POV. Alexander Vincent.
-Alisson- me sorprendí ante su llegada- ¿Ha sucedido algo?
-Quiero que hablemos de Alice- contestó con voz neutra.
-¿Qué sucede con ella?- fruncí mi ceño.
-No deberías confiar en ella- respondió, con un deje de malicia en su voz.
-Tú no tienes que decirme en quien confiar- gruñí exaltado.
-¿Quieres saber quien es en verdad?- rió con indiferencia.
-¡Quiero que te vayas de mi oficina en este preciso momento!- alcé mi voz.
-Que doloroso enterarte que tu perfecta mujer no es más que una simple ilusión, su apariencia no es real y nada de ella lo es. Esconde tantos misterios en su interior, sus mentiras te absorberá por completo, Príncipe. Debería de ser más precavido con quien deja entrar a su corazón, vaya decepción se podrá llevar con lo que encuentre- continuó, ignorando mis palabras.
-¿Qué quieres decir, Alisson?
-Lo que quiero decirte, Alexander. Es que Alice no es en realidad quien tú piensas. Su apariencia no es la real, su verdadera identidad se encuentra resguardada en su interior, te ha mentido al igual que a cada uno de nosotros. Es una mujer peligrosa, su corazón está repleto de odio hacía su familia, deberías tener cuidado a tu alrededor. Ella está en todas partes, recuerda que nadie es bueno, absolutamente nadie.
-¿Qué sabes tú de ella?- respondí indiferente, sus palabras habían causado un extraño presentimiento en mi interior.
-Se más de lo que podrás imaginarte- rió con fuerza, sus ojos comenzaban a cambiar lentamente.
Algo sucedería, algo muy malo.
***********
POV. Gea.
Los niños correteaban de un lado a otro ordenando todo a su alrededor, las pequeñas tiendas que se encontraban en el pueblo comenzaban a desaparecer ante mis ojos, los ancianos terminaban su labor para luego dirigirse hacía sus hogares a la dulce espera de sus familias.
La noche caía avisando que el tiempo acababa tan rápido como de costumbre, la Luna ejerce fuerza sobre el cielo iluminando las estrellas ante su perfecto brillo, causando un gran espectáculo sobre este, sus colores se mezclaban entre si formando pequeñas auroras.
-Es maravilloso- murmuró una voz a mi lado.
-La vida lo es, querida reina- sonreí sintiendo como su interior se encontraba batallando contra sus emociones- Pero eres tú quien tiene la decisión de creer en tus pensamientos, no creas todo lo que ves a tu alrededor podrías equivocarte en lo que decidas.
-¿Qué quieres decir con todo esto?
-Sabes a lo que me refiero, Cassandra- la miré- Sabes perfectamente que trato de decirte, pero te has metido tanto en el agujero repleto de dolor que te encuentras, te has transformado en una persona completamente diferente, envuelta en un profundo rencor contra seres inocentes..
-Las mentiras me han ayudado a cambiar, Gea. No sirve ser una persona bondadosa si nadie lo ve.
Suspiró afligida.
-Observa la Luna- pedí dirigiendo mi mirada a esta- Se encuentra sola en el cielo, brillando para si misma sin tener la necesidad de hacerlo para los demás. Muchos piensan que es frágil, sin luz, incluso le critican tanto que intentan opacar su magia. Otras personas piensan que es maravillosa, sorprendente, pidiendole deseos, contandoles sus secretos, siendo sus mayores confidentes, confiando en ella y creyendo en su perfecto brillo incluso de lejos.
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La Elegida
Vampire«Eres nuestra reina» «El momento está llegando» Susurros y pesadillas constantemente, me mantenían confundida y asustada. Sabía que algo se avecina, pero algo muy malo. «Nuestro futuro está en tus manos» «Ya es la hora mi niña» «No tengas miedo...