POV. Alice Camberleck.
-Déjanos salir.
-Tienes que despertar.
-No escuches sus voces.
-Debes luchar.
-Despierta.
-Debes salvarlos.
-Por favor, lucha contra ellos.
Mi mirada no tardó en dirigirse a cada extremo de la extraña habitación en la cual me encontraba, era pequeña con un aspecto de caverna, las paredes estaban perfectamente pulidas con una piedra brillante, opacando el gris junto a las sombras que provenían de los muebles que se encontraban dentro.
Todo estaba perfectamente colocado en su lugar dejando una vista de una habitación ordenada, a un lado de mi se encontraba un pequeño armario y al lado contrario de este se hallaba un gran cuadro, en este se mostraba claramente un gran lobo mirando a un punto invisible, a su alrededor un gran bosque, pero lo que había logrado captar mi atención era el color de el animal, la mitad de su pelaje era blanca, un blanco puro, brillante, lleno de vida, y la otra era completamente negra, un negro intenso, lleno de maldad, llamando la tentación del infierno, un color tan oscuro que lograba intimidarte.
El pequeño chirrido de la puerta logró sobresaltarme y dirigir mi mirada hacía esta mientras observaba cómo se asomaba el cuerpo de Mercy.
-Alice- murmuró aliviada, acercándose hacía mí.
-Mercy- contesté mientras le dejaba un espacio para que esta se sentara- ¿Qué sucede?- pregunté preocupada mirando fijamente a sus ojos.
-Alice, estuviste a punto de liberar tu parte oscura donde habitan cada uno de tus demonios- comentó.
-En el momento que llegaste a tu casa un aura se desprendió de tu cuerpo, envolviendonos. Tu rostro cambió, de tus ojos comenzaron a salir sangre al igual que en tus oídos- dijo suspirando- y eso significa solo una cosa.
Fruncí mi ceño, mientras mi pulso se acelera esperando su respuesta.
-¿Qué significa?
-Significa que tus demonios quieren salir y tú estuviste a punto de entregarles tu cuerpo- respondió analizando mi rostro con su mirada, tratando de hallar alguna reacción en mí- ¿Qué sucedió para que estuvieras en ese estado?- preguntó.
Mi cuerpo se tensó rápidamente al recordar la conversación que había oído.
-No confíes en nadie- murmuré cerrando mis puños, mi voz había cambiado a una fuerte y áspera causando que Mercy se tensara visiblemente.
-No podemos contarle que estamos intentando borrar sus recuerdos- cierro mis ojos recordando.
ESTÁS LEYENDO
La Elegida
Vampire«Eres nuestra reina» «El momento está llegando» Susurros y pesadillas constantemente, me mantenían confundida y asustada. Sabía que algo se avecina, pero algo muy malo. «Nuestro futuro está en tus manos» «Ya es la hora mi niña» «No tengas miedo...