POV. Alice Camberleck
-¿Qué es lo que ocultan?- posé mi vista sobre Ethan quien se encontraba a mi lado.
-No lo sé- respondió dudando- han estado actuando raro desde que comenzamos la Universidad- podía notar la decepción en su voz.
-Lo sé- susurré con la mirada fija sobre un punto desconocido.
-¿Qué?- el rostro de Ethan mostraba sorpresa, no esperaba aquella respuesta de mí.
-Todo este tiempo supe que mentían- cierro mis puños fuertemente- pero nunca quise admitir que en verdad era cierto- suspiré dirigiendo mi mirada hacía el.
-¿Por qué nunca me lo comentaste?- preguntó frustrado.
-No podía hacerlo- cerré mis ojos intentando calmarme.
-¿Por qué Alice?- insistió haciendo que que las palabras que estaba reteniendo explotaran, saliendo como dagas disparatadas en cualquier dirección.
-¡Porque no me podía permitir confiar en nadie!- grité.
Sus ojos expresaban tristeza, le dolía que no confiara en él.
-¿Por qué?- susurró- ¿Porqué no confiaste en mí?- se levantó del asiento exaltado.
-Yo...- respondí levantándome- no podía- admití.
-Joder- murmuré posando mis manos sobre mi rostro, unos brazos me rodearon rápidamente atrayéndome hacia su pecho.
-¿Qué haremos?- preguntó luego de unos minutos de silencio.
-Actuaremos con normalidad- respondí deshaciendo el abrazo.
-De acuerdo- accedió.
*******
Desperté a causa de unos suaves golpes sobre mi puerta.
-Alice- se escuchó la voz de Mercy a través de la puerta- debes despertarte- añadió, haciendo que me incorporara rápidamente.
-Está bien- respondí dirigiéndome hacía el baño para ducharme.
Me encantaba la forma en la que el agua recorría mi cuerpo, tranquilizandome. Era increíble el poder que tenía sobre esta, podía controlar su temperatura a mi gusto.
Cerré mis ojos imaginando cómo se elevaba sobre mi cuerpo creando pequeños remolinos sobre mi.
Pasaron unos minutos cuando me decidí comenzar a abrir lentamente mis párpados, esperando ver el resultado.
El agua se encontraba sobre mi dividiéndose en pequeños remolinos sobre cada parte de mi cuerpo, dejándome hipnotizada con lo que veía.
Tiempo más tarde me dirigí a la cocina donde se encontraba Mercy esperando con el desayuno.
Mis pensamientos divagan sobre la conversación que había tenido con Ethan el día anterior, cada palabra se clavaba en mí como dagas afiladas oprimiendo mi corazón.
-Buenos días- salí de mi transe rápidamente, para encontrarme su rostro sonriente.
-Buenos días- saludé riendo por su humor.
-¿Qué es lo gracioso?- preguntó.
-¿Cual es el motivo de tu entusiasmo?- respondí con otra pregunta.
-¿No puedo estar entusiasmada?- respondió ofendida.
-Lo siento- levanté mis manos en señal de rendición.
-Debo hablar contigo- comentó sirviendo el desayuno- de un asunto realmente serio- su voz se tornó seria.
-¿Qué sucede?- la miré preocupada.
-Falta cada vez menos para que la Luna Roja se pose sobre el cielo- suspiró- y debemos marcharnos hacia el palacio de tus padres..
-¿Cuando debemos marcharnos?- mi voz se tornó ronca.
-En unos días- respondió terminando su desayuno.
¿Qué sucedería al llegar allí?
Pasaron unos minutos donde el silencio reinaba sobre nuestro alrededor, ambas absortas en nuestros pensamientos.
-Tengo que irme- hablé besando su mejilla, deseando salir rápidamente de la casa.
Realmente me preocupaba cómo podría reaccionar al estar frente a ellos.
Mis pasos fueron frenando a medida que podía ver la Universidad frente a mí, mi mirada trataba de divisar a Ethan entre todas las personas a nuestro alrededor.
El sonido del timbre se hizo presente, anunciando la hora de entrar a nuestras clases. Observaba como todos se adentraban dentro del lugar.
-Joder... ¿Dónde te has metido Ethan?
Un pequeño murmullo llamó mi atención cuando comenzaba a caminar por el pasillo, en este se encontraban pocos estudiantes.
Freno mi cuerpo de forma abrupta al encontrarme a tan solo unos metros de mí a los chicos reunidos, mi mirada analizaba a cada uno con el intento de encontrar a Ethan, pero este no se encontraba allí.
-No podemos seguir mintiéndole- escuché la voz temblorosa de Eliza.
-Tenemos que hacerlo- añadió Logan rápidamente- es por el bien de Alice- algo en mi interior de alarmó al escuchar mi nombre en la conversación.
-No me gusta ocultarle cosas a Alice- habló Rose.
-No podemos contarle que le estamos ocultando cosas de su vida- la voz de Kim sonó seca- no podemos contarle que alguien nos esta mandando a observar sus movimientos en la Universidad, ni podemos contarle que estamos intentando borrar sus recuerdos- añadió en susurros.
La confesión me había sorprendido, podía sentir como el fuego recorría mis venas, el dolor y la ira se mezclaron queriendo explotar y hacer sufrir a esos chicos que se encontraban frente a mí ajenos a mi presencia.
Había tomado una decisión y a partir de ese momento demostraría lo que era capaz de hacer.
-No confíes en nadie- murmuran, mientras salía de aquel lugar apresuradamente.
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La Elegida
Vampire«Eres nuestra reina» «El momento está llegando» Susurros y pesadillas constantemente, me mantenían confundida y asustada. Sabía que algo se avecina, pero algo muy malo. «Nuestro futuro está en tus manos» «Ya es la hora mi niña» «No tengas miedo...