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- ¡Vamos Gryffindor! - Gritaba Hermione. Sonreí al verla animando a nuestra casa y yo la imité.

Harry y Draco íban tras la Snitch dorada. Aún me seguía preguntando como Draco había sido tan rápido para cambiarse de ropa y llegar a tiempo al partido.
Miré hacia mis lados, buscando a una persona con la mirada. Pude ver una cabellera rubia y rizada, animando al equipo, pero a veces, demasiadas para mi gusto, miraba hacia nuestro lugar con odio.
No se que le pasaba a Lavender Brown. Estaba loca por Ron pero... ¿acaso era mi culpa de que fuera mi mejor amigo y no se fijara en ella? La estaba empezando a coger miedo, y eso no era algo bueno.

Finalmente, Harry se hizo con la snitch y todas nuestras gradas saltaban de alegria y vitoreaban. Ya sabía lo que tocaba: otra cerveza de mantequilla en las Tres Escobas para celebrarlo.
La cara de Draco Malfoy no decía nada bueno. Se le notaba furioso por haber hecho que perdiera su equipo, aunque yo creo que eso era lo que menos le importaba a una persona como él, y que lo que más le importaba realmente era haber perdido únicamente él y hacer el ridículo frente a su casa, perdiendo una pizca de su reputación.

Salimos del campo de Quidditch Ron, Hermione y yo, a la vez que les pasaba un brazo a cada uno por sus hombros, feliz de que hubiésemos ganado.

- ¿Os lo dije o no? - Habló Ron sonriendo.

- Lo dijiste Ron. - Solté una risita.

- Espero cruzarme con Malfoy y reirme en su cara. - Sonrió maliciosamente. Me hubiera gustado verlo, pero la cara de Hermione no decía lo mismo.

- ¿Qué? Ron, ni se te ocurra hacer eso. Sabes que se enfadaría muchísimo, te insultaría y después te lanzaría hechizos como si no hubiera un mañana. - Repuso. Ron la miró de reojo.

- Nunca puedo hacer nada... - Susurró, pero fue lo suficientemente audible como para que lo oyéramos.

{...}

Terminamos de tomar una cerveza de mantequilla y nos preparábamos para el examen de DCLAO que le daba tanto miedo a Ron. Juraría que estaba pendiente de Hermione para que, cuando estuviera distraida, saliera corriendo hacia la Sala Común de Gryffindor y se encerrara en su habitación. Ron nunca cambiaría...

En ese momento me acordé de las pastillas vomitivas que aún llevaba en el bolsillo del abrigo. Me separé del grupo sin que nadie se diera cuenta (ya que nos habíamos reunido medio Gryffindor para celebrar la victoria) y cogí la bolsa con las pastillas. La abrí con sumo cuidado y cogí una. Volví a guardar la bolsa y mantuve la pastilla en mi mano izquierda, escondiéndola, y me acerqué a Ron.

Él hablaba animadamente con Dean Thomas, y no quería interrumpirlos, así que espere a que dejaran de hablar.

Una vez lo hicieron, me dispuse a hablar con Ron.

- ¡Ron! - Le abrazé y él me devolvió el abrazo, aunque noté su cara de sorpresa.

- ¿Ocurre algo? - Me preguntó.

- ¿Por qué? ¿Acaso no puedo abrazar a mi mejor amigo? - Reímos. - Oye Ron, te veo nervioso por el examen.

- Oh dios mío, estoy que me como las uñas. No quiero ir. ¡No me se absolutamente nada! Y Snape me suspendará. - Le miré con un poco de pena.

- ¿Por qué no has estudiado Ron? Todo te resultaría más fácil ahora. - Le vi asentir.

- Lo sé. - Hizo una pequeña pausa. - Soy un idiota.

- No digas eso Ron. - Puse una mano en su hombro. - No eres idiota.

- Sí que lo soy.

- Pues si lo eres, que sepas que eres mi idiota preferido. - Dije sincera y le regalé una de mis mejores sonrisas. Poco después nos abrazamos y... ¿qué? Me quedé mirando a Draco Malfoy que estaba en la mesa de al lado junto a Crabbe y Goyle. Nos miraba a Ron y a mí mientras nos abrazábamos. Una mirada penetrante.
Desvié mi mirada y me separé de Ron volviendo a dedicarle otra sonrisa.

- Gracias. - Me dijo y ensanché mi sonrisa mostrando todos mis dientes.

- Por cierto, - Ahora era el momento. - Quería darte a probar una de estas pastillas. Las probé el otro día y están deliciosas, prueba una. - Él la miró con el ceño un poco fruncido pero finalmente la cogió.

- ¿A qué sabe?

- Cada una tiene un sabor diferente. A mí me tocó de Melón. - Mentí y parece que se lo creyó. Se metió la pastilla en la boca y empezó a masticar.

- ¡Sabe a cereza! - Gritó de alegría. - ¡Me encanta! - Y le sonreí. Todo estaba saliendo bien.

Nos fuímos de las Tres Escobas pero, cuando caminábamos hacia Hogwarts, Ron se empezó a encontrar mal.

- Chicos... - Intentó decir mientras se ponía una mano en el estómago. - Creo que... voy a vomitar... - Y nada más decir eso comenzó a vomitar en la nieve.
Los tres pusimos muecas y Hermione miró hacia otro lado. Me estaba sintiendo mal por habérselo dado pero así tendría otra oportunidad para estudiar y aprobar, a no ser que la desaprovechara.

Finalmente fuímos al castillo mientras Ron vomitaba cada cinco minutos.
Hermione decidió llevarlo a la enfermería y así lo hicimos.

- ¿Qué ha pasado? - Preguntó la señora Pomfrey.

- Salimos de Las Tres Escobas y Ron empezó a vomitar. - Le contestó Harry.
Ron se tumbó en una de las camillas pero pronto se incorporó y pidió rápido un cubo o algo donde vomitar.
La enfermera Pomfrey hizo aparecer un cubo, se lo entregó a Ron y éste comenzó de nuevo a vomitar en él.

- Señor Weasley, túmbese por favor. - Le dijo la enfermera una vez que Ron dejó de vomitar.

- ¿Cree que es muy grave? ¿Se recuperará? - Preguntó Hermione muy preocupada.

- Claro que se recuperará, pero tardará tal vez uno o dos días.

- ¿¡Uno o dos días?! - Grité ahora yo, y me miraron confusos. Creí que el efecto de las pastillas duraría menos de 24 horas.

- Sí, señorita Griffin, uno o dos días.

- ¿Y... el examen de DCLAO? - Preguntó ahora Ron.

- Es obvio que no podrá hacerlo señor Weasley, lo hará cuando se recupere.

Dejamos a Ron en la enfermería y nosotros tres fuímos directos al aula de Snape. Nos tocaba hacer el examen junto a los de Slytherin. 

Te quiero, No te quiero || HPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora