Losing Virginity (BORRADOR)

Capítulo 66: "Sin respuesta"

*Tuve que publicar 900 veces este capitulo lpm, y ninguna de las veces salia bien,  así que si no sale ahora juro que me pego un tiro en el medio de la frente :) oc xd.*

ERIC

Vamos. Unos golpes más, solo unos golpes más. Tú has resistido más que esto.

Cómo pude me puse de pie rápidamente, y cuán rápido lo hice, fue como el puño de Will voló en mi dirección, pero para mi suerte, fui lo suficientemente veloz para esquivarlo y propinarle un gancho derecho directo a la barbilla. Maldita sea, era difícil de vencer, y no sabía si aguantaría mucho más.

No esperé a que se recupere del golpe y di dos pasos hacia adelante, para luego enviar dos golpes macizos a sus costillas, agarrar su cabeza entre mis manos y estampar mi rodilla contra su nariz. Su rostro empezó a sangrar de una manera tan impresionante que me entraron ganas de vomitar, pero él no se dejaba vencer tan rápido, y su pie izquierdo golpeó mis costillas haciéndome trastabillar hacia el extremo de la jaula. Fue entonces cuando mis ojos se encontraron con Carrick, quien me miraba con advertencia en los ojos. Tenía que ganar si o si aquella pelea si quería desentenderme de ese hijo de puta. Así que llené de aire mis pulmones, cerré los puños con fuerza y di unos pasos decididos hacia mi rival, quien me esperaba en guardia y con los ojos y la nariz sangrantes.

No esperé a que él diera el primer golpe, y mi puño derecho se estampó contra su mandíbula, haciéndole dar dos pasos hacia atrás, y entonces puedo jurar que recé intensamente en mi interior para que aquella fuera la última patada de la noche, porque de verdad estaba sumamente hecho mierda.

Mi talón entonces golpeó con todas mis fuerzas directo en su estómago, logrando que se doblara hacia adelante, y aproveché para patear nuevamente su nariz. Juro que me sentí como Dios cuando cayó rendido en la lona, que ahora era completamente roja por la sangre, una sonrisa de satisfacción enorme se plantó en mi rostro, e instantáneamente elevé los brazos al aire, escuchando los gritos desaforados de todo el público.

La puerta de La Jaula se abrió y a duras penas pude bajar los tres escalones que me dejaban fuera de ese lugar. Carrick estaba sonriente, completamente feliz, porque sabía que ahora si teníamos probabilidades de ganar, solo quedaba volver a ganar la última pelea. Y eso haría, y pronto volvería a casa y podría estar con Val todo lo que quisiera, sin interrupciones,sin llamadas a mitad de la noche, sin peleas, sin peligro. Solo seríamos ella y yo, como siempre quise.

Un grupo de cinco hombres enormes vestidos de traje me rodearon, junto con Carrick, Ayala, Adam, Mikaela y la mujer de Carrick. Para él la protección y felicidad de su familia siempre era primera, lo entendía, o eso creo.

Al salir de aquel lugar, nos dirigimos directo a los autos, quienes arrancaron a toda velocidad para dirigirse al hotel en el que estábamos parando. Ya en el auto, me dejé caer con pesadez en el asiento de cuero negro.

Dios, no daba más, estaba completamente destruido, y absolutamente todas las partes de mi cuerpo me dolían como los mil demonios.

- Estuvo difícil, eh Brennett. – escuché la voz de Carrick, pero no lo miré, permanecí con los ojos cerrados de dolor.

- Nadie dijo que sería fácil. – contesté.

Podía sentir la mirada de Mikaela encima de mí, y aunque me molestaba un poco que siempre estuviera mirándome, sabía que no podía decir nada, porque eso simplemente me traería problemas, y estaba seguro de que no solo a mí, sino a ella también. Lo que menos quería era aquello.