Mis manos me sostuvieron con fuerza desde el asiento del pasajero del auto de Adam, y solté un largo suspiro, soplando un mechón de cabello, haciendo que este volase hacia adelante y cayera sobre mis ojos nuevamente. No podía creer lo que acababa de pasar, ni que estuviera en el auto de uno de los Jefes, ni que el idiota de Eric me hubiera dejado así, tirada. Quiero morir, y matarlo, o mejor matarlo y luego morir, o no morir en absoluto.
Escuché la risa de Adam a mi izquierda, y cuando lo miré horrorizada, esa risa simplemente aumentó.
- ¿Qué mierda es tan gracioso? - le pregunté, entrecerrando los ojos, sintiendo como mi corazón estaba a punto de salirse por mi garganta. Adam se encogió de hombros, sonriendo divertido.
- Tu reacción es graciosa. ¿No habías vivido algo así nunca o qué?
- No tuve el placer de hacerlo hasta ahora.
- ¿No conoces ya El Pozo? ¿No has estado ahí antes? Creo haberte visto con Mara y su hermano y ese tal Joe.
Arrugué la frente. No pensé que este idiota, que está en la cima de la cadena alimenticia de las carreras, conociera a Mara, o a Jorge, y mucho menos a Joe. El Pozo (así le dicen a ese lugar, ya que desde décadas que ahí se hacen carreras, o peleas, o cualquier otro tipo de mierda), está lleno de hombres con auto, y ¿Justo tuve que subir al de este tipo? Bueno, mejor eso a terminar en la cárcel.
- No tengo por que darte explicaciones. - espeté en tono brusco. Adam rió.
- Bueno - sonrió de costado -, sentada en ese asiento te conviertes en mi sumisa, así que, tienes la obligación de responder lo que te pregunto. - bufé y puse los ojos en blanco ante sus palabras.
- Y una mierda. - espeté - Yo no le pertenezco a nadie.
Creo que una de las cosas que más odio en el mundo es ser dependiente, sobre todo si lo eres de alguien. Desde que tengo uso de razón siempre fui una chica que se las arregló por sí sola, claro, cuando ya podía hacerlo. Nunca pedí ayuda, ni me quejé de los resultados de algo que yo sabía había causado, ni mucho menos dependí de alguien. Me negaba a que eso cambiara.
- ¿No que eres de Eric? - preguntó, ladeando la cabeza. Solté un suspiro, que más bien pareció un bufido cansado.
- Ni drogada seré de ese idiota.
Adam arrugó la frente, confundido por mi reacción o por mis palabras. ¿Qué mierda le pasaba? Me observaba como si fuera bicho raro, como si tuviera un tatuaje de un sapo en la cara. Me observaba como si no entendiera, como si estuviera rompiendo una regla, un código o algo peor.
- Wow, eso me dolió hasta a mí. - admitió apartando la mirada.
- ¿Qué tiene? - preguntó confundida.
- ¿No sabes el significado de esas palabras? - me miró sumamente confundido. Negué con la cabeza, encogiéndome de hombros y Adam suspiró -. Bueno, tendrás que pedir a Eric que te las explique. Me tengo que ir, rubia, nos vemos la próxima.
Le agradecí por haberme alcanzado, y literalmente, salvado el trasero, y luego me bajé de su auto, y a los pocos segundos de cerrar la puerta del acompañante, salió disparado por el asfalto, haciendo que sus ruedas rechinaran y me dolieran los oídos.
Entré a mi casa con sumo cuidado de no hacer ruido, a pesar de que sabía que papá no estaba, Matthew podría estar aquí, y no tengo ánimos ni energías para lidiar con su extensivo cuestionario de preguntas. Entonces pensé que era muy raro entrar a casa y no encontrarla ahí, que era doloroso, y yo sabía eso, solo que nunca lo pensaba, o lo decía, o si quiera lo quería sentir. Era difícil entrar a casa y no encontrarme con mamá ahí, sentada en el sillón bebiendo algo, mirando la televisión o simplemente estando en algún lugar de la casa. En fin, sin ella todo era difícil, no importaba qué.
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Losing Virginity (BORRADOR)
Fiksi Remaja"La apuesta consiste en que la última de nosotras cuatro en perder su virginidad tendrá que realizar un reto vergonzoso en frente de toda la sociedad estudiantil. Todas tienen un máximo de tiempo hasta el baile de graduación, si no realizas ningún a...