Capitulo 33

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Me desperté a causa de un fuerte golpe, mi corazón se encontraba bombardeando velozmente, mi mirada examinaba cada rincón de mi habitación, pero en esta no se encontraba nada.

Rápidamente me levanté de la cama, con un poco de movimientos torpes, pues no me había despertado del todo.

Un escalofrío cruzó por todo mi cuerpo al entrar en contacto con el frío suelo bajo mis pies descalzos.

Mis sentidos se pusieron alerta cuando nuevamente pude oír otro golpe, pero esta vez se escuchaba disminuido. Mis pasos avanzaron lentamente con cuidado de no hacer ningún ruido, no sabía de dónde provenía este, ya que era poco probable que alguien pudiera entrar en mi casa.

Giré la perilla de la puerta procurando no hacer ruido.

Mis pasos eran lentos, procurando no ser descubierta.

A medida que bajaba las escaleras, el ruido se escuchaba cada vez más cerca.

Un exquisito olor a flores inundó mis fosas nasales, provocando que mi pulso se normalizara.

-¿Cómo podía haber percibido el olor de tan lejos?- froté mis manos sobre mi rostro.

A pesar de la confusión no pude evitar sonreír al sentirlo cada vez más fuerte.

-Rose- susurro de manera audible.

Mi sonrisa se ensanchó al encontrar frente a mí, una chica rubia a espaldas preparando el desayuno.

-¡¿Cómo entraste a mi casa?!- grité logrando asustarla.

Rápidamente dio vuelta con una mano sobre su pecho.

-¡¿Que te sucede?!- respondió gritando de la misma manera.

Reí fuertemente, mientras me acercaba para abrazarla.

-Lo siento- me disculpe envolviendola entre mis brazos- no podía desaprovechar la oportunidad- sonreí.

-Casi me matas del susto- ríe- no te salvarás de esta- besó mi frente.

Amaba estar de esa forma junto a ella, me hacía sentir en casa.

-¿Qué estabas cocinando?- pregunté ansiosa.

-Tu comida favorita.

Sonreí al observar sobre el plato panqueques con jarabe de arándanos, y al lado pequeños trozos de tocino.

-¡Qué delicia!- grité feliz- eres la mejor cocinera, chica- reí.

-Espero que no te escuche Ethan decir eso- soltó una carcajada.

Reí asintiendo.

Ambas sabíamos que Ethan era el que mejor cocinaba de nosotros, y cada vez que alguien lo intentaba subestimar lo retaba para que vea quien es el mejor.

Y siempre ganaba él, haciendo que su ego subiera, es por eso que siempre bromeamos de esto junto a Rose.

-¿Cómo has estado estos días?- preguntó de repente.

-Bien, normal- carraspee- ¿y tú?- pregunté.

-Bien supongo- contestó nerviosa.

Fruncí el ceño.

-¿Supones?- pregunté confundida.

-Sí, estuve preocupada por ti- me miró- por lo del otro día- tragó saliva.

Un escalofrío me recorrió al recordar sus miradas de miedo.

Pero había algo que no comprendía, la actitud de Ethan, actuó de manera insignificante, como si supiera todo lo que estaba por pasar.

Me preguntaba si él podría contarme lo que estaba sucediendo entre ellos.

-¿Qué era lo que me ocultaban? Debía de ser algo serio- pensé.

Un silencio incómodo se instaló entre nosotras, ninguna hablaba, el aire cada vez era más tenso.

Las palabras no querían salir de mi boca, mi cerebro se negaba a cooperar causando que no supiera qué hacer.

Rose siempre estuvo acompañándome, nunca me dejó caer es una de esas personas que no quieres que se vaya de tu vida, y eso era lo que yo no quería.

Me dolía ocultarle cosas, claro que me dolía.

El ruido de un teléfono me sacó de mis pensamientos, fruncí el ceño al observar a mi amiga mirando fijamente su celular.

Había algo raro en su rostro, se encontraba completamente sería.

-¿Qué sucede?- pregunté al verla de aquella forma.

-Alice- murmuró desconcertada.

-¿Qué sucedió?- pregunté nuevamente, esta vez nerviosa.

-Tus padres- me tensé- desaparecieron- susurró audiblemente.

-¿Qué?- murmuré.

-¿Cómo habían desaparecido?- pensé sintiendo mis manos temblar por los nervios.

-Alice- intentó acercarse.

Negué con mi cabeza mientras retrocedía, aturdida por todo, llevé ambas mano hacia mi cabeza, dejándome caer sobre el suelo quedando arrodillada en este.

-¡No!- grité desahogándome.

-Mercy- susurré en mi interior.

Segundos después se escuchó un fuerte ruido haciendo sobresaltar a Rose.

-Princesa- escuché antes de que todo se tornara negro a mí alrededor.

La ElegidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora