↙18↘

701 43 2
                                    

Al día siguiente me levanté feliz. No sabía el porqué.

Bajé a desayunar al Gran Comedor encontrándome como siempre a mis tres mejores amigos.

- ¡Buenos días! - Les dije con una gran sonrisa.

- ¿Y esa felicidad extrema? ¿A qué se debe? - Preguntó Harry y yo me reí para después encogerme de hombros. Ron me guiñó un ojo.

- Hoy me he levantado con el pie derecho. - Articuló un "Ahh" y siguió desayunando las gachas de avena mientras leía el diario El Profeta.

Me senté y eché una mirada a la mesa de Slytherin, donde Draco se reía con sus amigos y me sentí feliz por ello. Si él estaba feliz, yo estaba feliz. Era raro decirlo, pero era la verdad.

Terminamos de desayunar y fuímos a la clase de Adivinación que nos tocaba con Slytherin.

Me senté en mi sitio de siempre con una pequeña sonrisa y puse mis libros sobre la mesa.
Noté como alguien me cogía un mechón de mi pelo atado a una coleta y jugaba con él. Malfoy.

- Bonito pelo. - Sonrió. Al principio me sorprendí por su acto, pues desde lo ocurrido ayer no volvimos a hablar y ni siquiera le ví excepto en el Gran Comedor antes, pero le sonreí.

- Gracias. Tú tampoco te quedas atrás. - Dije mientras miraba su brillante pelo rubio. Hoy tenía un color más rubio y más bonito de lo habitual. ¿Qué estaba pasando hoy?

- Oh, por primera vez no me insultas ni gritas e incluso me haces un halago. - Me guiñó un ojo y yo solo me reí.

- Ni tú tampoco. - Sonreí. - Habré cambiado.

- ¿De un día para otro? - Me encogí de hombros.

- Todo puede pasar. - Enarcó una ceja un poco confuso por mi gran felicidad de hoy pero al momento sonrió. Me daban ganas de abrazarle. ¿Y lo qué ahora mismo dijeran los demás? No me importaba en absoluto, y que yo sepa a él tampoco. - Por cierto, ¿qué tal con Pansy? Hoy no te he visto con ella desayunando. - Se le borró la sonrisa de la cara y eso provocó que una pequeña parte de mi felicidad se desvaneciera.

- Sobre eso... tenemos que hablar. - Le miré extrañada.

- ¿Hablar? No entiendo por qué. - Se acercó un poco más.

- No estoy saliendo con Pansy Parkinson ¿vale? - Fruncí el ceño.

- ¿Cómo qué...?

- Los de Slytherin querían hacer una broma a todas las chicas que van por mí. Como habrás podido notar, hay bastantes. - Me interrumpió pero yo me reí.

- Pues yo no soy una de ellas. - Me volví a reír. Su cara seguía seria.

- En serio, es mentira. Era todo una broma. No tengo ninguna novia. - Asentí.

- Si la tuvieras tampoco sería nada malo ¿no?

- Supongo... - Se sentó en su sitio un poco triste por lo que pude notar, y eso me extrañó. Me olvidé de eso y presté atención a la clase ya que la profesora Trelawney acababa de entrar.

Cuando la clase terminó, todos salieron casi corriendo. Yo recogí mis cosas despacio, al igual que mis amigos y que Draco y los suyos.

- Por fin. - Dijo Ron cuando salimos los cuatro de la clase. Malfoy, Crabbe y Goyle venían detrás.

- Hoy no ha sido tan mala ¿no?

- ¿En que pensabas hoy en clase, Claire? Creo que la gente se ha dado cuenta ¡Ha vuelto a predecir mi muerte!  - Gritó Harry enfurecido y yo me reí.

- Será un error que cometerá.

- Un error que comete todas las clases. - Me encogí de hombros.

En una de esas, Ron me dió un golpe en el costado y le miré mal, pero me movió sus ojos rapidamente hacia Draco y volvieron a mí. Sabía lo que quería decirme.
No sabía como hacerlo para que se fueran todos y nos quedáramos solo Draco y yo, pero se me iluminó la bombilla cuando cruzamos una esquina pasándola de largo mientras ellos tres seguían recto alejándose de nosotros.

- Creo que voy a ir a que me de un poco el aire. - Mentí. No era gran cosa, pero sabía que aceptarían.

Y así fue, asintieron y yo, regalando una sonrisa a Ron que me devolvió, corrí por donde vine hacia donde se fueron ellos.
Corría tan rápido que hasta varias personas se me quedaban mirando extrañados.

En una de esas que iba a entrar en el Gran Comedor, choqué contra una persona cayendo al suelo ya que había otra esquina y había venido por ella.
Miré a los ojos a aquella persona y sonreí cuando supe que era a la que tanto ansiaba ver.

- Hola. - Dije en voz baja sin borrar mi sonrisa.

- Hola. - Me contestó de la misma manera.

Un cosquilleo recorrió mi estómago. Sinceramente me había alegrado bastante de que me dijera que no tenía novia en realidad y que todo era una simple broma. ¿Y si lo que Ron me había dicho, era verdad? ¿Y si me gustaba? Pero es que, no podía ser así. Él era Draco Malfoy, y yo era... yo era Claire Griffin.
Mi sonrisa se fue borrando lentamente de la cara al pensar aquello y el cosquilleo del estómago se desvaneció.
Él me miró extrañado y yo me levanté antes de que alguien nos viera. Le dí mi mano y le ayudé a levantarse.

Sentí un escalofrío cuando noté su mano acariciar mi mejilla.

- Estás helada... - Susurró, pero yo no dije nada. La verdad era que si tenía frío. Estábamos a una semana de Navidad, y por lo tanto también del baile. - ¿A dónde ibas corriendo? - Me sonrió dulcemente y yo tragué saliva. ¿Le digo la verdad?

"Lucha por conseguirlo. Estoy seguro de que, aunque él no quiera reconocerlo y tú tampoco, ambos sentís algo el uno por el otro" Recordé las palabras que Ron me había dicho el día anterior. Pero, ¿y si no estaba correcto? Olvidé aquello e hice caso a Ron.

- Venía a buscarte a tí... - Miré al suelo y jugué con mis manos. Mi voz sonó casi inaudible.

No obtuve ninguna respuesta, así que alcé mi mirada cruzándome con la suya, que me miraba como tantas veces con los ojos brillantes y con una preciosa sonrisa. Nunca imaginé que Draco Malfoy mostrara su rostro de aquella forma tan hermosa...

- ¿Y para qué me buscabas? - Su voz me hipnotizó completamente. Quería decirle y mostrarle mis sentimientos, pero no me atrevía... ¿y si me rechazaba?

- Emm... yo... para... para a ver si sabías los deberes de Adivinación. - Enarcó una ceja borrando su sonrisa, y todo en mí se destruyó.

- Pues no lo sé. ¿Por qué me lo preguntas a mí? Creí que se lo preguntarías al cabeza de calabaza. - Fruncí el ceño.

- Draco. - Dije firme. Había algo que odiaba aún de él, y era aquello. - No empieces... - Levantó ambas cejas.

- No tranquila, no lo haré. - Se dió media vuelta y se fue. ¿Por qué era tan increíblemente tonta?

Te quiero, No te quiero || HPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora