Te quiero, No te quiero || HP

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- ¿Qué... Qué estás haciendo? - Preguntó asustado Voldemort.

Miré una vez a Draco y saqué mi varita.

- Acabar contigo. - Sonreí, pero la sonrisa se borró y fue sustituída por una completa sensación de bajón. La serpiente estaba detrás de él. Era imposible matarle si no se mataba a la serpiente.

- ¿En serio? - Ahora sonrió él y le miré con miedo. - Probemos pues. - Hizo un movimiento rápido de varita y lanzó la maldición mortal hacia mí, pero fuí lo suficientemente rápida para que el hechizo Sectumsempra impactara contra el rayo verde de su varita.

De reojo, ví como Harry caía al suelo de los brazos del Mortífago y empezaba a correr con su varita en la mano. Lanzó unos hechizos consiguiendo dar a algunos Mortífagos, y ví a Draco. Harry le había liberado, y justo Voldemort gritó de frustración.

- ¡Claire! - Gritó Draco.

- ¡Tenemos que matar a la serpiente Draco! - Oí gritar a Harry.

Ahora mismo, los Mortífagos luchaban contra los profesores y alumnos de Hogwarts.

- ¿Cómo? - Preguntó Draco.

- ¡Tenemos que encontrar a Hermione y a Ron! ¡Fueron a la Cámara de los Secretos!

- ¿Para qué? - Preguntó gritando Draco mientras nos echaba miradas a mí y a Voldemort.

- ¡Necesitamos un colmillo de Basilisco para destruir un Horrocrux!

Me agaché justo en ese momento y el hechizo de Voldemort impactó, afortunadamente, en la pared de piedra del exterior del castillo, destruyendo parte de ella, y él soltó un grito de enfado y frustración.

Salí corriendo hacia Draco y Harry y los cogí de la mano con rapidez para llevarlos al interior del castillo. Necesitábamos el colmillo de Basilisco ya mismo.

- ¡Tenemos que encontrar a Hermione y Ron! - Los grité sin dejar de correr hacia el baño de chicas del segundo piso.

Nada más llegamos al baño, abracé con fuerza a Draco y le besé en los labios. Un beso rápido.

- No quiero cortaros el rollo, pero tenemos cosas importantes que hacer. - Nos interrumpió Harry.

Le sonreí y le abracé ahora a él.

- Tenía que hacerlo. - Sonreí y me acerqué a los lavabos. - Harry, tú eres el que habla Pársel. - Él asintió y se concentró mirando fijamente a la serpiente grabada junto a uno de los espejos del lavabo, y empezó a susurrar cosas en lengua Pársel.

Cuando dejó de hablar, los lavabos se abrieron y dejaron ver un gran agujero negro bajo nosotros. Sin pensarlo un segundo más, cogí la mano de Draco y Harry, y salté obligándoles a ellos también a saltar para llegar a la Cámara de los Secretos.

Nada más notar la caída, ignoré el leve dolor y me levanté rápido para correr hacia la redonda puerta que daba a la Cámara de los Secretos, pero justo se abrió y dejó ver a un chico pelirrojo y a una chica de cabello castaño de la mano, con un colmillo de Basilisco en la mano del pelirrojo.

Una sonrisa se fue formando en mi rostro y me lancé a los brazos de los dos, formando un abrazo de tres personas.

- No hay tiempo para abrazos y saludos. - Dije rápidamente. - Tenemos que matar a la serpiente y todo habrá acabado.

- Bueno, tenemos que vencerle. - Contestó Ron.

- Lo haremos. - Le sonreí.

- Harry... - Dijo en voz baja Hermione. - Estás vivo... - Se acercó a él y le abrazó rápido.

- Sí... - Dijo él y ella sonrió.

- Eras un Horrocrux. - Contestó ella.

- ¿Qué? - Dijimos Ron, Draco y yo al unísono.

- Ya os los explicaré. - Dijo Harry. - Vamos a por la serpiente. - Todos asentimos, pero antes de empezar a correr de nuevo, Draco habló.

- Por cierto Potter, - Harry se giró hacia él. - Gracias. - Harry puso una sonrisa de lado.

- Dale las gracias a Claire. - Ladeó su cabeza hacia mí. - Si ella no te quisiera tanto, no estarías aquí ahora mismo. - Yo solté una risita y Draco mostró por primera vez una sonrisa verdadera hacia Harry. - De nada. - Concluyó Harry y ahora sí, salimos de la Cámara Secreta.

Llegamos a las escaleras principales, pero no había nadie en ellas.

- ¿Dónde está todo el mundo? - Preguntó Ron mirando a todos lados.

- Luchando ahí fuera. - Contestó Harry con una voz más baja de lo normal y mirando al frente. - No permitiré que la gente siga muriendo. - Dió un paso hacia delante para dirigirse al patio del colegio, pero fuí rápida y le cogí del brazo.

- Eh, - Le llamé. - No vas a salir ahí fuera ahora. ¿Quieres que te maten de verdad? - Me le quedé mirando unos segundos sin soltarle.

- Oh, vamos Potter. - Habló ahora Draco. - No sigas yendo de héroe como lo has hecho siempre. ¿Te crees que puedes proteger a todo el mundo tú solo? - Miré a Draco aún sin soltar a Harry y éste le miró con el rostro un poco más relajado. Se soltó de mi agarre y se colocó la manga de la chaqueta.

- Está bien. - Sacó su varita del bolsillo. - Ron, tú tienes el colmillo. Ve con Hermione a matar a la serpiente. - Ron asintió. - Draco, Claire y yo vamos a derrotar a Voldemort.

- ¿Y si no conseguimos matar a la serpiente? - Volvió a hablar Ron. Draco se acercó a él y le quitó el colmillo de la mano. - ¡Eh! - Gritó Ron furioso.

- Cálmate Weasley. - Le dijo Draco. - Yo mataré a la serpiente. Vosotros id a vencer a Voldemort.

- Ni hablar. No dejaré que vayas solo. - Y era cierto, no le iba a dejar ir solo. No me separaría de él. - Voy a ir contigo.

- ¿Y que te mate? - Soltó una risa irónica.

- Pues tengo las mismas posibilidades que tú de morir Draco. - Me acerqué más a él. - Voy a ir contigo.

- ¿Vais a dejar de pelear por eso? - Intervino Hermione. - Draco y Claire van a ir a matar a la serpiente, y Ron, Harry y yo mataremos a Voldemort. - Harry asintió.

Nos despedimos cada uno de nosotros y Draco y yo corrimos en busca de la serpiente.

- ¿Por dónde empezamos? - Le pregunté a Draco mientras corríamos, pero puso una mano en mi pecho haciéndome frenar cuando llegamos a una esquina y me cogió de la cintura echándome hacia atrás. - ¿Qué haces? - Pregunté sorprendida.

- Shh... - Puso un dedo sobre sus labios para que me callara. - He oído algo. - Dijo susurrando.

Nos quedamos allí quietos sin decir nada, y de repente, vimos a Voldemort. Me tapé la boca para no gritar de miedo al verle pasar justo delante de nosotros dos mientras la serpiente iba al lado de él.
Draco puso su mano encima de la mía y me empujó más hacia atrás. Mi corazón se me iba a salir del pecho a causa del miedo.

Después de un minuto entero, Draco se asomó despacio para ver si se había ido y, según él, así era.

- No hables ni hagas ningún ruido, ¿entendido? - Susurró mientras cogía mi mano y yo asentí.

- Draco, - Le llamé y él se giró. - ¿Cómo distraemos a la serpiente si va junto a él?

- Somos dos, ¿no? - Asentí. - Yo me ocuparé de él y tú matarás a la serpiente. - Sacó el colmillo de su bolsillo y me lo guardó en el mío.

- Pero...

- Mira Claire, no sé si esto saldrá bien o mal. No sé si moriré o moriremos los dos, pero lo que si sé es que hay que intentarlo. - Soltó mi mano y puso sus manos en mis mejillas para después besarme. - Te quiero. - Sonreí al oír eso y él volvió a cogerme de la mano. - Vamos. - Empezamos a andar no con mucha prisa por donde Draco vió desaparecer a Voldemort.