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- ¿Habéis comprado algo en Sortilegios Weasley? Yo les he dicho: ¿cuánto me cuesta esto? Y me han dicho ¡10 galeones! ¡Pero soy su hermano! - Hermione, Harry y yo nos empezamos a reir mientras bebíamos nuestra cerveza de mantequilla.

- Se ve que os queréis mucho. - Dije esta vez yo.

- Sí... no sabes cuánto... - Eso provocó de nuevo mi risa.

Draco Malfoy entró en el establecimiento con Crabbe y Goyle. Yo, sin pensarlo, miré hacia otro lado y me tapé como pude mi cara con una mano. Harry me miró con el ceño fruncido.

- ¿Estás bien? - Le miré.

- ¿Eh? Ah, si si. - Le sonreí falsamente. - Solo que... estaba mirando esos cuadros de ahí. Son muy bonitos ¿verdad? - Pero Harry siguió mirándome con el ceño fruncido. Entonces decidí ir al baño. - ¿Os importa esperarme unos minutos? Voy al baño un momento.

- Claro. ¿Te cuido el abrigo? - Preguntó Hermione. Me acordé de las pastillas vomitivas así que negué muy rápido con la cabeza.

- No tranquila. No hace falta. - Les mostré una sonrisita y, con la cabeza agachada, me dirigí al baño. Rezé para que no me viera, y que yo supiera así había sido.

Una vez dentro del baño de mujeres, me miré al espejo con la respiración un poco agitada. ¿Le tenía miedo? No lo entendía en absoluto. Lo que si entendía era que no quería verle nunca. No quería que me mirara fijamente cada vez que me ve. Solo quería que él fuera a lo suyo y yo a lo mío, pero me temo que no íba a ser posible.
Abrí el grifo del lavabo y me eché un poco de agua en la cara, para después coger una toalla de allí colgada y secarme.
Volví a mirarme al espejo y suspiré antes de andar hacia la puerta y abrirla para salir. Una persona esperaba al lado mío a que abrieran la puerta del baño de hombres que estaba ocupado.
Le miré a los ojos fijamente durante pocos segundos. Los dos estábamos serios sin decir nada. Desvié mi mirada y volví a la mesa junto a mis amigos.

- ¿Te pasa algo con Draco Malfoy? - Me dijo de sopetón Harry nada más sentarme y le miré sorprendida.

- ¿Por qué tendría que pasarme algo con él? - Le di un sorbo a mi cerveza de mantequilla que estaba intacta, menos mal.

- Es obvio que le estás evitando. - Habló ahora Hermione. Miré a ambos seria pero solté una risa falsa.

- Son imaginaciones vuestras. Yo no estoy evitando a nadie. - Harry y Hermione me miraron un poco con el ceño fruncido y yo le di otro sorbo a mi cerveza de mantequilla.

- Bueno, ¿volvemos a Hogwarts? Empieza a anochecer y hace frío. - Dijo Ron. Sin decir nada, asentimos y nos levantamos.
Andamos entre las mesas hasta la puerta y, para mi mala suerte, Draco Malfoy y sus dos amigos venían detrás. ¿Me estaba persiguiendo?

El camino estaba nevado, al igual que antes, y eso lo hacía aún más bonito. Oía las voces de Draco y sus amigos detrás nuestra y las pisadas mías y de mis amigos.

- Bueno Ron. - Quería hablar. Ahora mismo solo quería hablar con alguien que no fuera él. - ¿Al final que vas a hacer con el examen de Snape? - Ron miraba el suelo mientras caminaba con las manos en los bolsillos.

- Estudiar lo que pueda supongo. No me queda otra.

- Era mañana, ¿no?

- Sí. ¿Te lo sabes bien?

- Creo que podré aprobar.

- Venga ya chicos, es muy fácil. - Intervino Hermione.

- Fácil para tí Hermione. Tu cerebro son varios libros juntos. - Y nos empezamos a reír por ese comentario.
- Ey, Potter. - Y oí la voz de Draco acercándose a Harry. Se puso al lado mío mirando a Harry y yo me tensé, intentando pegarme más a Ron.

- ¿Qué quieres Malfoy?

- ¿Preparado para perder en el partido de mañana? - Crabbe y Goyle rieron como idiotas.

- Creo que aquí los que van a perder sois vosotros. - Habló Ron. Draco se giró hacia mi posición para mirar a Ron, pero yo solo miraba el suelo mientras andaba con el corazón a mil por hora.

- No estés tan seguro Weasley. Que yo sepa, tus hermanitos no son muy buenos jugando. Aún recuerdo sus patosas caídas de la escoba.

- ¡Fred y George son los mejores del equipo junto a Harry! - Ron se acercó a él y yo, inconscientemente, puse una mano en el pecho de ambos.

- No os vais a pelear. - Dije segura mirándolos. - Y menos por ver quien es mejor que quien jugando al Quidditch. - Draco se quedó mirándome hasta que, con un manotazo, quitó mi mano de su pecho y siguió andando con rapidez mientras Crabbe y Goyle le seguían. Me le quedé observando fijamente con odio, no se ni como me había atrevido a hacer eso.

- Déjalos Claire, son unos idiotas. - Me dijo Hermione en un tono normal que claramente se había oido. Y así fue, pues Draco se giró con rapidez y vino andando hasta donde Hermione.

- ¿Me has llamado idiota, asquerosa sangre sucia? - Y eso fue el colmo. Me interpuse entre ellos dos, teniendo a Hermione detrás mío y a Draco delante. Saqué mi varita y le apunté.

- Ni se te ocurra volver a insultar a mi mejor amiga, ¿me oyes? - Acerqué más mi varita a su pecho. Nos mirábamos con mucho odio y seriedad.

- ¿O qué? ¿Me lanzarás un estúpido hechizo de los tuyos? - Rió irónicamente. - No me hagas reir. - Puse mi varita en su cuello, levantando su cabeza levemente.

- Te juro que lo hago. - Se quedó callado y yo, después de unos segundos, retiré mi varita despacio. - Iros por donde viniesteis. - Draco me lanzó una mirada asesina y se dió media vuelta.

- ¡Crabbe, Goyle! ¡Vamos! - Los tres medio corrieron hacia el castillo. Y digo medio corrieron porque su paso era igual de rápido que antes.

Te quiero, No te quiero || HPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora