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Corrimos por el pasillo hasta llegar a la mitad de éste donde nos frenamos.

- ¿Es aquí? - Preguntó Luna mirando la pared y yo asentí con media sonrisa.

- Estoy segura de que era aquí donde me llevaba el acertijo.

- ¿Acertijo? - Me miró.

- Sí. - Cerré los ojos concentrándome y, después de cinco segundos más o menos, apareció una gran puerta marrón en la pared.

- La sala de los Menesteres. - Dijo Luna.

- Así es. - Abrí la puerta y entramos las dos.

La sala estaba llena de sillas, mesas, escobas y muchísimos otros objetos.

- ¿Y no te dijo nada más? - Preguntó Luna admirando todo.

- No. - Yo también admiraba todo desde la entrada. - Tendremos que separarnos y buscar cada una por un lado de la sala.

- Estoy de acuerdo.

Luna empezó a andar por un pasillo que había a su izquierda donde había más de 15 mesas apiladas unas encima de otras, y yo seguí recto intentando divisar una Diadema. ¿Pero qué aspecto tendría?

{...}

Al cabo de casi 20 minutos, me cruzé con Luna.

- ¿La has encontrado? - Pregunté. Ella negó con la cabeza.

- ¿Estás completamente segura de que la respuesta del acertijo era esta?

- Sí. Completamente segura.

- ¿Cómo era? - Hice un poco de memoria pero conseguí acordarme.

- Si tienes que preguntar, nunca lo sabrás. Si lo sabes, solo necesitas preguntar. - Luna se quedó pensativa sin dejar de mirarme.

- Sí, yo también diría que es aquí.

Un ruido proveniente desde la entrada nos hizo sacar nuestras varitas despacio y ponernos alertas.

- ¿Qué ha sido eso? - Pregunté casi susurrando a Luna.

- No lo sé...

De repente, dos personas aparecieron por un pasillo y nos apuntaron con sus varitas.
Yo sabía quiénes eran.

- Vaya, vaya... - Dijo Goyle. - ¿Y tu noviecito Griffin? ¿Draco te ha dejado sola? - Fruncí el ceño mientras daba pequeños pasitos hacia atrás al igual que Luna.

- ¿No sabías que se lo ha llevado Voldemort? - Dije lo suficientemente alto para que me oyera, y puso un gesto de asombro.

- Pues no, no lo sabía, y eso que ahora Crabbe y yo somos Mortífagos. - Levantó su manga y Crabbe le imitó,  mostrando la Marca Tenebrosa en sus brazos. - Pero me da igual lo que le pase a ese idiota de Draco. - Apreté mi varita con más fuerza a punto de lanzarle un hechizo. - El señor Tenebroso lo matará.

- Eso ni lo sueñes. - Crabbe soltó una sonora risa nada más dije esto y le miré con desprecio.

- Crabbe, ocúpate de la Lunática. Yo me ocuparé de la Sangre Sucia.

- No soy una Sangre Sucia.

- Oh, lo olvidaba. Todavía no sabes la verdad. - Le miré confusa y con el entrecejo aún más fruncido que antes.
- ¿Qué verdad? - Me enseñó una asquerosa sonrisa de las suyas.

- ¿Quieres saberlo? - Asentí. - Pues acércate y únete a los Mortífagos. Únete al Señor Tenebroso y te desvelaré todo lo que quieras saber. - Ahora fuí yo quién solté una risa.

Te quiero, No te quiero || HPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora