DEVOCIONALES!!! PARTE II

LO QUE TIENES QUE SOLTAR!!!

Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia Proverbios ‭3‬:‭5‬.

Un famoso alpinista que escalaba una gran una montaña en medio de una intensa nevada, piso en falso y se soltó del enganche que lo sostenía.

El alpinista se desmoronó y empezó a caer por la montaña; hasta que de un manotazo instintivo se aferró a una soga que colgaba.

Trató de mirar a su alrededor pero no se veía nada. Gritó dos o tres veces, pero se dio cuenta de que nadie podía escucharlo. Pensó en escalar la cuerda hacia arriba, pero se dio cuenta de que eso era imposible con la fuerte nieve que caía. Su posibilidad de salvarse era infinitamente remota.

De pronto escuchó una voz que venía desde su interior que le decía "suéltate y confía en mi". El pensó que voz seria esta? Será la voz de Dios o la de algún espíritu maligno, o quizá una alucinación... Y sintió que la voz insistía: "suéltate..Suéltate, confía en mí".

Pensó que soltarse significaba morirse en ese momento y la forma de parar el martirio, pero se aferro aun más fuerte a la soga y se decía así mismo que ninguna voz lo iba a convencer de soltar lo que, sin lugar a dudas, le había salvado la vida

A mañana siguiente la patrulla de búsqueda encontró al escalador casi muerto, medio congelado y paradójicamente aferrado a su soga... A menos de un metro del suelo

Amigos:

A veces el no soltar algo es lo que nos lleva a la muerte, pero somos tan tercos que nos aferramos creyendo que nos va a seguir salvando de la caída.

Todos tenemos una tendencia de aferrarnos a las ideas, a las personas y a las vivencias. Nos aferramos a los vínculos, a los espacios físicos, a los lugares conocidos, y seguimos anclados a lo que ya no sirve, a lo que ya no está, con la tonta certeza de que "ES MEJOR LO MALO CONOCIDO QUE LO BUENO POR CONOCER" como aconseja el dicho popular.

Así que si hoy después de leer esto escuchas una voz que te dice suelta algo o alguien... no lo pienses dos veces y hazlo; Dios te está hablando por medio de este devocional. Confía de una vez en Dios porque ahí estará tu verdadera salvación