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Un solo segundo después, un inmenso dolor se apoderó de mí. Eran como descargas eléctricas que me atizaban por todo el cuerpo.
Me moví en mi silla a la vez que gritaba pero lo único que conseguía era hacerme más daño, porque las cuerdas, además de que me apretaban mucho, me estaban cortando la piel al moverme.
De repente, el dolor cesó, y yo me atreví a abrir los ojos. Pude ver su espantosa sonrisa y después, su varita levantarse de nuevo.

- No, no, no... - Susurré con lágrimas y negando con la cabeza. 

- ¡Cruxio! - Gritó más fuerte que antes y el dolor fue el doble que el anterior. Prefería morirme ahora mismo a seguir soportando esto.

Seguí retorciéndome en la silla (que se balanceaba demasiado y podría caerse de un momento a otro conmigo encima) pero mis gritos ya no eran tan fuertes, por no decir que ya apenas gritaba.
Abrí un poco los ojos, viéndolo todo borroso a causa de las lágrimas, y después solo vi un color: el negro.

{...} Narra Draco

Los de Slytherin corriamos en dirección a la Sala Común. Los alumnos de las otras casas, algunos iban a sus respectivas salas comúnes y otros iban al exterior a seguir lanzando el encantamiento protector hacia el cielo.

Cuando corríamos, vi a Potter, Granger y Weasley, por lo que no dudé en acercarme a ellos.

- Ey. - Los llamé. Se giraron y me miraron con odio menos Weasley.

- ¿Vienes a amargarnos más la noche, Malfoy? - Negué con la cabeza teniendo una expresión fría. - Porque te recuerdo que Quien-Tú...

- No, Potter. - Le interrumpí. - ¿Habéis tenido noticias de Claire? - Weasley y Potter fueron quiénes negaron con la cabeza, así que miré a Granger.

- Le envié una carta ayer y ya debería de haberle llegado pero no ha contestado. - Me informó Granger. - Malfoy, tal vez te interesaría leer esto. - Granger me entregó una hoja del periódico El Profeta, cuyo título era "Ilvermorny también está en apuros".

- ¿De cuándo es? - Pregunté un poco asustado pero intentando que no se notara.

- De hoy. - Contestó Granger. Tragué saliva y asentí finalmente.

- Gracias. - Le dije.

- De nada. - Su expresión era seria como la mía, pues todo el colegio sabía que ellos tres y yo no nos llevamos precisamente bien, además de haber llamado a Granger "Sangre sucia" en incontables ocasiones.

Los vi correr hacia el exterior como muchos otros y yo corrí a la sala común de Slytherin para leer la hoja de periódico que Granger me había dado.

- ¡Draco! Creí que te había pasado algo... - Pansy Parkinson vino corriendo donde mí nada más entré en la sala común y me cogió del brazo.

- Aparta. - Dije frío, quitando mi brazo de sus manos de un solo tirón.

Abrí la puerta de la habitación de los chicos y la cerré con fuerza. Afortunadamente no había nadie.

Me senté en el borde de mi cama y empecé a leer:

Ilvermorny, el colegio de Magia y Hechizería de norteamérica, se ha visto agredido por un chico de nombre Oliver que parecía ser un alumno normal, pero al final resultó ser un Obscurial.
Como ya sabemos, un Obscurial es un joven mago o bruja que ha desarrollado una oscura mágica fuerza, más conocida como Obscurus, y en la cuál, esta magia, es suprimida por el abuso psicológico o físico.

Por el momento, solo tenemos esa información y la de que una chica de dicho colegio, ha sido desaparecida, y que la última vez que la vieron con vida, fue a primera hora de la mañana en la primera clase del día.

Te quiero, No te quiero || HPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora