Los minutos pasaban y me encontraba aún con la mirada fija en aquel libro que se ha adueñado de mis pensamientos en estos últimos instantes.
¿Algo cambiara después de leerlo? No lo sé, me temo que tendré que averiguarlo.
Los segundos pasaban demasiado lentos para mi gusto, mi vista se encontraba fija sobre este. Estaba segura de lo que estaba por hacer, sabía que una vez que lograra leerlo por completo nada sería lo mismo.
-¿Cambiaré para bien o para mal?- temo imaginando la respuesta.
Decidida a lo que haría, abrí lentamente la tapa de este libro que por cierto desconocía su título.
Con mis dedos fui tocando suavemente las letras trazadas sobre la hoja, un pequeño ardor envolvió desde mis dedos hasta mi mano completa, podía sentir como las letras se movían bajo mi tacto, uno suave pero a la vez un tanto brusco.
Mi mirada recorría cada una de las palabras trazadas, me encontraba maravillada con lo que veía era encantador o tal vez eso quería lograr para engañar a quien intentara leerlo.
Mis labios fueron moviéndose a la vez que leía cada oración, cada palabra, cada frase. Intentaba entender algunas de estas pero no lograba descifrarlas.
Solo una logró llamar mi atención.
-Cada 1000 años la luna roja regresa, se dice que cada una de las especies jamas vistas se reúnen para celebrar su llegada, solo una noche basta para avisar la llegada de la elegida, una noche en la que miles de demonios querrán matarla, y otros usarla para obtener más poder.
-Una noche.
-Una historia jamás contada.
-Una chica que despertará con inmensos poderes, será la salvación para muchos y la desgracia para otros.
-Cuando la noche descienda y la luna por fin se encuentre en su lugar, todo comenzará, no habrá marcha atrás, tendrá solo una oportunidad.
-Tendrá que elegir entre la vida o la muerte...
-Solo una opción es la correcta, y si se equivoca se desatará una gran catástrofe.
-Los minutos pasan, las horas desaparecen, el tiempo se acaba... Y cada vez falta menos para que la gran luna regrese, solo ella logrará sobrevivir si se lo propone.
-La única sangre real corre por sus venas, ella es la única y última descendiente de su familia.
Mis manos ardían cada vez más a medida que iba leyendo cada una de las páginas, me encontraba absorta en cada una de las oraciones escritas, todo pero absolutamente todo era encantador.
Lo único que quería en este momento era saber que había ocurrido con los reyes, el pueblo, las personas, todos ellos.
El tiempo pasaba lento, y me desesperaba no encontrar ninguna clase de información sobre el reino.
Cuando creía no poder aguantarlo más, una hoja realmente distinta a las anteriores me llamó la atención.
Esta era tan blanca como la nieve, pero sobre esta se encontraba un sello de dos espadas atravezandose en un color rojo. En el punto de vista de otra persona podría pensar que fuera sangre, pero no lo era. Solamente se trataba de un sello sobre tinta roja, tan roja como la sangre.
-Los años pasaban y los reyes se encontraban absolutamente cansados.
-Cansados de esperar a que su hija regresara, no había un día que no rezaran implorando poder encontrar a su pequeña, la luz de su vida.
-La pequeña luz de esperanza que tenían se apagó, y finalmente se dieron por vencidos.
-Intentaron volver con su vida, pero una noche todo cambió, pero para mal.
-Una noche, en la puerta de su castillo se encontraba una bebe recién nacida, su rostro transmitía tranquilidad y una absoluta inocencia.
-Esto desconcertó a los reyes, que sumidos al dolor y una angustia impresionante se dejaron impresionar por esta pequeña niña, una criatura llena de maldad, que sería la peor pesadilla para muchos, esta niña había sido enviada por uno de los brujos más peligrosos de todos, lleno de odio en su alma.
-Los reyes conmocionados por ella, decidieron adoptarla, estaban seguros que era su hija, la heredera.
-Pero que equivocados estaban.
-Los años pasaban y la niña crecía, aquel rostro inocente y angelical fue desapareciendo, dejando así un rostro malvado para los ojos de muchas personas.
-Solo que había un problema, los reyes felices de haber encontrado la esperanza nuevamente decidieron que ella sería su heredera, ella tomaría su lugar.
-Pero lo que no sabían es estaban poniendo en riesgo la vida de muchas personas, muchas especies, incluso estaban poniendo en riesgo su propia vida.
-Esta niña se convirtió en su hija, la luz de sus días. Aquella niña borró todo rastro de su verdadera hija, dejando así un recuerdo borroso en donde no lograban notar.
-Lo que no sabían era que la elegida está viva, y falta muy poco tiempo para que se descubra, solo ella logrará revelar la verdad, y salvar a su pueblo.
-Ella volverá y tendrá que prepararse para lo que se encontrará, necesitará se muy fuerte para luchar contra todo y todos.
Mis ojos ardían, y mi vista se nubló rápidamente no podía creer lo que acababa de leer.
Solo bastó con una palabra para que me desconcertara
Hija
Hija
Hija
Esa palabra se repetía muchas veces en mi mente, dejé el libro a un lado y me levanté de la cama.
Las lágrimas recorrían mis mejillas, como si trataran de escapar.
Un pequeño cosquilleo se instaló en mi pecho, negué frenéticamente con la cabeza.
Sentía mucha ira y dolor a la vez.
Ira porque se cansaron de esperar y a la vez porque llamaron "hija" a otra persona, y dolor porque olvidaron a su verdadera sangre, la olvidaron por completo sin sentirse avergonzados.
Pero otra vez guarde todos mis sentimientos, esperando que algún día pudiera explotar.
Lo único que sentía en este momento era dolor, mucho dolor.
Pero no un dolor normal sino más bien como si estuvieran quemándome viva.
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La Elegida
Vampire«Eres nuestra reina» «El momento está llegando» Susurros y pesadillas constantemente, me mantenían confundida y asustada. Sabía que algo se avecina, pero algo muy malo. «Nuestro futuro está en tus manos» «Ya es la hora mi niña» «No tengas miedo...