ERIC
Val Drake y su maldita manía de poner patas para arriba mi jodido mundo.
Así era esa enana gritona: cabezota, descontrolada, estaba completamente loca, y era la mejor persona que podría llegar a conocer en mi vida, de eso estaba seguro. Quería que los demás la vieran con ese aire de chica despreocupada que anda por la vida sin dejar que nada la lastime y que nadie le pase por encima. Yo sabía perfectamente que eso era simplemente una fachada, la conocía tanto que me sorprendía. Creo que es la única chica por la cual me he tomado el tiempo de saber un poco más de como se ve su cuerpo sin ropa.
Así que cuando le hice una lista de las cosas que me gustaban y otras que no, no podía dejar de sonreír por el hecho de que no la había visto más emocionada antes. Parecía una niña a la cual estarían a punto de regalarle una bolsa de caramelos. Era completamente adorable.
Ella también me enumeró unas cuantas cosas sobre sí que no conocía. Pero la única que se quedó grabada en mi cerebro fue la número 17: "Le gustan los chicos que tienen ojos claros."
¡Yo no tengo ojos claros! ¡Mis ojos son color caca podrida! Seguramente lo dijo para hacerme sentir mal por eso, sobre todo sabiendo que los dos chicos que competían conmigo por ella sí tenían ojos claros: Adam y Gregg.
Bueno, aunque Gregg ya no era una completa competencia para mí, porque estaba empezando a salir con Julie o algo así. El único que me preocupaba de verdad era el jodido de Solt, ya que él hizo algo con ella que Gregg no llegó a realizar: tener sexo.
Ya estaba superando un poco el hecho de que Val y Adam se habían acostado (mentira), no me enojaba tanto cada vez que veía a Adam (mentira), y no me enfurecía demasiado al imaginar la escena (mentira) o recordar que él la besó y la vio desnuda (mentira, mentira, mentira)
¿A quién quería engañar? Estaba muriendo de rabia por dentro por no poder encontrar un maldito momento para romperle todos los huesos del cuerpo al hijo de puta de Adam Solth. Necesitaba encontrarlo solo alguna vez, que Carrick y Ayala no estén a su al rededor cuidándole la espalda. Puedo asegurar de que cuando ese momento llegue, le rompería la cara con todas las ganas del mundo. Es un tema que ya viene acumulado hace rato.
El último día en la playa me la pasé mirando a Val. Todo el tiempo, mientras estaba en el agua, cuando jugaba con la pelota de fútbol americano, como le sonreía a todos con esa amabilidad que la caracterizaba. Dios, incluso la miraba cuando comía una hamburguesa. Ya me estoy volviendo un jodido acosador.
Lindsay no se callaba en ningún momento, y yo simplemente me limitaba a asentir y actuar como si la estuviera escuchando de verdad. Solo me quedaba con ella porque sabía que eso le molestaría a Val.
Yo le estaba dando su tiempo para que se recuperara del hecho de lo que pasó entre Mikaela y yo. Entendía que necesitaba alejarse un poco de mí para poder aclarar sus ideas, y accedí a intentar ser amigos solo porque sabía que eso la ayudaría. Pero seamos sinceros, ¿Val Drake y yo siendo amigos? Eso nunca pasaría. Tarde o temprano alguno de los dos se hartaría y le robaría un beso al otro, y así empezaría todo de nuevo. Estaba un 98% seguro de que sería yo el que lo haría, ya que la extrañaba horrores.
Pero, cuando ella por fin me de otra oportunidad (si es que llega a hacerlo) prometo que me portaré más que bien, que no me mandaré ninguna cagada, o por lo menos intentaré no hacerlo. Al fin y al cabo soy Eric, siempre decepciono a las personas.
Estaba en el pasillo del instituto, cerca de mi casillero, con una mano tomando la correa de mi mochila y en la otra mi celular cuando escuché su voz y sentí su presencia enfrente de mí.
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Losing Virginity (BORRADOR)
Ficção Adolescente"La apuesta consiste en que la última de nosotras cuatro en perder su virginidad tendrá que realizar un reto vergonzoso en frente de toda la sociedad estudiantil. Todas tienen un máximo de tiempo hasta el baile de graduación, si no realizas ningún a...