Estaba nerviosa.
Mierda, estaba malditamente nerviosa y sudaba como un puto cerdo (aunque en realidad no sé si los cerdos sudan, pero eso no importa). Estaba sentada en la sala espera de la doctora Grymson, mi ginecóloga, y adivinen quien estaba al lado mío. Ni Matt, ni mi padre, ni siquiera mis amigas o incluso Leo. Eric Brennett estaba sentado al lado mío partiéndose de la risa.
Puse los ojos en blanco y le di un fuerte golpe en el brazo.
- ¡Ya deja de reírte! Maldita sea. - dije frustrada, lo que sirvió para que él simplemente se riera mucho más.
- Es que... - le golpearía si no paraba - Esto es definitivamente demasiado extraño.
- ¡Te dije que no vinieras, idiota! ¡Tú fuiste el que insistió!
- Ay, vamos, Val - me miró divertido -. Ella no te verá algo que yo ya no haya visto.
- Estúpido... - susurré poniendo los ojos en blanco.
Soltó una carcajada al mismo tiempo que la secretaria me hizo una seña desde su lugar para que pasara al consultorio de la doctora. Eric se puso de pie y entró al lugar conmigo. La señora Grymson estaba sentada detrás de su blanco escritorio, y por todo el lugar estaban pegados posters sobre la menstruación, el embarazo, cáncer de ovarios y así. Creo que mi rostro estaba a punto de explotar por lo roja que estaban mis mejillas.
- Buenas tardes - nos saludó la doctora con una sonrisa amigable -. Por favor, tomen asiento.
Incómodamente me senté, y Eric, quien estaba conteniendo la risa mordiéndose con fuerza el labio inferior. La doctora le echó una mirada un poco divertida, anotó algo en su libreta, apoyó los codos en su escritorio y me miró con una enorme sonrisa.
- Bueno, Val... ¿Puedo llamarte así, no? - asentí -. Ya eres mayor de edad, eres muy hermosa y has venido con un chico, así que esta pregunta es sumamente necesaria... ¿Ya has tenido relaciones sexuales?
Me tensé de pies a cabeza ante esa pregunta. Mi cerebro, literalmente, entró en un colapso que me dejó como una piedra frente a los ojos de la doctora Grymson, y la sonrisa divertida de Eric. Eso era demasiado incómodo, no lo soportaba. No podía hablar, abría la boca pero nada salía de esta.
- Si, ya ha tenido sexo. - escuché que respondió Eric por mí. Me sonrojé aún más y la doctora simplemente sonrió y anotó en su libreta.
Dios mío, esto no puede estar malditamente pasando. Quiero morir, y que me entierren novecientos metros bajo tierra para que nadie nunca encuentre ni siquiera mis huesos. Necesito desaparecer.
- Pues que bien - la doctora estaba riéndose también. Matenme ahora -. ¿Contigo? - le preguntó a Eric con ojos divertidos, a lo que mis ojos se abrieron como platos y Eric soltó una sonora carcajada, asintiendo.
- Si. Conmigo. - me miró de reojo.
- ¿Han usado protección?
Esto no estaba pasando. Mi ginecóloga no estaba hablando con Eric, y no nos había preguntado si nos habíamos cuidado. ¡¿Qué más preguntará?! ¡¿Si también me ha hecho sexo oral?! MIERDA.
Pero lo más vergonzoso era que el único que hablaba era Eric. Mis labios estaban algo así como sellados.
- Las primeras veces sí, luego no porque ella empezó a tomar anticonceptivos - tapé mi rostro con mis manos -. Pero tengo todos mis estudios hechos y no tengo ninguna enfermedad, así que no tiene que preocuparse por eso, doctora.
- ¡Pero que novio más encantador tienes, cariño! - me dijo sonriente y luego se puso de pie. Tenía ganas de romperle la cara a Eric, deformarle la nariz o algo por el estilo. No sé por qué mierda accedí a que viniera. Maldita sea -. Bueno, ve detrás de la pared y quítate la ropa de cadera para abajo. Avísame cuando estés lista.
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Losing Virginity (BORRADOR)
Ficção Adolescente"La apuesta consiste en que la última de nosotras cuatro en perder su virginidad tendrá que realizar un reto vergonzoso en frente de toda la sociedad estudiantil. Todas tienen un máximo de tiempo hasta el baile de graduación, si no realizas ningún a...