Se que en ocasiones hablo temas que muchos no se atreven y que a otros les incomoda oír.
En el caso de hoy quiero hablar de las malas palabras ya que TODOS en un momento de enojo, estando solos o delante de otros tal vez se nos ha escapado una palabra vulgar.
Conocemos también a Cristianos que aun después de convertidos no pueden parar de decirlas. Cualquiera que sea el caso cuando las decimos quedamos mal no solo ante esas personas, pero más aun ante los ojos de Dios.
Santiago 3:9-12 resume el problema: "Con la boca bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce."
Santiago deja en claro que la vida de los cristianos, los "hermanos", no deben ser caracterizadas por el decir malas palabras. Al hacer la analogía tanto de agua salada y agua dulce proveniente de la misma fuente (que no es característico de los muelles), señala que es inusual para un creyente de tener tanto bendición y maldición viniendo de su boca. .
Jesús, específicamente enseñó que lo que habla la boca es lo que sale del corazón. Tarde o temprano, el mal que hay en el corazón sale por la boca en forma de malas palabras. "El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca." (Lucas 6:45).
Amigos:
Cuando decimos malas palabras, estamos dando un mal testimonio y evidencia de la contaminación en nuestro corazón.
Como Cristianos debemos de evitar decir malas palabras, contar chistes vulgares y participar de ellos. Seamos un ejemplo para los demás y en especial para nuestros hijos, quienes eventualmente hablaran igual que nosotros.
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DEVOCIONALES!!! PARTE II
EspiritualPARTE II... CONTINUACION... La evidencia de que Jesus te ama es cierta, pero al final es tu decisión tomar, o no, su oferta!!! Cada día tenemos situaciones difíciles, en las que ya no aguantamos mas,que queremos tirar la toalla y creemos que no...
