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Corrí lo más rápido que pude hacia la salida del castillo ignorando los pinchazos que recibía mi cuerpo por cada pisada que daba a causa de la maldición que anteriormente me había lanzado Voldemort.

Ya fuera del castillo, lo único que podía hacer era dirigirme a casa de Hagrid y por allí al Bosque Prohibido, ya que el corredor fue destruído.

- ¡Claire! - Una voz no muy lejos de donde me encontraba me hizo frenar y girarme para ver de quién se trataba.

- ¿Luna? - Ví a Luna Lovegood acercarse donde mí.

- Se que vas en busca de Draco. - Asentí mirando mis pies y la interrumpí.

- Sí, pero ahora mismo quería encontrar a Harry, Ron y Hermione. - Ahora fue ella quien asintió.

- Me lo suponía. - Dijo con su dulce voz y con media sonrisa. - La última vez que los ví fue en esta misma dirección a casa de Hagrid. - La miré muy atenta.

- ¿Y de eso hace...? - Se quedó pensativa un momento.

- 1 hora. - Suspiré al oír aquello y volviendo a mirar mis pies. - Pero no andarán lejos. Por lo que tengo entendido, estaban buscando Horrocruxes. - La miré con el ceño fruncido.

- ¿Horrocruxes? ¿Qué es eso?

- Lo único que sé es que, gracias a ellos, Voldemort es inmortal, y por eso hay que destruírlos, para poder derrotarle. - Asentí con una pizca de esperanza dentro de mí.

- ¿Sabes que aspecto tienen? - Puso una mueca rara.

- La copa de Helga Hufflepuff era uno de los 7 horrocruxes.

- ¿7? - La interrumpí de nuevo y Luna volvió a asentir.

- Pero ya la destruyeron, al igual que el Guardapelo de Salazar Slytherin, el diario de Tom Riddle y el anillo de Sorvolo Gaunt. - Me quedé con la boca abierta oyendo los nombres de aquellos objetos que nunca había oído hablar de ellos, exceptuando el diario de Tom Riddle el cual fue destruido por Harry en segundo año.

- Faltan 3... - Susurré para mí misma. - ¿Sabes qué podrían ser los otros tres? - Se encogió de hombros.

- Ni idea, puede ser cualquier cosa. - Hizo una pausa y articuló un "¡Ah!" haciéndome saber que se había acordado de algo. - Harry dijo algo de la casa de Ravenclaw, pero salió disparado con Hermione y Ron hacia la casa de Hagrid como ya te dije. Ni siquiera sé si siguen allí, lo dudo mucho porque ya habrían salido ¿no? - Volvió a hacer otra pausa. - Tal vez deberías de ir a la Sala Común de Ravenclaw. Yo te acompañaré para que puedas entrar. Estoy segura de que allí dentro se encuentra otro Horrocrux. - Asentí en forma de darle las gracias.

- Pero Luna, - Dije una vez más. - Si Harry dijo algo sobre Ravenclaw, ¿por qué fue a casa de Hagrid? - Se encogió de hombros una vez más.

- Tal vez para que alguien se ocupara de ese Horrocrux mientras él, Hermione y Ron iban en busca de los otros dos. - Miré hacia casa de Hagrid y hacia el Bosque Prohibido, y después volví a mirar a Luna y puse mis manos sobre sus hombros.

- Muchísimas gracias Luna, de verdad. - La sonreí.

- No hay de qué Claire. - Me devolvió la sonrisa.

- Vamos. - Dije y salí corriendo al interior del castillo de nuevo junto a Luna pisándome los talones.

Subimos las escaleras hacia la Torre de Ravenclaw que estaba situada en el séptimo y último piso lo más rápido que nos dejaban nuestras piernas.

- Aquí es. - Dijo Luna con un tono de voz normal, como si no hubiera corrido nada.

Delante nuestro había una puerta sin pomo con una aldaba de bronce con la figura de un águila. Nada más acercarse Luna, el águila se movió y empezó a hablar:

Te quiero, No te quiero || HPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora