Capítulo 53: "Bocanada de aire fresco"

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Siempre dije que si alguna vez me dijeran que solo me quedaba un día de vida, haría todo lo que no me había atrevido a hacer antes. Una de las primeras cosas de mi lista era comerme cuatro hamburguesas triples, la segunda, sacarme una foto desnuda y enviársela a mi amor platónico (estúpido, lo sé), la número cuatro es ir a la cima del edificio más alto de la ciudad y pararme en el borde mirando hacia abajo, la quinta siempre será tirarme de un helicóptero en paracaídas, y por última: matar a alguien.

Ya sé, ya sé, algo morboso y raro, pero no mataría a un inocente o algo. Mataría, por ejemplo, a un asesino, violador, ladrón o cosas así. Ahora esas opciones estaban siendo completamente opacadas por la idiota zorra minion de Lindsay. La odio. No la conozco, y la odio con todas las fuerzas del universo. Así que estaba preguntándome a mí misma si no quería adelantar una de las cosas de esa lista para poder matarla.

En toda la maldita tarde no dejó de rondar alrededor de Eric. El contaba chistes y ella reía como una retrasada. Dios, ¡Eric respiraba y hasta se reía de eso! ¡Maldita zorra despreciable! Y para colmo estaba en la habitación conmigo. Le haría una broma pesada, oh, sí que lo haría.

Eric se mostraba algo distante con ella, pero aún así permitía que sus manos promiscuas viajara hacia su pecho y tocara sus pectorales, su abdomen marcado, su rostro, su cuelo. Lo estaba manoseando, y ni siquiera le importaba. Dios.

Me estaba conteniendo para no correr hacia ella y romperle la cara. Pero sobre todo me estaba conteniendo para no pegarle otro pelotazo en la cabeza que la dejara mas tarada de lo que ya era. Y no solo ella era el problema, sino también la tonta Sunshine (Dios, que nombre más estúpido) se le estaba tirando a Zach. A Zach, ¿entienden eso? Lenn estaba vuelta una cabra loca. Pronto correría sangre por aquí.

Cuando cayó la noche el alcohol salió de las neveras, las pizzas aparecieron, las luces bajaron y la música empezó a explotar en la casa. No era una fiesta, era más bien una reunión o algo así, porque no había tanta gente, pero todos la estaban pasando más que bien.

En un momento de la noche, un chico rubio, creo que Max era su nombre, se tiró en el medio de la sala con una bandeja llena de shots y una botella de vodka enorme y completamente llena.

- ¡Hora de jugar al Yo nunca! – gritó completamente extasiado con una sonrisa de oreja a oreja y todos tomaron asiento en el piso formando una ronda alrededor de los vasos, completamente emocionados por un juego que me parecía algo estúpido.

- Okey, y ¿Cómo se juega? – preguntó una chica con cabello corto y piercings en el labio y la ceja. Era muy linda.

- Tienes que decir algo que nunca hayas hecho, y los que sí lo hicieron tienen que tomar un trago, y tú también si lo hiciste aunque hayas dicho que no. ¿Se entiende? – un moreno ladeó la cabeza, haciendo una mueca divertida y la chica asintió.

A mi lado estaban West y Less, al lado de él Mike, luego Max, Lenn, Julie, Matt, Sunshine, Eric, la idiota de Lindsay, Gregg, Zach, el moreno, otro chico rubio del cual no recuerdo el nombre y así. Como estoy repleta de mala suerte, justo enfrente de mí estaba Eric, y la retrasada de Lindsay estaba enredada en su brazo.

No puedes matarla, Val, si lo haces irás a prisión, y en prisión la comida es asquerosa. ¿Quieres pasar el resto de tu vida comiendo asquerosidades? NO, ¿Verdad? Entonces tranquilízate mujer. Relaja tus tetas inexistentes.

- Okey, yo empiezo – dijo Max -. Yo nunca he besado a una persona de mi mismo sexo.

Ahg, maldita sea.

El moreno, Sunshine y el rubio y yo tomamos un shot y lo tomamos. Todos soltaron carcajadas e hice una mueca cuando el líquido, que parecía fuego, pasó por mi garganta.

Losing Virginity (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora