POV. Mercy.
-¡Alice!- exclamé al observarla aparecer.
Su mirada se rehusaba a encontrarse con la mía.
-¿Qué sucede?- preguntó llegando a mi lado.
-Debo de hablar contigo- respondí quitándole un pequeño rastro de lágrimas sobre su mejillas.
Algo en mí se removió incómodo al sentir el dolor que emanaba cada poro de su cuerpo.
-¿Qué ha sucedido, cariño?- me atrevo a preguntar.
-No comprendo- murmuró con voz apagada.
-¿Qué no comprendes, cariño?
-No comprendo el por qué de querer a personas que nunca me querrán, no comprendo por que rompo mi corazón a causa de mis ilusiones- suspiró posando sus manos sobre su rostro un breve instante- Quisiera desaparecer, aprender a sobrellevar el dolor que se instala en mi pecho, dejándome sin aire. ¡Quisiera alejarme de todo por un miserable tiempo!- exclamó desesperada.
Suspiré dirigiendo mi atención a un punto inexistente en la habitación.
-Debemos irnos, Alice- hablé luego de unos minutos en silencio. Podía sentir su mirada quemando mis entrañas.
-¿Qué?- respondió sin dar crédito a lo que escuchaba.
-Lo que quiero decir, es que es momento de partir. El tiempo se acaba, y es momento que tú desentierres la caja de Pandora; es el momento exacto en el cual está en tus manos decidir si quieres seguir y descubrir cada uno de los secretos que se encuentran escondidos en cada parte de nuestro alrededor, o darte por vencida y dejar que la soledad se apodere de ti, sin piedad.
-¿Por cuánto tiempo?
-El necesario- me incorporé imitando su acción- Unos días quizás.
-Está bien- aceptó- Pero con una condición.
Le miré intrigada, su mirada seguía expresando un profundo dolor.
-¿Cuál?
-Nos iremos hoy mismo, no debemos perder más tiempo- su voz seria provocó una sonrisa en mi rostro.
-De acuerdo, apronta todo nos iremos en un momento.
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POV. Alice Camberleck.
Observaba el pequeño equipaje que se encontraba entre mis manos, según las palabras de Mercy no era necesario tanta ropa, solamente lo necesario.
Un fuerte se escapó de mis labios al sentir el sonido de unos tacos detrás de mí.
Una tenue aura ya conocida se instalaba a mí alrededor, mis ojos se cerraron brevemente intentando alejar el enojo.
-¿Qué es todo esto?- su voz resonó ante todo el salón, mi corazón se exaltó al escucharle.
Mis manos ejercieron fuerza sobre el pequeño bolso.
-Un equipaje- respondí a secas observándola, su mirada se encontró junto a la mía, sus ojos expresaban terror- ¿Qué no lo notas?
-¡Claro que lo noto!- exclamó alterada- ¿Te irás?- su voz tembló en un susurro.
-Si- asentí dirigiéndome hacia la puerta, podía sentir sus pasos siguiéndome- Me iré, dejaré de entrometerme entre todos ustedes- giré por última vez observando su rostro de manera neutra.
Sus ojos me observaron con una profunda tristeza, algo se ocultaban en ellos. Batallando contra sus demonios y su propia consciencia, perdiendo sus estribos con cada una de sus emociones.
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La Elegida
Vampiros«Eres nuestra reina» «El momento está llegando» Susurros y pesadillas constantemente, me mantenían confundida y asustada. Sabía que algo se avecina, pero algo muy malo. «Nuestro futuro está en tus manos» «Ya es la hora mi niña» «No tengas miedo...