POV. Alice Camberleck.
-Ella es preciosa- sonrió Lessie a mi lado, observando a la niña correr entre los árboles.
-Lo es- reí con ternura escuchando su dulce risa- No comprendo aún como ha llegado a mi vida.
-Todo sucede por alguna razón, Alice- respondió en suspiros- No cometas los mismos errores que Cassandra.
-¿Cuales errores?
-No atreverse a confiar en su corazón, lastimándote sin siquiera evitarlo.
-Eso no ocurrirá- sentencié con seriedad- Es una niña pequeña, no permitiré que sufra como lo he hecho yo a su edad.
-Se que cuidarás muy bien de ella- sonreí observando como la menor corría hasta mis brazos- No permitas que nadie le dañe quitándola de tu vida.
-Lo prometo- sonreí.
-¿Cómo es tu nombre, cariño?- murmuró con dulzura Lessie, acariciando sus rizos.
-Lucero- contestó la pequeña sonriendo con timidez entre mi cuello.
Reí con diversión- ¿Qué sucede, mi Lucero?
-Me siento protegida en tus brazos, Alice- susurró con alegría, paralizando mi corazón ante su ternura.
Mi mirada se encontró junto a la de Lessie quien nos observaba de una manera extraña.
-Es ella- murmuró audiblemente.
***********
-¿Qué harás con ella?- musito observando a Lucero dormir.
-La cuidaré- respondí con seriedad, no gustándome su tono de voz.
-¡¿Qué harás qué?!- exclamó alterada.
-Me quedaré a su lado.
-¡Tienes dieciocho años, eres una niña, Alice!
-Tengo dieciocho años humanos- gruñí harta de escucharla- ¿Cuantos en realidad tengo?
-Yo...
-¡Responde, Mercy!
-Hace un siglo- susurró con temor.
-Tengo cien años. ¿Te parece que soy pequeña?- pregunté turbada.
¿Cien años?
Por el amor de Gea.
-Realmente eres una anciana, princesa- rieron algunas voces en mi interior.
-Malditos demonios- gruñí.
-¡Eso no viene al caso!- gritó- No puedes tenerla.
-¡Claro que puedo! Es mi vida y mi decisión.
-¡No puedes hacerlo!
-¿Por qué jodida razón no podré?
-Porque tu destino y el de todos cambiaría.
Reí con sarcasmo comprendiendo.
-¿Le temen al verdadero sufrimiento?- indagué creando fuego ante su cuerpo, logrando que retrocediera asustada- ¡¿Temen pagar por sus verdaderos pecados?!
-¡Eso no es cierto!- alzó su mano apagando las llamas.
-¡Entonces dime una maldita razón, Mercy!
-No quiero perderte- tragó saliva con nerviosismo.
-¿De qué hablas?
-Una vez que decidas cuidar de una pequeña guerrera, tendrás que formar un vínculo.
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La Elegida
Vampire«Eres nuestra reina» «El momento está llegando» Susurros y pesadillas constantemente, me mantenían confundida y asustada. Sabía que algo se avecina, pero algo muy malo. «Nuestro futuro está en tus manos» «Ya es la hora mi niña» «No tengas miedo...