↙29↘

503 28 1
                                    

- Claire, tenemos una noticia que darte. - Me dijo mi padre durante la comida.

Levanté mi mirada mientras masticaba y le presté atención.

- Verás, tu madre y yo habíamos pensado que tal vez te gustaría ir este año a la Escuela de Ilvermorny, al norte de Estados Unidos. - Dejé de masticar y me quedé en silencio, sin decir nada. ¿Qué era lo que acababa de oír? - Lo sé, se que te acaba de coger de sorpresa y necesitas asimilarlo pero bueno, era para que lo supieras hija. Dentro de cinco días nos mudamos a Estados Unidos e irás a la Escuela de Magia de Ilvermorny. - Solté los cubiertos sobre la mesa haciendo un estruendoso ruido y le miré serio.

- ¿Qué? - Repetí esta vez en alto.

Mis padres se miraron con preocupación y después me miraron de nuevo. Mi madre cogió una de mis manos que estaba sobre la mesa y la envolvió con las suyas mientras me miraba con tristeza.

- Hija, lo hacemos por tú bien y el de nosotros dos.

- ¿Pero qué estás diciendo mamá? - Grité más alto que antes y solté mi mano de las suyas con rabia, apartándome de ella. - Estamos perfectamente y no tenemos porqué mudarnos a... ¡Estados Unidos! - Me levanté de la silla. - En Hogwarts están todos mis amigos y no permitiré que me separéis de ellos. - Subí las escaleras a toda velocidad sin haber terminado de comer.

Me encerré en mi habitación con lágrimas en los ojos y me tiré en la cama.
No me puedo creer que de verdad nos fuéramos a mudar en cinco días. No volvería a ver a Harry, Hermione y Ron, al menos no hasta dentro de un año entero o incluso más.
Sollocé en la almohada mojándola y pensando en todos mis amigos y en Hogwarts.

Llamaron a la puerta pero no me levanté a abrir ni nada, simplemente seguí llorando y sollozando.
Siguieron llamando y me levanté secándome las lágrimas con la manga.
Abrí el armario y saqué de él la maleta de Hogwarts.
La abrí sobre la cama y comencé a meter toda mi ropa a lo loco.
Siguieron llamando a la puerta y mis lágrimas salían cada vez más.
Volví a secarme con la manga y metí todas las cosas que necesitaba y llevaba todos los años.

Los golpes en la puerta cesaron y yo la abrí despacio. No había nadie así que cogí mi maleta después de guardar mi varita en el bolsillo trasero.
Bajé las escaleras rápido pero mi madre se puso en frente de mí en el último escalón.

- No vas a ir a ningún sitio. - Se secó la lágrima que acaba de salir por su mejilla. Mi padre vino corriendo con cara enfadada y me asusté.

- ¿¡A dónde te crees que vas?! ¡No vas a salir de esta casa, Claire! - Intentó apartar a mi madre para ponerse ahora él en frente mío pero mi madre no le dejó.

- No pienso ir a ese estúpido colegio de Estados Unidos, ni pienso dejar de ver a mis amigos, ¿me oís? - Mi madre negaba con la cabeza y con lágrimas. - Iré a Hogwarts todos los cursos que me quedan. - Saqué mi varita y les apunté, haciendo que se echaran hacia atrás.

- Baja la varita ahora mismo, sabes que no puedes hacer magia fuera de la escuela. - Dijo mi padre más bajo que antes pero con voz grave. .

- Eso si te interesa ¿no? O sea, que voy a ir al colegio de Ilvermorny según tú pero no puedo hacer magia fuera de Hogwarts. - Apreté mis labios con fuerza y los apunté con más ímpetu. - Lo hago. Lo hago si no me dejáis ir a Hogwarts. - Los dos me miraban asustados y mi padre además, enfadado.

Ninguno me contestaba, lo cual me llevó a pensar que tenía que hacerlo. ¿En serio iba a ser capaz? No, no puede ser.

- ¡Contestadme! - Grité asustando a mi madre. Quería que me dijeran que sí podía volver a la escuela, pero eso no ocurrió.

- Hija... - Mi madre lloraba a mares.

- No me hagáis tener que hacerlo, por favor. - Supliqué entre lágrimas. - Dejadme ir a Hogwarts, dejadme estar con mis amigos.

- Tenemos que mudarnos. - Mi padre sonaba con la voz más grave que nunca.

- ¡No! ¡No tenemos que mudarnos! - Volví a gritar. - ¡Yo no tengo porque ir! ¡No tengo porque renunciar a mi vida en Londres! - Inspiré y continué. - Podéis ir vosotros, sin mí.

- ¿Y quedarte aquí tú sola? - Mi padre estaba que echaba humo por las orejas. - ¡Eres menor de edad, Claire! ¡No vas a quedarte aquí sola! - Otra lágrima cayó por mi mejilla.

- Muy bien... - Apreté con fuerza mi varita. - Vosotros lo habéis querido.

- ¡No! ¡Claire! ¡Somos tus padres! - Ahora gritaba mi madre. - ¡Claire!

Tragué saliva y sollocé, apuntándolos con la varita.
De repente, mi padre se abalanzó sobre mí e hizo que nos cayéramos al suelo. Intenté apartar mi varita de él para que no me la quitara pero fue imposible, porque consiguió de un tirón arrebatármela de mis manos.

Se levantó y se puso junto a mi madre, mirándome enfadado y con mi varita en su mano.

- Vas a ir a tu habitación ahora mismo y no vas a salir de ahí en lo que queda de días para mudarnos, ¿entendido? - Gritó lo último y me sobresalté asustada.

Me levanté despacio llorando y subí las escaleras con la maleta.
¿En qué estaba pensando a la hora de borrarles la memoria? ¿En serio lo iba a hacer?

Entré en mi habitación y puse la maleta de Hogwarts junto al armario. Cerré la puerta con pestillo y me tumbé en la cama boca abajo.

Ya daba igual. Tendría que ir a Ilvermorny y dejar a mis amigos atrás...

Te quiero, No te quiero || HPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora