- ¡No me gusta! – me quejé, apartando la papa frita con kétchup de mi rostro.
- ¡Oh, vamos! ¿A quién no le gustan las papas fritas con kétchup? – Eric rió.
- Pues a mí. Prefiero papas con queso derretido.
Eric hizo una mueca de asco con su rostro, y se llevó la papa a su boca.
- Eso sí es extraño.
- ¿A caso no te gusta el queso?
- Si, me encanta. Pero no sobre las papas fritas – dijo con obviedad, revoleando los ojos -. Si que eres extraña.
- Gustos son gustos. – me encogí de hombros.
- Dímelo a mí – puse los ojos en blanco -. Estoy enamorado de una chica a la cual no le gusta el kétchup. No puedo creer esto.
- Estoy saliendo con un chico al que no le gusta el queso derretido sobre las papas. Háblame a mí sobre gustos.
- Deformidad nivel Val Drake.
- Ja, ja.
No le di importancia y seguí comiendo mi hamburguesa con papas fritas, mientras Eric me miraba demasiado sonriente, como si estuviera planeando algo o que se yo. Decidí ignorarlo y clavar mi mirada en mi plato.
Habían pasado dos días desde que nos fugamos, un día lleno de constantes mensajes en mi celular y en el de él, y solo decidí responder uno de ellos, y fue directo para Matt, ya que no podía dejar preocupado a mi hermano. Le dije que estábamos bien, y que no se preocupara por mí, ni por Eric, que estaríamos de regreso en la ciudad dentro de unos cuantos días. Esperaba que fuera así de verdad.
Eric condujo toda la noche, sin parar a descansar o si quiera a comer algo, pero a la mañana siguiente, a eso de las diez y media, aparcamos en una estación de servicio, comimos algo y luego él se acostó en el asiento trasero y durmió unas cuantas horas. Yo no tenía sueño, y creo que era por lo asustada que estaba de que alguien nos encuentre, así que di unas cuantas vueltas a pie, para estirar mis extremidades o que se yo. Cuando se despertó, volvimos a retomar el camino.
Estuvimos casi otro medio día en llegar a un pueblo bastante alejado. A mitad de camino, a cientos de kilómetros de nuestro lugar de origen, encontramos algo así como un pueblo bastante grande y poblado, que tenía una atracción, al parecer, bastante famosa, ya que en la entrada del lugar había un letrero que decía: "BIENVENIDOS AL CAMINO A LA LUNA". Bueno, el punto es que decidimos quedarnos ahí. Nos registramos en un pequeño hotel y luego fuimos a un lugar de comida y pedimos casi todo el menú del hambre que teníamos.
Estar sola con Eric, sin personas que quieran separarnos, en un lugar en donde nadie sabía quiénes éramos, sin sentimientos cruzados o sentimientos no correspondidos, me hacía sentir que todas esas cosas que pensaba antes, eso de que el verdadero amor a esta edad no existía, era mentira. No importaba una mierda la edad, o cuánto tiempo pasara o la experiencia que tuviera, lo amaba, y sonará demasiado estúpido, pero quería una vida con él.
Maldita sea, te estás poniendo toda sensible Val, eso no me gusta nada. Vuelve a ser esa roca forrada con tela que eras antes, por favor.
Sonreí ante mis propios pensamientos y decidí hablar con Eric.
- ¿Por qué no me contaste lo de Julie? – fui directa, pero con el tono de voz neutro.
Los ojos de Eric se abrieron como platos, y puedo jurar que casi escupe toda la bebida que llevaba en su boca. Me miró perplejo y confundido unos segundos, como si no pudiera creer que fuera yo quien sacara ese tema de conversación. Puse los ojos en blanco, negando con la cabeza, ante su reacción.
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Losing Virginity (BORRADOR)
Fiksi Remaja"La apuesta consiste en que la última de nosotras cuatro en perder su virginidad tendrá que realizar un reto vergonzoso en frente de toda la sociedad estudiantil. Todas tienen un máximo de tiempo hasta el baile de graduación, si no realizas ningún a...