↙23↘

662 39 0
                                    

Por la noche, antes de ir a cenar al Gran Comedor, salí de la sala común en dirección al pasillo de las mazmorras para ver a Draco, pero no lo ví, así que fuí a cenar.

Durante la cena, los de Gryffindor reíamos y brindábamos los unos con los otros nuestros vasos (que solo tenían agua).

- ¡Por Harry! - Gritó Seamus Finnegan.
- ¡Por Harry! - Repitieron todos a la vez incluídos Ron, Hermione y yo, mientras Harry se sonrojaba y sonreía.

La mesa de Slytherin sin embargo estaba desanimada, y enfadada lo podía notar también, pero Draco hablaba con Blaise Zabini animadamente mientras cenaba.

- Ey Claire. - Me llamó Fred que estaba a cinco asientos a la izquierda mía. Lo miré. - Cedric te llama. - Enarqué una ceja y miré a Cedric en la mesa de Hufflepuff, sonriéndome.

Pude notar un "hola" salir de sus labios y yo hice lo mismo. Empezaba a pensar que realmente si que iba por mí, sobre todo por las miradas y sonrisas durante las clases. Además, el otro día se me cayeron los libros de las manos y vino corriendo donde mí para recogerlos y entregármelos de nuevo. La verdad es que era muy caballeroso, y eso me gustaba.
A parte del "hola", no dijo nada más, por lo que me giré y seguí cenando.

{...} Día de Navidad

Me desperté por culpa de Lavender Brown. Esa chica, todas las mañanas, se levantaba muy pronto para ir hasta la puerta del dormitorio de los chicos y meter una carta por la rendija inferior. Estaba colada por Ron. ¿Y cómo me dí cuenta? Pues porque se nota a leguas. Hasta el mismo Ron se ha dado cuenta, y medio colegio lo sabe también. Aunque a Hermione le provoca risa.
El otro día íbamos caminando Harry, Ron, Hermione y yo hacia la clase de Encantamientos. Lavender vió a Ron y no dejó de mirarle con una tonta sonrisa mientras caminaba, provocando que se chocase con unos chicos de sexto curso de la casa Slytherin. Se cayeron al suelo y luego ellos le gritaron que mirara por donde iba (y yo estaba de acuerdo). Fue muy gracioso a decir verdad, y estuvimos hablando de ello media tarde.

Hoy era Navidad, por lo tanto también era el baile, que se celebraba a las ocho en punto de la tarde y duraría hasta la una de la madrugada.

Ya vestida, bajé al Gran Comedor esperando encontrarme allí a mis amigos.

- Hola. - Los saludé mientras me sentaba a la mesa de Gryffindor.

- ¿Nerviosa para el baile? - Me preguntó Ron.

- No. - Dije con el entrecejo levemente fruncido. - ¿Por qué?

- Vas a ir con...

- Eh... ¡Sí! Sí, voy a ir con él sí. - Interrumpí a Ron. Él, Draco y Hermione eran los únicos que sabían que iría con Cedric. No quería contárselo a Harry, solo que lo viera.

- ¿Con quién? - Preguntó Harry.

- Ya lo verás. - Le sonreí. - ¿Y tú? - Le guiñé un ojo.

- Ya lo sabes. - Me sonrió y yo abrí mi boca en forma de sorpresa.

- ¿Vas a ir con ella al final? - Le vi asentir con una sonrisa.

- Tenías razón, no iría con Cedric. - Puse una sonrisa de lado.

Las horas fueron pasando hasta que llegaron las 19:30, momento para arreglarse para el baile.

En mi dormitorio, (que no había nadie) comencé a ponerme el vestido que mis padres me regalaron justo este año, pues ellos sabían que se celebraría el baile de Navidad.
El vestido era precioso, de color carne con adornados plateados. (Multimedia)
Después proseguí con el peinado. Cogí mi peine que guardaba en el baúl y peiné mi ondulado cabello para, después con la varita, hacer una trenza rodeando la parte superior de mi cabeza a modo de "corona", y dejando el pelo suelto cayendo por mis hombros.

Miré la hora: 19:55.
Salí de la sala común donde ya no quedaba nadie y bajé las escaleras hacia el Gran Comedor donde se celebraría el baile.
Había alguna que otra persona fuera del Gran Comedor y, cuando bajaba por las escaleras, se me quedaron mirando con la boca abierta. Me sonrojé por ello pero al mismo tiempo los sonreí.

Llegué a las puertas del Gran Comedor que estaban abiertas de par en par y suspiré antes de entrar.
Segundos después moví mis pies despacio en dirección a la enorme sala.
Todo estaba adornado con luces y el cielo nocturno del exterior. Las cuatro largas mesas que siempre había ahora ya no estaban, dejando un muy amplio espacio en el centro del comedor. Justo en el fondo, donde se encontraba el altar de Dumbledore, ahora había un escenario. Estaba vacío, pero después estarían en él Las Brujas de Macbeth, un famoso grupo del mundo mágico que a mí me gustaba mucho.

Ví a Cedric mirándome a pocos metros de mí, sonriéndome entre dientes. Él iba con un smoking negro y pajarita a juego, lo cuál lo hacía aún más guapo.
Varias personas, por no decir medio comedor, se giró hacia donde me encontraba, murmurando cosas.
Cedric se agachó apoyando una rodilla en el suelo y, ya estando junto a él, le entregué mi mano derecha. Él la cogió y la dió un suave beso mientras me miraba a los ojos. Después se levantó y yo lo cogí del brazo para ir al centro del comedor.

- Estás... Estás hermosa... - Susurró Cedric. La música ya había comenzado a sonar y varias luces se habían apagado. La gente bailaba lentamente, como nosotros dos.

- Gracias. - Sonreí. - Tú también.

- Creí que no aceptarías mi invitación al baile.

- ¿Por qué?

- No sé, nunca habíamos hablado y... creí que irías con tu amigo Ron, o con Draco Malfoy. - Me separé de él un momento y me le quedé mirando con el ceño fruncido.

- ¿Cómo... cómo sabes...?

- Es que os he visto bastantes veces juntos. Parecéis buenos amigos, aunque me pareció raro. - Parpadeé un par de veces y volví a acercarme quedando en la misma posición de antes.

- No, no somos amigos... - Susurré mirando el suelo mientras abrazaba a Cedric y movíamos los pies al compás. - Será casualidad que nos vieras juntos.

No contestó, y casi lo prefería. Hablar de Draco con otra persona que no fuera Ron, no me agradaba mucho.

Seguimos bailando sin decir nada y disfrutando de la música.

Te quiero, No te quiero || HPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora