- ¿Me dirás de que se trata o no? - me preguntó exhalando el aire por la nariz.
Me encogí de hombros, pasándome una mano por el hombro, ya que tenía el cuerpo más que tenso. Joe vio mi acción y negó con la cabeza pasándome el cigarrillo, y al verlo arrugué la nariz. Hace mucho tiempo que no fumaba.
- Te relajarás. - aseguró. Tardé unos segundos en tomar el cigarro entre mis dedos, y otros más en convencerme a mi misma de darle una calada, y cuando lo hice la tensión no se iba de mis hombros, pero tampoco me sentía tan ansiosa como hace unos segundos.
Estábamos sentados sobre el capó de su auto, mirando a la calle sin decir demasiado en absoluto. Cuando lo llamé estuvo fuera del instituto tres minutos después. No sabía exactamente por qué lo había llamado justo a él, creo que era porque sabía que Joe siempre me había sabido entender y respetar mis silencios, y cuando por fin decidía hablar él escuchaba. Él es una de las pocas personas de las cuales aguantaron todas mis lágrimas y palabras dirigidas a mi madre.
- ¿Te han roto el corazón, Val? - bromeó y al no ver ni un tipo de gracia en mi rostro arrugó la frente -. Eso si no me lo esperaba.
- Ni yo - me encogí de hombros -. No es como que no pueda vivir sin ese idiota, pero... No sé, me molesta que su actitud cambie tanto, que un día yo sea todo, y al siguiente ni siquiera sea nada. ¿Entiendes?
- ¿Qué si lo entiendo? - preguntó sarcástico -. Hermosa, tu hiciste lo mismo conmigo hace un tiempo atrás.
- Ay, Joe, no me hagas sentir mal porque lloraré. - advertí haciendo un puchero y él pasó un brazo por mis hombros riendo.
- Oh, vamos - me miró -. Tú eres Val Drake, nada te lastima lo suficiente como para hacerte llorar - me estrechó -. Además, sea quien sea ese idiota que dices, estoy seguro que su cabeza está hecha un lío, porque bueno, tú eres algo especial y eso...
- Ja, ja - puse los ojos en blanco -. El problema aquí es que no sé como sentirme con toda esta mierda.
- Siente. Solo siente y listo - ladeó la cabeza encogiendo sus hombros -. No te resistas demasiado a las emociones, ni te digas que no debes sentir esto o aquello, porque solo terminarás empeorando las cosas en tu cabezita. ¿Un consejo? Déjate al sentimiento y listo.
- ¿Y qué pasa si esos sentimientos son tan intensos que terminan lastimándome?
- Serás lo suficientemente valiente como para superar ese dolor y seguir con tu vida como siempre - sonrió -. Además, tú eres de las chicas que marcan a uno. Por experiencia lo digo.
- No me digas que sigues enamorado de mi, Joe... - sonreí mirando su rostro.
- ¿Seguir enamorado de ti? - entrecerró los ojos -. Pfffs, eres pasado para mi. Además ahora ando algo enamorado.
- ¡No jodas! - grité emocionada, sintiéndome animada por primera vez en el día -. ¿De quién?
- De Mara. - me contestó con una sonrisa tímida.
Casi me caigo del capó del auto por esa confesión. ¿Joe y Mara? ¿Mara y Joe? Esa pareja sería la más épica de todo el mundo. Joe siempre ha estado con Mara y Jorge, y a pesar de que al principio se mostraba más interesado en mí, siempre supe que esos dos terminarían enamorándose. O por lo menos sabía que él terminaría sintiendo algo por Mara, era algo obvio desde mi punto de vista.
- ¡No puede ser! - grité emocionada sonriendo de oreja a oreja mientras Joe soltaba una risita -. ¡Son malditamente perfectos juntos! ¡Ya mismo pondré un nombre a su pareja! - soltó una carcajada -. Serán majo - luego de pensarlo un segundo arrugué la nariz -. Okey, no soy buena con los apodos de pareja pero ya se me ocurrirá uno.
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Losing Virginity (BORRADOR)
Roman pour Adolescents"La apuesta consiste en que la última de nosotras cuatro en perder su virginidad tendrá que realizar un reto vergonzoso en frente de toda la sociedad estudiantil. Todas tienen un máximo de tiempo hasta el baile de graduación, si no realizas ningún a...