Capítulo 90

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POV. Mercy.

-¿Cómo estás segura de que sucederá?- su rostro se contrae al observar a su alrededor.

-Siempre estoy segura de mis palabras, princesa- respondí sonriendo con suficiencia.

-Estamos hablando de teletransportar nuestros cuerpos a otro lugar- cuestionó sin convencerse- ¡¿Acaso estás loca, maldición?! Ni siquiera se porque pienso que es imposible, con todo lo que he visto no me sorprendería que pudiera ser verdad- murmuró posando sus manos sobre su rostro unos segundos.

-Princesa- quité sus manos de su rostro para mirarla a los ojos- Confía en mí, debemos de hacerlo.

No debíamos perder tiempo, los minutos contaban...

No entiendo que quieres lograr con todo esto!- su voz sonaba alterada, comprendía sus nervios, podía sentir que temía lastimar a más personas.

Mi querida Alice, si supieras que no has lastimado a nadie más que a ti misma.

-¿Qué quiero lograr?- pregunté en mi interior- ¡Quiero que al menos todo se solucione antes que lo peor estalle ante ti! Quiero cambiar aunque sea un pedazo del destino.

-No puedes cambiar algo que está escrito- siseo- Solamente hay una persona que puede alterar el futuro y sabes quién.

-Tú- murmuré suspirando, sabía que sería riesgoso hacerlo.

-Sí- asintió- Pero no cambiaré nuestro camino, nuestro destino está pactado y así se quedará- no puedes rendirte.

-¡¿Dónde ha quedado esa chica fuerte la cual siempre ha dicho que el destino uno lo creaba?!- me alteré al pensar que en verdad estaba tirando todos el esfuerzo a la basura por unos imbéciles.

-No tiraré todo a la basura por ellos, Mercy- tensé mi mandíbula al recordar que ambas podíamos leer nuestros pensamientos- Simplemente dejaré que todo suceda a su corto tiempo, siempre tengo una carta bajo la manga, me rendiré solo si es necesario, de lo contrario lucharé.

-Eso espero- respondí deseando que todo acabara.

*********

-Tranquila- hablé al notar como sus manos temblaban levemente a causa de los nervios- Debes concentrarte en tus elementos, deja que el agua y el aire se mezclen dándote tranquilidad. Cierra tus ojos e imagina el Palacio, imagínate a un lado de mí frente a este.

Asintió suspirando suavemente.

-Solo permite que tu cuerpo se sienta libre.

-Permítete sentir, imaginar he incluso lograr.

Mis párpados se cerraron, mis manos se encontraban sobre las de Alice, ambas imaginando el enorme Palacio ante nuestros ojos.

Y es que cuando sientes el agua en tu interior, tranquilizado cada parte de tu cuerpo.

Cuando sientes el aire azotar sin piedad tu rostro, cuando te sientes elevar sin siquiera poder impedirlo.

Cuando te sientes flotar y desaparecer entre las moléculas del aire, es entonces que; lo estas logrando.

Aquello se sentía realmente bien, podía sentir mi cuerpo ser sacudido por una gran ola, para luego ser devuelto con calma cerca de la orilla del mar.

Posando mi cuerpo sobre el suelo, tranquilizado nuestros latidos.

-No puede ser- musitó a mi lado, aterrada.

Mis párpados comenzaron a abrirse suavemente acostumbrándose al nuevo cambio de clima.

Las estrellas adornaban el cielo, dándonos la bienvenida frente al Palacio.

La ElegidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora