Losing Virginity (BORRADOR)

Capítulo 46: "V & E"

La estaba besando. Él la estaba besando justo enfrente de mí, con sus manos en la pequeña cintura de ella, sus ojos cerrados y sus labios moviéndose con pasión sobre los de ellas. Y me dolía, podía sentir como me dolía mirarlos. 

No quería ver como Eric la besaba, ni como le susurraba que la amaba enfrente de mí, no quería verlos en absoluto. Todo estaba dando vueltas, absolutamente todo, y creo que los minutos pasaban cada vez más rápidos. No lograba conectar mi cerebro con mis piernas, y cuando lo hice empecé a caminar, alejándome de aquella escena. Pero entonces su mano tomó con fuerza mi blusa blanca, arrugándola sobre su puño.

Nuestros ojos se conectaron, y Mikaela seguía pegada a su torso, besándole en cuello, sonriente y feliz. Me dolía mucho.

- Eres mía. - dijo entonces, con voz firme y sus ojos oscuros mirándome fijo.

- No. - dije débilmente. Me sentía vulnerable.

- Eres mía. - repitió.

- Estás con ella. - le dije. Negó con la cabeza, sonriendo malévolamente.

- Sigues siendo mía - dijo -. Las dos son mías.

Quería gritarle, decirle que no podía hacer de mí lo que quisiese, pero cuando abrí la boca para hablar la voz no salió de mi garganta, y entonces Eric se acercó a mí, con ella aún besando su cuello y acariciando su espalda, me tomó con fuerza del rostro y unió nuestros labios.

- Eres mía. - susurró.

Y entonces se apartó de mí, y volvió a besarla a ella. Sin importarle que yo estuviera ahí, que estuviera viendo, sin importarle el hecho de estar pisando mi corazón, sin percatarse de lo desesperada que estaba porque me soltara para poder huir. 

La besaba. La amaba. Estaba con ella y yo no le importaba.

Desperté de golpe ante el sueño, con las tripas revueltas por la escena que seguía fija en mi cabeza. Cerré los ojos con fuerza, mientras me pasaba una mano por la frente, enviando los mechones de cabello hacia atrás con furia. Estaba enojada, maldita sea, un jodido sueño había logrado enojarme.

Me puse de pie al mismo tiempo que la alarma en mi celular empezó a sonar, y eso solo me recordó a que de nuevo era lunes, y no solo eso, sino que tenía un jodido examen de Geografía para el cual no había estudiado una mierda. 

Tenía muy descuidado mis estudios, pero increíblemente no me importaba demasiado. Claramente no me permitiría repetir de curso, seguramente en las últimas semanas me iluminaría y empezaría a mover cielo y tierra para aprobar todas las asignaturas.

El domingo se había pasado sin noticias de Eric, me había dejado unos tres mensajes más que decidí no leer en la noche del sábado, y no apareció por casa como me dijo que lo haría. La verdad es que tenía las esperanzas de que sí, pero no. Y no sé como me sentí ese día, supongo que de ninguna manera en específico, simplemente... estuve. Igualmente, yo tampoco lo llamé, claro no lo haría, fue él quien no me dijo donde estaba, y por como habían sido sus últimos mensajes seguramente había estado con Mikaela, y como no quería que me enoje no me lo dijo. Idiota.

Después de ducharme decidí vestirme con una falda azul oscura y una camisa de color blanca, con botas marrones. Por primera vez en mi vida me arreglé el cabello, aunque para mi "arreglar" significa simplemente pasarle un peine para que no estuviera todo desarreglado. No me maquillé, como era costumbre, y me coloqué unos lentes de sol para que no se notaran mis ojeras, las cuales eran cada día un poco más pronunciadas.

No tenía hambre. Mierda, había comida por toda la mesada de la cocina y yo no tenía hambre, y Matt, cuando le dije que no comería nada, me miró como si fuera un bicho, con su boca llena de galletas con chocolate.