltarme levemente, tenia mucha curiosidad por saber que hacia allí.

Comencé a acercarme, solo unos pasos me faltaron para estar finalmente cerca de su cuerpo.

-¿Qué hago aquí?- fue lo único que salió de mi boca.

-Estas aquí porque debemos hablar de algo muy importante- su mirada era seria, sabía que intentaba intimidarme, pero no logró hacerlo.

-¿A si?- sonreí incrédula- ¿De que hablaremos?- me crucé de brazos, mientras en mi rostro crecía una sonrisa cínica.

-De tu verdadera identidad- comentó simplemente.

Al escuchar esas palabras mi sonrisa se borro en el instante, dejando mi rostro serio.

-No comprendo de que hablas- mi voz sonó preocupada.

-Por favor- soltó una carcajada sarcástica- tu sabes muy bien de que estoy hablando- su mirada era penetrante.

-¿A que quieres llegar con todo esto?- pregunté enfadada.

-Quiero que sepas la verdad- comenzó a acercarse hacia mi, mientras sonreía levemente.

-¿De que hablas?- murmuré confundida, y en parte era cierto, estaba tan confundida con lo que me estaba sucediendo, que ya no sabia en que creer.

-Solo necesito que me escuches- me pidió.

-Está bien- suspire cansada- habla- añadí de manera seria.

-Primero necesito que te sientes- pidió- va a llevar mucho tiempo-añadió al ver mi mirada confusa. Asentí mientras nos dirigíamos hacia la cama.

-Puedes empezar- susurré un tanto desconfiada. Ella pudo notarlo, porque me miro con ternura, mientras me acariciaba la mejilla.

-Confía en mí- sonrió.

Sentía que tenia que confiar en ella, pero temía que todo fuera un truco, y que todo lo que digiera fuera mentira.

-No es un truco- me miró enfadada. Me sorprendí por sus palabras, mi boca se encontraba levemente abierta, mi cerebro trababa de procesar lo que acababa de suceder.

La ElegidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora