Losing Virginity (BORRADOR)

Capítulo 73: "A dos segundos de la verdad"

*Amo la canción que les dejo en galería así que las obligo a escucharla jsjsjsjsjs*

ERIC

Era asombroso como pasaba el tiempo. Como todo de un momento a otro parecía cambiar, como todo se veía de una forma diferente, como cada jodido día que pasaba algo siempre cambiaba. Y me daba cuenta de que las cosas cambiaban simplemente mirándola, solo con ver su rostro un minuto en la mañana, en la hora del almuerzo, me daba cuenta que algo había cambiado.

Al principio no se lo notaba tanto, simplemente habían menos sonrisas genuinas y más forzadas o fingidas. Luego sus ojos de alguna manera lograron perder cierto brillo que antes si lograba detectar. Pero esa mañana fue... fue como un puto golpe en las bolas. La vi ahí, entrando al instituto, con una blusa algo escotado que dejaba a la vista sus demasiado marcadas clavículas, sus pómulos huesudos, al igual que sus dedos, y sus piernas más delgadas. Ella estaba tan cambiada físicamente, tan demacrada, que me invadieron unas ganas terribles de romper todo a mí alrededor.

No había nada que me doliera más que verla en aquel estado que pedía ayuda a gritos. Aquel estado que decía que se estaba alimentando como la mierda, y la verdad no me sorprendería que cayera al suelo de un momento a otro.

Seguía siendo igual de hermosa, seguía teniendo aquellos enormes ojos verdes que amaba, pero había dejado de ser mi Val. Ahora estaba apagada, andaba por ahí con semblante neutro, casi caminaba sin energías, y lo detestaba. Detestaba lo que le hice, lo que mi jodido mundo le hizo a esa chica de comentarios sarcásticos, rezongona, chistosa, amorosa a su manera, terca, alegre... ahora ya no era más quien yo recordaba, era como un ente con piscas de ella. Odiaba eso.

No podía dejar de pensar en la última vez que nos acostamos en esa fiesta que ya había sido hace tres semanas. Y ahora que recordaba bien, que no estaba completamente cegado por el puto deseo que sentía hacia ella, me daba cuenta que de verdad estaba hecha un palo. Juro que puedo sentir aún sus costillas sobresalientes, sus rodillas huesudas. ¿Cómo mierda no me di cuenta de esto antes? ¿Cómo carajo no me di cuenta y no la ayudé en esto? Porque yo también estaba mal, y me fumaba más de seis cigarros por día, pero nada en comparación de Val.

Estaba tan jodidamente preocupado que decidí recurrir al último recurso que me quedaba: Matt.

Cuando estuvimos en hora libre pude divisarlo en su casillero haciendo algo con su móvil. Llené de aire mis pulmones mientras empezaba a caminar en su dirección. Me estaba arriesgando de la mierda al hacer aquello, y ya estaba preparado para recibir un golpe de lleno en la nariz de parte del hermano de mí ahora ex novia, pero necesitaba saber cómo estaba.

-Hey, Matt. – dije al llegar a su lado.

Elevó la vista lentamente de la pantalla de su celular hasta conectar su mirada con la mía. De verdad creí que me golpearía directamente en vez de contestarme, pero el golpe jamás llegó, y simplemente se me quedó mirando con cara de "Qué quieres".

-Venía a preguntarte algo. – dije.

- ¿Qué quieres, Eric? – dijo de malagana.

- Lo que sucede es que...

- Si es alguna estupidez, ahórratelo. No estoy de ánimos para lidiar con idioteces ahora.

Solté un suspiro, pasando una mano por mi cabello, nervioso. No podía creer que tenía enfrente a uno de los que eran mis mejores amigos. Bueno, a uno de los que fueron mis mejores amigos. Siempre aprecié mucho a Matt, y siempre lo consideré un hermano para mí, pero por cómo estaban las cosas, ese lazo se estaba cortando de a poco.