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- Ey, Claire. - Una voz me estaba hablando en sueños y me zarandeaba. - Claire despierta. - Abrí los ojos encontrándome con Hermione mirándome a los ojos. Creí que era un sueño pero no era así.

- ¿Hermione?

- Ya se ha levantado todo el mundo y faltas tú. Tenemos clase de Defensa Contra las Artes Oscuras. - Me levanté de golpe recordando todo lo ocurrido ayer. Me pasé las dos manos por mi cabeza y me puse al fin de pie.

- Gracias por despertarme Hermione. - Le sonreí.

- No hay de que. Te veo allí, no llegues tarde. - Y salió por la puerta.

Salí de la Sala Común a toda prisa para llegar a la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, que no tenía ni idea de donde se encontraba.
Escuché unas risas no muy lejos de mí, y me giré para ver quien me perseguía.

- Oh, buenos días Griffin.

- ¿Ahora me persigues?

- No, nada de eso. - Ignoré a Draco Malfoy y a sus amigos para andar más rápido. - ¿A dónde vas? La clase con Snape es por aquí. - Me frené de golpe avergonzada para pasar delante suya sin mirarle, pero me cogió del brazo. Le miré con el ceño fruncido pero, sin decirme nada, me volvió a soltar y yo finalmente fuí a clase.

Entré rápido y miré a Snape que me miraba serio.

- Siento... llegar tarde... - Bajé la cabeza y me adentré dentro de la habitación para sentarme en una mesa libre que había.

- ¿Dónde estaba? - El profesor Snape me habló despacio y con la voz grave.

- Em... me quedé dormida. - Al terminar esta frase entraron Draco Malfoy y sus dos amigos Crabbe y Goyle.

- Ustedes también llegan tarde. Siéntense inmediatamente. - Les regañó Snape. - A ustedes tres le serán sustraídos 5 puntos a cada uno. A usted, - Me miró y tragué saliva. - Le serán sustraídos 15 puntos. - Los de Gryffindor me miraron bastante mal, menos Hermione, que me miraba con algo de pena.

Draco Malfoy se sentó al lado mío, pues no había más sitios. Abrí mi cuaderno y empecé a escribir con mi pluma lo que el profesor Snape decía (o lo que podía llegar a escribir porque hablaba bastante rápido).

- Vaya, Gryffindor y Slytherin empatados. - Me habló y yo le ignoré. - Espero que tengáis claro que Slytherin será quién gane la Copa de la Casa. - Le miré con odio.

- Más quisieras. - Y se rió. El profesor Snape dejó de hablar para mirarnos.

- Veo que... tenéis algo que contarnos ¿no? - Yo negué rápido con la cabeza. - Entonces, ¿qué es eso tan importante de lo que hablaban el señor Malfoy y usted para que no estuvieran atentos a mi clase?

- Nada s... señor... - Miré el cuaderno de nuevo con miedo. Le oí acercarse y se puso cara a cara conmigo mientras yo le miraba muy asustada.

- ¿Me acaba de mentir señorita Griffin? - Negué de nuevo con la cabeza sin dejar de mirarle mientras oía las suaves risitas de Draco y sus amigos. Snape giró rápidamente su cabeza hacia Draco y se movió hacia su mesa con lentitud.

- ¿Qué le hace tanta gracia señor Malfoy?

- Solo hablábamos de La Copa de la Casa. - Dijo la verdad y yo le miré sorprendida. Snape se puso de pie y le miró con odio desde arriba y después a mí.

- Espero que sepan, que la próxima vez serán llevados al despacho del director. - Asentí con energía y Snape se giró para volver a su escritorio y seguir dando clase. Desde ese momento no volví a hablar con Draco.

La clase terminó y yo intenté recoger mis cosas rápido para salir de la clase.
- Ey, Griffin. - Me frené justo en la entrada al oír su voz y me estremecí. Le oí acercarse y ponerse a mi lado.

- ¿Y ahora que quieres? - Me miró fijamente a los ojos.

- Dile a vuestro queridito héroe que no se le suba la fama a la cabeza. - Fruncí mucho el ceño.

- ¿Harry? - Asintió. - A Harry no se le está subiendo la fama a la cabeza. Déjale en paz.

- Oh perdona, no quería insultar a tu novio Griffin. - Me reí irónicamente.

- No es mi novio Draco. - Salí finalmente de clase pero me giré de nuevo. - Déjame en paz a mí también y pasa de mí. - Le dejé con la palabra en la boca porque me fuí a mi siguiente clase: Pociones.

Te quiero, No te quiero || HPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora